La lesión de Benzema: una desdicha a nivel personal que caricaturiza a la prensa patria
Era muy evidente que Karim no se estaba borrando del Madrid. Lo que le pasaba al nueve, que conoce muy bien su cuerpo, es que «no tenía buenas sensaciones»
El futbolistas Karim Benzema, en un entrenamiento con la selección francesa. | Glen Gervot (Europa Press)
Hoy, a las 8 de la tarde, deberíamos de estar contando el debut de Benzema con la camiseta de Les Bleus frente a Australia en el Mundial de Qatar, pero el dios del fútbol es tremendamente injusto. Tanto que Karim lo verá desde el sofá de su casa. Lo cierto es que toda la fortuna que acompaña al galo cuando viste la camiseta del Madrid se torna en desgracia al defender (o tratar de hacerlo) al combinado nacional francés en los grandes eventos.
Se perdió la cita de Sudáfrica 2010 porque aún no era titularísimo en la casa blanca. Acudió a la de 2014 en Brasil (donde hizo tres goles en la fase de grupos), pero su equipo cayó en cuartos contra una imbatible Alemania que acabaría siendo campeona. Después llegó el castigo por el caso Valbuena justo antes del Mundial que ganaría su país en Rusia y, para concluir, acontece esta inoportuna lesión para dejarlo fuera de Qatar. Algo que, por otro lado, no nos pilla a nadie por sorpresa.
Karim no se estaba borrando
Voy a ser muy claro: en ocasiones me avergüenzo profundamente del periodismo deportivo. Durante el mes previo al Mundial de Qatar surgieron innumerables debates que apuntaban en una misma dirección: «Benzema se está borrando porque da prioridad a jugar con Francia». Me molestaba bastante que se expandiera esta idea y traté de desmontarla por radios y televisiones cargado de argumentos. Para empezar, había un parte médico oficial del Real Madrid del día 22 de octubre que apuntaba que Karim sufría «una fatiga muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda», exactamente la misma zona que se ha acabado por desgarrar con Francia y le ha mandado de vuelta a la capital española.
Para continuar, tiré de antecedentes, recordando que el de Lyon lleva dos años jugando con el dedo meñique de su mano derecha roto para, según cuentan desde el club: «no perderse ni un minuto con el equipo». Y para concluir, acudí al sentido común: «Si te quieres borrar te quitas de en medio un partido, dos máximo, pero… ¿seis encuentros?». Hay que recordar que Benzema juega en Elche el 19 de octubre su último partido como titular. Desde entonces, seis duelos: Sevilla, Leipzig, Girona, Celtic, Rayo y Cádiz donde solo disputa (para probarse) 20 minutos frente a los escoceses en el Bernabéu y con el partido resuelto.
En los dos siguientes no fue ni convocado. Era muy evidente que Karim no se estaba borrando. Lo que le pasaba al nueve, que conoce muy bien su cuerpo, es que «no tenía buenas sensaciones» y veía venir el temido desgarro.
El Madrid no fichará un sustituto
Las pruebas médicas dicen que Benzema sufre «un desgarro en el cuádriceps de su pierna izquierda». El plazo de recuperación es de unas tres semanas, lo que significa que debería estar listo para la visita liguera frente al Real Valladolid en la víspera de la nochevieja. Aunque esto es mucho suponer. La fría realidad de los números nos dice que KB9 se ha perdido la mitad de los partidos oficiales de la temporada y que le está costando un mundo recuperarse de cada dolencia. Esta circunstancia no altera el pulso en Valdebebas.
Habrán escuchado por ahí el nombre de Cristiano… ¡Descártenlo! La idea es «no fichar a ningún sustituto para Benzema en el mercado de invierno». Tanto el staff técnico como la zona noble del Bernabéu consideran que Rodrygo está rindiendo a un gran nivel cuando «ha tenido que hacer de Karim», además de estar ampliamente satisfechos con los guarismos del frente de ataque. Siete goles para Rodrygo, ocho para Fede Valverde, 10 para Vinicius y otros tres para Asensio que suman 28 tantos a la cesta de los goles. Añadiendo los seis del francés asciende a un total de 34 gritos merengues.
Me cuentan que han visto a Karim «muy tocado anímicamente» por Valdebebas, pero «que se levantará de esta». Y es que no le queda otra. Si el bueno de Benzema se para a reflexionar (entre sesión de fisio y Mundial desde el salón) se acabará dando cuenta que su 2022 fue de ensueño: ganó la Champions, levantó la Liga y el Balón de Oro, fue pichichi nacional y continental y sí, se perdió el Mundial, pero lo hizo con la cabeza alta, intentándolo hasta el final, sin borrarse y caricaturizando a sus críticos de la prensa patria. Sí, la muy y mucho española, no la francesa. Chapó por tí, Karim.
