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Radiografía, en frío, de un mayúsculo enfado arbitral: así lo ve el Real Madrid

Ancelotti jamás habla de las polémicas arbitrales, así que el hecho de que rajara de esa forma tan contundente adquiere una significativa importancia

Radiografía, en frío, de un mayúsculo enfado arbitral: así lo ve el Real Madrid

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti durante el partido contra el Girona. | EFE

Ya han transcurrido dos días desde el polémico arbitraje de Melero López en el Bernabéu, pero puedo asegurarles que el enfado en el seno interno del Real Madrid, lejos de decrecer, sigue siendo «mayúsculo». Tiene que ser muy grande cuando las cuatro patas del banco salen en manada a pedir explicaciones. El primero en hacerlo fue Carlo Ancelotti.

He cubierto sus tres temporadas y media (en dos etapas) como técnico merengue. Eso significa que le he realizado unas 200 entrevistas post partido y nunca le vi tan indignado como en la tarde del domingo ante mi micrófono: «El de Asensio es un penalti inventado, no es ni ‘penaltito’, no es penalti, punto». Carletto jamás habla de las polémicas arbitrales (y mira que lo he intentado), así que el hecho de que rajara de esa forma tan contundente adquiere una significativa importancia. Tanta que es más que probable que tenga sus consecuencias. El Departamento de Integridad de la RFEF ya ha trasladado al Comité de Competición las declaraciones de Ancelotti y podrían caerle entre dos y cuatro partidos de sanción. En Concha Espina «no dan crédito» ante lo que consideran «una injusticia» y recurrirán cualquier castigo que reciba el técnico italiano ante las instancias correspondientes.

Otro ejemplo que demuestra que el Madrid se considera «ultrajado» cristaliza en la actitud del protagonista involuntario de esta historia: Marco Asensio. El balear no se pudo aguantar e hizo uso de su cuenta de instagram con un texto que rezaba así: «Definición de NO MANO que nos explican a principio de temporada… increíble que hoy sí…». El internacional además adjunta un vídeo con repetición en cámara super lenta de la acción. Casi de inmediato salen a la palestra la tercera y la cuarta pata del famoso banco del que les hablaba. La web del club es tajante y afirma que «un polémico arbitraje impide la victoria del Real Madrid«. Emilio Butragueño, por su parte, insiste en lo que el club considera como «un arbitraje sorprendente durante todo el partido» y lamenta «haberlo tenido todo en contra». Quien sigue la actualidad del Real Madrid sabe que ver a Ancelotti y Butragueño quejarse de los colegiados el mismo día es más difícil que ver a Pablo Iglesias en misa de 12.

La bajada de Laporta al vestuario arbitral

En el club «preocupa profundamente la tendencia arbitral de las últimas semanas». No deja de ser curioso que desde la bajada de Joan Laporta al vestuario arbitral el día de ‘El Clásico’ hayan sucedido cosas extrañas. Y es que hay tres sucesiones de acontecimientos que mosquean «y mucho» en las oficinas de Valdebebas: en Elche los de Ancelotti sufrieron tres goles anulados. Después, frente al Sevilla, le perdonaron una clara expulsión al ‘Papu’ Gómez por cazar y lesionar a Valverde y, para concluir, lo de Girona con el «penalti inventado» de Asensio y el polémico gol anulado a Rodrygo.

Marco Asensio y Carlo Ancelotti durante el partido del Real Madrid contra el Girona. | Europa Press

Hay otra cosa que «sorprende» en las cabezas pensantes de la casa blanca: que el colegiado que actuó en el VAR de Mestalla (Iglesias Villanueva) y que perdonó una clara expulsión a Marcos Alonso en el Valencia vs. Barça del sábado, marcando el signo del partido, fuera el mismo que estuviera en la denostada sala tecnológica el domingo en Chamartín interviniendo más que el propio juez que ejercía sobre el terreno de juego.  

Autocrítica «necesaria»

Remarcado todo lo anterior es importante destacar que de puertas para adentro se está realizando una «autocrítica necesaria». Y me estoy refiriendo a lo meramente deportivo. La «falta de intensidad» denunciada por Thibaut Courtois en Leipzig se une a una mala primera parte contra el Girona que se debe revertir «sí o sí» en el partido de mañana frente al Celtic en la Champions League.

Quedan tres partidos antes del parón (de más de un mes) por el Mundial de Qatar y en la Ciudad del Real Madrid se han propuesto «contarlos por victorias». Esto supondría clasificarse como primeros de grupo en la Copa de Europa y marcharse como líderes en Liga antes del evento mundialista. Ancelotti tiene marcado en rojo el encuentro del próximo lunes en Vallecas. Lo considera un desplazamiento «peligroso» donde «no se puede fallar». Esperemos que entonces sólo se hable de fútbol y no del estamento arbitral. 

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