¿Será 2023 el año de Paula Badosa?
Su debut en el WTA Adelaida 2 es esperanzador, a pesar de su retirada antes de tiempo por precaución. ¿Conseguirá este año al fin su primer Grand Slam?
A Paula Badosa la definen muchos adjetivos. Es una gran tenista, tanto que ha llegado a rozar con los dedos el número uno del mundo. Eso fue en abril de 2022, cuando llegó a ser segunda en el ranking mundial, y después de ganar en Indian Wells. Empieza este 2023 unos puestos más abajo, en el número 11, pero con buenas sensaciones, incluso teniendo en cuenta que no ha empezado de la mejor forma. Y es que de todos esos adjetivos que la definen, uno podría ser «inestable». Pasó en apenas unos meses de ganar Roland Garros júnior a desaparecer de las pistas, con problemas de ansiedad de por medio. Sin embargo, en este 2023 parece que tenemos a la versión más madura de Paula Badosa. A pesar, incluso, de su última retirada de las pistas.
La actuación de la tenista española en su debut en el WTA Adelaida 2, de categoría WTA 500 y disputado sobre pista dura, fue –de primeras– muy esperanzadora. La tarea era titánica: debía enfrentarse, primero, a la estonia Anett Kontaveit, un duro rival a batir. Badosa salió proponiendo su juego desde el principio del partido, y fue la clara dominadora del encuentro, con una victoria ante bastante cómoda en dos sets (6-4, 6-3). Siguió avanzando en el cuadro sin perder un solo set –con la exigencia física que eso conlleva–. Sin embargo, después de arrasar en los primeros encuentros, la tenista se retiraba de semifinales sin jugarlas por molestias en su muslo derecho. Una retirada que ha sido leída como una precaución de cara al primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia. Sin embargo, horas después, la propia Badosa anunciaba que estaría apartada unas semanas. «Estoy tiste por perderme un torneo al que venía con mucha ilusión y ganas. Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para volver lo más pronto posible», decía la tenista en sus redes.
El problema de las expectativas
Paula Badosa empieza este 2023 con grandes sensaciones, a pesar de su retirada, y tiene hambre de más. Quiere volver a jugar «lo más pronto posible». No es la primera vez que se enfrenta a la presión. De hecho, su carrera empezó precisamente así. Presionada. Gestionar aquel momento no fue nada fácil entonces. No es que ahora lo sea, pero cuando estaba dando sus primeros pasos en serio en este mundo, los focos se pusieron sobre ella de tal forma que fue demasiado. Volvamos al principio:
Ganar un Grand Slam en la categoría júnior hizo que las expectativas sobre Badosa se dispararan. Tenía solo 18 años, pero ya la comparaban con la mismísima Maria Sharapova, y su cabeza simplemente no lo puedo asimilar. Precisó entonces de ayuda psicológica y pasó por una época oscura que ella misma relata en el capítulo que le dedica el programa deportivo de Movistar Plus Informe+. Un documento audiovisual fundamental para entender lo que pasa por la cabeza de esta tenista que, aunque joven, ya está haciendo historia en nuestro tenis, el español, que no está precisamente carente de leyendas –tanto en lo femenino como en lo masculino–. «Fue complicado. Era muy joven y no estaba preparada para escuchar todas las cosas que decían sobre mí. Tanta gente viendo mis partidos me generó demasiada presión», reconoció en una entrevista.
Saber pedir ayuda y su entorno fueron cruciales en aquel momento. «Lo superé con tiempo, pero me costó muchísimo. Siempre he estado en manos de profesionales que me han ayudado a gestionar las expectativas. Es un proceso que me ha hecho más fuerte, pero la presión sigue estando ahí y sigo aprendiendo a cómo gestionar todo esto», explicó cuando pasó el vendaval.
Años después de todo aquello –ganó Roland Garros júnior en 2015–, Paula Badosa vuelve a enfrentarse al monstruo de las expectativas pero ya lo mira con otros ojos. Ha aprendido a reírse de sí misma, a quitarle hierro al asunto. Para muestra, un botón (con forma de tuit): en el pasado mes de septiembre, cuando encadenaba una mala racha, publicó lo siguiente en su cuenta de Twitter: «No gano ni al parchís». Se reía de una situación que, años atrás, habría sido una auténtica pesadilla. En las duras y en las maduras, Paula Badosa no es la que era, es mejor y, eso, sin esperar demasiado. O gestionando mejor lo que se espera de ella.
Ese entrenamiento mental, acompañado del físico, la ha llevado hasta donde está hoy. Rozando una vez más el top 10 mundial, con grandes sensaciones y confianza de sobra. Algo a destacar, teniendo en cuenta que viene de un año complicado y marcado, en parte, por las lesiones. ¿Será 2023 el año de Paula Badosa? Es pronto para saberlo, pero su tenis y su estado de forma hacen que esperemos grandes cosas, como su primer Grand Slam en categoría adulta. Aunque, ya sabemos, hay que tener cuidado con las expectativas.