Jennifer Pareja: «Los primeros días lloraba. No quería un despacho, solo jugar al waterpolo»

Jennifer Pareja (Olot, Gerona, 1984) fue la mejor jugadora del mundo de waterpolo en 2013 y acaba de ser nombrada directora general del Programa ADO, la gran apuesta de financiación para el deporte olímpico español. Es el mejor ejemplo de transición del deporte de élite a un despacho, y aunque admite que este cambio no le resultó nada fácil, valora en conversación con THE OBJECTIVE la labor de este programa, clave para cualquier éxito en los Juegos Olímpicos de París en 2024.

P.- ¿Dónde se sufre más, en una piscina o en un despacho?

R.- [Ríe] Bueno, sufrimiento como tal yo creo que en el agua, ya que es un sufrimiento más físico, al que además se añade la gestión de la presión. En cambio, en los despachos, más que sufrimiento yo diría que es responsabilidad y estrés. 

P.- ¿Qué aprendizaje te dejó tus años en la piscina?

R.- Me dejó muchísimo aprendizaje: el primero y más importante de todos es el aprendizaje en valores que te aporta el deporte, esos te acompañan toda la vida. Además, es una escuela del trabajo en equipo, gestión del éxito y de la frustración, gestión de la presión, determinación, trabajo enfocado en objetivos, resiliencia…

P.- ¿Cómo llega Jennifer Pareja a la natación y al waterpolo?

R.- Pues a la natación llegué porque de pequeña, cuando me llegaba el agua a los tobillos, me apuraba y decía que me ahogaba, motivo por el cual mis padres decidieron que debía ir a la piscina a aprender a nadar. Tras ese periodo, empezamos a ir con el colegio una vez a la semana a la piscina, y me dieron una beca para empezar con el equipo de natación del CN Olot. 

Llegué al waterpolo porque, cuando tenía 14 años y estaba haciendo natación, todas mis amigas se fueron a jugar a waterpolo en el primer equipo femenino que había en Olot y yo, viendo que me quedaba sola en natación, que ya en los últimos campeonatos de España había ido sola con el entrenador y otro niño, decidí que quería pasármelo bien y me fui a waterpolo. Tuve bastantes problemas porque acababa de batir el récord de España de 50 metros espalda, en categoría junior, y no querían que dejara la natación, pero soy muy tauro. 

«El alto rendimiento de cualquier deporte te lleva al límite»

P.- ¿Es tan duro y cruel el waterpolo? ¿Te lleva tanto al límite? ¿Llegaste a llorar de desesperación? ¿Y cuántas veces de alegría?

R.- El waterpolo es un deporte muy duro físicamente., es un deporte de mucho contacto, es un deporte muy exigente y es un deporte que no se desarrolla en nuestro medio habitual. Por eso, creo que es uno de los deportes más duros que existen, pero también es uno de los más bonitos, precisamente por todos esos aspectos. 

El alto rendimiento, de cualquier deporte, te lleva al límite, buscas la excelencia cada día, buscas intentar ser mejor diariamente y eso es llegar a tus límites diariamente e intentar superarlos. La búsqueda de la excelencia solo entiende un camino: trabajo, esfuerzo, determinación y pasión. 

Por supuesto, he llorado muchas veces, soy muy llorona [Ríe]. He llorado muchas veces, muchas más por frustración y desesperación que por alegría, pero todas esas lágrimas de sufrimiento me llevaron a disfrutar de las lágrimas del éxito. 

P.- ¿Qué es lo que más echas de menos?

R.- La verdad, no lo echo de menos. Creo que fue tan dura la manera en que se cerró esta etapa que me hizo coger distancia, ponerme un escudo de protección y no echar de menos el waterpolo. 

Pero, obviamente, como no podía ser de otra manera, de vez en cuando me acuerdo con una sonrisa y con la sensación de que me encantaría volver a vivir la parte buena: ir a campeonatos importantes, los viajes en equipo, las risas y la complicidad con el equipo, la adrenalina de estar jugando una final, la sensación de tocar el cielo al subirse a un pódium… ¡Hay cosas inolvidables!

