¿Y qué ha hecho un árbitro de Primera División durante el Mundial de Qatar?
Todos ellos han tenido una semana de vacaciones y después han tenido que cumplir el programa de entrenamientos por contrato
El árbitro Sánchez Martínez durante el partido de la Liga Santander 2021/2022 entre Real Betis y Real Sociedad en el Estadio Benito Villamarín. | Europa Press
Desde que acabó la competición en España el pasado 13 de noviembre hemos estado perfectamente informados de la rutina de trabajo de los equipos de fútbol y los jugadores que no han sido convocados por sus selecciones. Ya sea porque no estaban entre los 26 elegidos o porque no han logrado el pasaporte para estar en Qatar. Todos ellos han contado con un tiempo de vacaciones, como sucede en verano y que no ha sido nunca inferior a los siete días, y posteriormente han empezado a regresar a los entrenamientos.
Pero, ¿y qué pasa con los árbitros de fútbol? ¿Qué han hecho o están haciendo durante todo este mes donde no hay competición en Primera División? Una situación que afecta a 16 de los veinte colegiados de la máxima categoría (salvo los mundialistas Mateu Lahoz, Martínez Munuera, Hernández Hernández y De Burgos Bengoechea) y a todos los asistentes de la categoría a excepción de los dos que acompañan al internacional valenciano, Pau Cebrián y Roberto Díaz del Palomar.
Muchos no han querido disfrutar sus vacaciones
Pues bien, y según ha sabido THE OBJECTIVE, todos ellos han contado con una semana de vacaciones que podían empezar a disfrutar cuando finalizó la última jornada de Copa que se disputó el fin de semana del 12 y 13 de noviembre. Siete días para intentar desconectar y durante el cual no han tenido que enviar su programa de entrenamiento al Comité Técnico de Árbitros. Algo que no todos han cumplido. La gran mayoría, aún estando dentro de este período vacacional, han seguido entrenando además de comunicando todas sus métricas en la plataforma que tiene el estamento arbitral.
Un control estricto de sus entrenamientos, peso y horas de sueño
Porque todos los árbitros y asistentes, ya sean de Primera o Segunda División, llevan un exhaustivo control físico diario. Algo que además lo tienen recogido en su contrato profesional. Así además está recogido en el contrato profesional que tienen todos firmado.
En el mismo recoge que deben realizar seis sesiones mínimas de entrenamiento de seis a lo largo de la semana y donde deben llevar a cabo un mínimo de cuatro tipos de entrenamiento: partido, recuperación activa, alta intensidad o fuerza. Y donde 22 minutos de entrenamiento deben llevarlos a cabo dentro de la zona de alta intensidad, en relación con el ritmo cardiaco.
Deben cumplimentar diariamente todos ellos las métricas de peso, frecuencia cardiaca en reposo, horas de sueño, calidad de sueño, percepción de cansancio y estado anímico. Todas estas variables deben incorporarlas dentro de la plataforma que tiene creada el estamento arbitral y cuyos datos deben actualizar diariamente. En el caso de los entrenamientos y los partidos, deben incluir una descripción de los mismos, adjuntando un fichero correspondiente al registro del ritmo cardiaco, así como los valores provenientes de los dispositivos GPS que les proporcionan desde la organización arbitral.
Han alternado la preparación con amistosos y deberán pasar unas pruebas físicas obligatorias
A todo este control tan estricto y donde se conoce perfectamente el estado de forma y anímico de cada uno de ellos, hay que sumar que han ido arbitrando en distintos amistosos que se están disputando en estas fechas.
Además, los árbitros y asistentes tendrán que pasar un examen obligatorio antes de volver a la pitar encuentros oficiales. Será el 14 y 15 de diciembre en Madrid. Esos dos días están citados en Madrid para pasar las segundas pruebas físicas obligatorias de la temporada. Pruebas que deben pasar como condición obligatoria para poder pitar. Dos son las pruebas físicas que tendrán que superar los árbitros. Seis series de velocidad de 40 metros que deben superar en 5,8″, con descanso de un minuto entre cada una, y la llamada prueba de yoyo intermitente. En el caso de los asistentes, las pruebas son 5 series de 30 metros en un tiempo 4,7″ con 30 segundos de descanso y la prueba del ARIET. Es imprescindible pasarlas para poder pitar. En caso de no hacerlo, tendrán que esperar un mes para superarlas. Tiempo durante el cual no pueden pitar. Si no las superan por problemas físicos, pueden hacerlas cuando estén recuperados.
Y todo con la vista puesta en apenas dos semanas cuando regrese la competición y donde ya no pararán. Porque el próximo 20 de diciembre está prevista la siguiente ronda de Copa del Rey y para los días 29, 30 y 31 diciembre la celebración de la última jornada de Liga. El año 2023 supondrá cinco intensos meses de competición donde los árbitros no tendrán tiempo para el descanso. Pero está claro que el cuerpo arbitral español está en perfectas condiciones como resultado de un estricto control físico. Un trabajo preciso, intenso y que tiene su recompensa.
