El ministro de Trabajo de Qatar dice que no está para «juzgar la orientación» de una persona
Ali bin Samij al Marri señala que además de promover cambios legislativos es necesario también trabajar para «cambiar el entorno, la mentalidad»
El ministro de Trabajo de Qatar, Ali bin Samij al Marri, ha prometido este lunes ante la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo continuidad en las reformas para mejorar las condiciones laborales de los migrantes una vez termine el Mundial de Fútbol de Qatar que arranca este fin de semana. También ha aprovechado para criticar a quienes llaman al boicot de la competición y ha esquivado responder a la discriminación que sufre el colectivo LGTBI al afirmar que «todos» los extranjeros que quieran viajar para ver los partidos serán «bienvenidos».
«Tenemos una perspectiva que va más allá. El Mundial ha acelerado nuestro programa pero no se limita a eso. Teníamos una agenda hasta 2030 y quiero confirmar que estas reformas seguirán su curso una vez se haya acabado el Mundial», ha remarcado Al Marri en un debate con eurodiputados y presencia de representantes de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), el Servicio de Acción Exterior de la UE (EEAS) y de la ONG Human Rights Watch.
El representante qatarí ha defendido así los cambios en la legislación para reconocer derechos de los trabajadores migrantes, incluido acabar con el sistema de patrocinio (kafala), que da pleno control del empleador sobre el empleado, y expuesto que se han pedido «muchos cambios» a Qatar que «llevan tiempo» en su tramitación y aplicación.
También se ha escudado en la resistencia de la sociedad a algunas de las reformas y señalado que además de promover cambios legislativos es necesario también trabajar para «cambiar el entorno, la mentalidad», algo en lo que ha dicho que también trabajan desde las autoridades del país.
Sin embargo, ha rechazado con vehemencia las acusaciones de discriminación asegurando que Qatar es un país «de puertas abiertas para todos los que quieren» ir, ya sean ONG para observar de primera mano la situación de los derechos fundamentales, ya sea de personas «con orientación sexual diferente».
«Como representante del Gobierno no estoy aquí para juzgar la orientación de cada persona. Lo que sí puedo afirmar rotundamente es que todos y cada uno de ustedes son bienvenidos a Qatar para ver partidos», ha declarado ante los eurodiputados antes de incidir en que tienen la «política de acoger a todos por igual».
Además ha desafiado a los más críticos con el régimen qatarí y afeado las llamadas a boicotear la competición de la FIFA en esta edición preguntando «si algún otro mundial se ha boicoteado». «Sólo se centran en Qatar pero hay que ser coherentes con los Mundiales anteriores, por ejemplo el de 2018», ha continuado, en referencia al que organizó Rusia cuatro años antes de invadir Ucrania.
En cuanto a las miles de muertes de trabajadores migrantes durante los años de preparación del Mundial y las denuncias de las víctimas que no han cobrado indemnizaciones, Al Marri ha esgrimido la creación de un fondo específico para compensar a las víctimas.
El ministro asimismo ha puesto en duda la veracidad de las cifras de muertes en la construcción, al tiempo que ha achacado las evaluaciones más duras a visiones «racistas» o basadas en datos erróneos, algo que ha censurado la ONG HRW que ha defendido la calidad de los informes con que trabajan los colectivos de defensa de derechos humanos.
Entre los eurodiputados, la representante de BNG en la Eurocámara, Ana Miranda, y el dirigente de Anticapitalistas, Miguel Urban, han sido de las voces más duras con la comparecencia de Al Marri y la ausencia de ningún representante de la FIFA en un debate sobre el respeto de los Derechos Fundamentales en el marco del Mundial de Fútbol.
Urban ha lamentado el «lavado de cara» que reciben regímenes totalitarios con la organización de grandes competiciones deportivas y ha tacado de «Mundial de la vergüenza» el que da comienzo este fin de semana. El eurodiputado del Partido Comunista de Greicia Kostas Papadakis, por su parte, ha criticado las «lágrimas de cocodrilo» de los países de la UE que participan.
Otros, como el eurodiputado de Ciudadanos José Ramón Bauzá, han defendido tener más presente los avances en materia de derechos laborales en el país que acreditan también desde la OIT. «Pido que desde el Parlamento Europeo dejemos de bloquear continuamente y demos pasos para el dialogo entendimiento y dar pasos adelante, porque si nos bloqueamos no evolucionaremos y seremos el peor ejemplo para los países de la región», ha declarado.
Una portavoz del Servicio de Acción Exterior de la UE, a su vez, ha valorado el resultado «positivo» de las rondas de contactos con Qatar para abordar la situación de los Derechos Humanos y ha destacado que sea el primer país de la región que desmantele el sistema kafala o cree un salario mínimo para todos los trabajadores, incluidos los migrantes, aunque existan aún importantes lagunas que cubrir.