«Ser campeonas del Mundo en Barcelona… es algo maravilloso»

P.- Plata en Londres 2012, oro en el Mundial 2013, plata europea en 2008 y 2014… ¿Con cuál te quedas?

R.- [Resopla] Es muy complicada esta pregunta. Escoger entre las dos primeras es como escoger entre mamá y papá. 

Una medalla olímpica siempre será una medalla olímpica. Yo jamás había soñado con llegar tan alto. No me imaginé jamás mirar de vez en cuando a una vitrina de casa y tener una medalla olímpica ahí. Dicho esto, ser campeonas del Mundo en Barcelona, con toda nuestra gente, con todo el público volcado, habiendo ganado a Estados Unidos por el camino… Eso es algo realmente maravilloso. Me quedo con las dos. 

«El waterpolo es marca España»

P.- Mejor jugadora del mundo en el 2013. ¿Cuántas veces te han parado por la calle para firmar un autógrafo?

R.- Bueno, pues no me pasa como a cualquier futbolista de nuestro país, pero es verdad que durante unos años hubo gente que nos paró a pedirnos una foto, un autógrafo. 

Oye, aún ahora algún melancólico enamorado de los deportes acuáticos me ha parado y te aseguro que ahora me hace más ilusión si cabe. 

P.- ¿Cómo está el waterpolo español femenino actual?

R.- El waterpolo está genial. El waterpolo es un deporte que lleva muchos años llevando el nombre de nuestro país a lo más alto de todos los campeonatos internacionales: Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos. 

Lo del equipo femenino es una auténtica pasada. El palmarés de este equipo es para enmarcarlo. Sin duda, una de las selecciones más laureadas de nuestro deporte. Y el masculino, tras unos años de transición, vuelve a estar en lo más alto. El waterpolo es insignia de la marca España. 

P.- ¿Cómo llegaste a la estructura del deporte del CSD?

R.- Estaba trabajando en el departamento de patrocinio de Iberdrola con Universo Mujer tras mi retirada, me había instalado en Madrid tras necesitar un cambio de aires y María José Rienda, la secretaria de Estado en aquel momento y Conchi Bellorín, su jefa de gabinete, ambas grandes deportistas olímpicas, me ofrecieron la posibilidad de formar parte de su equipo como asesora. No hay suficientes muestras de agradecimiento a las dos por esa oportunidad. 

P.- ¿Cómo fue ese paso de la piscina a una mesa?

R.- El primer paso fue durísimo, muy muy duro. Ese cambio es un momento realmente muy complicado para un deportista. 

El mío fue en mi propio club, el Club Natació Sabadell. Cambié mi contrato de jugadora por un contrato laboral en el departamento de Marketing. Los primeros días llegaba llorando a casa diciéndole a mi hermana que yo no podía estar 8 horas encerrada en aquel despacho, que no podía hacerlo, que yo solo quería jugar a waterpolo. Es un momento durísimo, yo no estaba preparada para asumirlo. 

P.- ¿Quizá esa es una asignatura pendiente en nuestro deporte: el día después?

R.- Siempre se pueden mejorar las cosas y, sin duda, esta es una de las que se debe seguir trabajando, pero cabe decir que actualmente hay muchas herramientas para preparar ese día después. Hay asesoramiento y hay profesionales trabajando para eso. El propio CSD tiene el Programa de Ayuda al Deportista (PROAD) para, entre otros, este fin. 

Tenemos que trabajar para disminuir al máximo el impacto de ese día después, pero incluso así, creo que es un proceso que hay que pasar, que hay que superar y que va a ser duro, se afronte como se afronte. 

«Existe aún machismo en la sociedad, por lo que hay machismo en el deporte»

P.- ¿Existe machismo en nuestro deporte?

R.- El deporte no es ajeno a la sociedad. Existe aún machismo en la sociedad, por lo que existe aún machismo en el deporte. Estamos dando pasos hacia la igualdad real, estamos recuperando derechos, pero aún se tiene que seguir trabajando para que la respuesta a esta pregunta un día sea: ¡No!

P.- ¿Tú has vivido algún episodio de este tipo?

R.- Creo que toda mujer, en algún momento de su vida, ha sufrido algún comentario machista. A mí hubo un tiempo, cuando era adolescente, que me afectaron esos comentarios de: ‘¡Ay, pareces un tío, estás muy fuerte!’ o ‘¡Ay, eres muy tío, eh!’. Esos comentarios llegaban a cuestionarte si escaquearte del trabajo de pesas para tener menos brazo. 

Luego, si los ha habido, a veces lo normalizamos, pero hay muchos micromachismos en el deporte y en la sociedad. 

P.- ¿Cómo es ahora el día a día de Jennifer Pareja?

R.- Mi día a día es trabajar todo el día, [ríe] . La verdad es que no entiendo un trabajo sin una implicación total, hasta el punto que a veces el trabajo supera los límites que yo misma me había puesto, pero es lo que tiene que te encante lo que haces. 

Intento sacar tiempo como mínimo tres o cuatro veces a la semana para hacer deporte, a veces no es fácil cumplirlo, pero mentalmente necesito ir al gimnasio, no entiendo la vida sin el deporte. 

Y el poco tiempo que me sobra, me gusta disfrutar de mis pequeños placeres: una buena comida y un vino en buena compañía. 

«Creo que París puede ser un punto de inflexión para nuestro deporte»

P.- ¿Cómo está la salud de nuestro deporte?

R.- El deporte español está en muy buen momento. En este ciclo atípico de cara a París 2024, nuestros deportistas están consiguiendo muy buenos resultados en campeonatos internacionales, tanto mundiales como europeos. Nuestros grandes referentes siguen en lo más alto y los jóvenes empujan con mucho talento y aspiraciones. 

Creo que París 2024 puede ser otro nuevo punto de inflexión para nuestro deporte. 

P.- ¿No crees que hace falta más mujeres en el deporte?

R.- Hacen falta más mujeres en todos los ámbitos [Ríe]. Sin duda, el deporte necesita también la presencia de la mujer en todos los estamentos de nuestra estructura. Por suerte, cada vez se tiene más consciencia de la importancia de que así sea.  

P.- Como exdeportista y hasta hace poco miembro del CSD, ¿qué te parece este incremento de capítulos de racismo en el deporte español?

R.- Intolerable e inaceptable. Cualquier muestra de racismo deber ser debidamente condenada. Los valores del deporte no entienden de racismo y deben condenarse de forma inmediata. Hay que rechazar cualquier tipo de expresiones y comportamientos racistas. 

«El Programa ADO es un programa muy exitoso»

P.- Y ahora te vas a dedicar a coordinar el programa ADO. ¿En qué consiste?

R.- Consiste en revitalizar el Plan ADO. Sin ningún lugar a dudas, este es uno de los retos más grandes que he afrontado en mi vida. Soy muy consciente de los beneficios que aporta el Plan ADO a los deportistas para que puedan alcanzar sus objetivos deportivos, porque lo he vivido en primera persona.

Creo en la fortaleza de nuestra unión. Creo que el esfuerzo, el entusiasmo y la convicción colectiva son las mejores armas para construir un verdadero espíritu de equipo, donde deportistas y empresas se sientan protagonistas de un proyecto común que les genere un profundo sentimiento de orgullo de pertenencia y de identidad.  

El Plan ADO ha sido un exitoso programa, que ha dado resultados exitosos desde su creación para los Juegos de Barcelona 92, pero bien es cierto que después de más de 30 años es necesario variar algunos de los planteamientos iniciales para responder a las demandas actuales del deporte y aportar un valor añadido a las empresas colaboradoras. 

P.- ¿Es el gran éxito del salto de calidad del deporte olímpico español?

R.- El deporte olímpico y el mundo de la empresa trabajando de la mano tienen un enorme potencial para consolidar un proyecto global de apoyo al deportista, único en el mundo.

Creo firmemente que es necesario rediseñar algunos de nuestros planteamientos iniciales y desarrollar un nuevo enfoque que se sustente en los valores, el orgullo de pertenencia y la innovación como pilares fundamentales de la promoción y difusión del Programa ADO y las empresas colaboradoras.

P.- ¿Tienes el gusanillo en el estómago por esta responsabilidad?

R.- Estoy muy ilusionada. Siempre he afrontado los retos deportivos con determinación y un fuerte compromiso por alcanzar los objetivos que me he planteado. Con esa misma determinación y con enormes dosis de ilusión, asumo esta responsabilidad con el objetivo de revitalizar el Plan ADO, aportando energías renovadas y una nueva visión. Estoy convencida que mi trayectoria deportiva y la experiencia adquirida en estos últimos años son mis mejores aliados en este nuevo proyecto.  

El deporte me ha enseñado que la mejor forma de alcanzar un objetivo es trabajando en equipo, y sé que cuento con un gran equipo de profesionales a mi lado, caminaremos de la mano del COE, el CSD y RTVE para alcanzar este ambicioso objetivo, que es a la vez alcanzable. 

Mi mayor motivación es saber que todo lo que consiga es para los deportistas. 

P.- Mirando a París, ¿cómo ves al deporte español?

R.- Creo que París va a ser un nuevo punto de inflexión de nuestro deporte, estoy convencida. Los resultados de este ciclo nos avalan y vamos a intentar sumar para que la preparación de todos nuestros deportistas pueda ser aún mejor. 

«Hay que mirar fuera de la burbuja del deporte»

P.- ¿Qué le dirías a los deportistas que ahora están en plena carrera y que ven lejos su retirada?

R.- Que disfruten del momento, que lo expriman, que trabajen para conseguir sus sueños pero que dediquen una pequeña parte de su tiempo a mirar fuera de la burbuja del deporte, que tengan curiosidad por la vida fuera de esa burbuja y que piensen en el día después. 

P.- ¿Qué haría si volvieras a tu época de deportista y entonces no hiciste?

R.- Irme al extranjero a vivir esa experiencia deportiva y vital. Rechacé varias oportunidades de ir a jugar fuera de España, si volviera atrás me iría de cabeza. 

«Me arrepiento no haber pedido más ayuda a un psicólogo»

P.- Garbiñe o Paula Badosa son dos ejemplos de grandes tenistas que no pasan por un buen momento. ¿Son tantas las cosas que pueden influir?

R.- Son muchísimas las cosas que pueden influir, una barbaridad. La parte psicológica, la gestión del éxito, la gestión de los momentos malos, el entorno, la presión… Hay tantísimas cosas tan complicadas de gestionar y cuando se juntan varias no es sencillo ver el camino. 

P.- ¿Tu necesitaste alguna vez ayuda psicológica? 

R.- Por supuesto, nosotras teníamos un psicólogo que formaba parte de nuestro entrenamiento durante mucho tiempo y su aportación fue clave en muchos momentos. De hecho, yo me arrepiento de no haber pedido más ayuda de un psicólogo en la parte final de mi carrera. Sé que me hubiera ayudado a gestionar las cosas de otra manera. Quizá esos 8 meses de túnel negro que viví hubieran tenido algo más luz. 

P.- Sí parece que el deporte español reconoce y defiende los derechos de la mujer: embarazo, baja de maternidad…

R.- Sí, creo que el deporte español lleva tiempo dando pasos muy importantes en la protección de las mujeres en temas de embarazo, maternidad… Hay cosas que deben seguir mejorando, pero sin duda el compromiso de todas las instituciones del mundo del deporte es total. 

P.- ¿Un sueño que te quede por cumplir?

R.- Mi mejor sueño por cumplir en esta nueva etapa que inicio es que se cumplan los sueños de los deportistas españoles. Ese es mi gran reto, mi gran motivación y mi gran responsabilidad.