Así opinaba Negreira en sus informes sobre el árbitro del Clásico
FC Barcelona y Real Madrid se juegan pasar a la final de la Copa esta noche con la sombra del excolegiado sobrevolando las relaciones entre ambos
Martínez Munuera se dirige a Casemiro durante un partido del Real Madrid de la temporada pasada. | Irina R. Hipólito (Europa Press)
El ‘caso Negreira‘, por el que el FC Barcelona pagaba al entonces vicepresidente de los árbitros españoles, José María Enríquez Negreira, para recibir informes sobre los colegiados que pitarían los partidos del club catalán, sobrevolará el Clásico de esta noche. El club catalán y el Real Madrid se juegan el pase a la final de la Copa del Rey en un partido que dirigirá Juan Martínez Munuera, de quien Negreira tenía mucho que decir en sus informes.
El texto, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE gracias al sumario del caso y que está siendo investigado por la Justicia, desvela los vicios y fobias arbitrales del colegiado, sus principales virtudes y las formas que tiene el club de beneficiarse de sus actuaciones.
El informe de Negreira comienza recopilando información personal del colegiado. Algunos datos han quedado desactualizados —en especial los relativos a su edad y experiencia— al haberse escrito en la temporada 2016-2017, aunque muchas de las informaciones siguen siendo válidas. Por entonces, Negreira consideraba que Munuera era «un muy buen árbitro», aunque reprocha algunas de sus actuaciones.
«Como era previsible tras adaptarse rápido a la Primera División, fue nombrado internacional en enero de 2015, tras un año y medio en Primera División. Pese a su corta experiencia, ha arbitrado en numerosas ocasiones a FC Barcelona, Real Madrid y At. Madrid», destaca.
El exvicepresidente de los árbitros españoles destaca de su compañero de profesión que a pesar de su corta edad era un gran regidor en el campo. Considera que su trayectoria, que incluye un reconocimiento al mejor profesional en Segunda División y una rápida designación en las competiciones internacionales, demuestra que su futuro será prometedor. Además, considera que su origen valenciano permitirá que rija los partidos del FC Barcelona y el Real Madrid, por lo debe ser sometido a análisis.
Negreira reprocha lo que a su parecer son varios errores arbitrales cometidos en contra de los intereses culés durante los arbitrajes de Martínez Munuera, como el no haber señalado un «penalti evidente y absurdo» contra la Real Sociedad o su negativa a sancionar con tarjeta amarilla a los rivales de forma habitual.
Negreira destacó su rigurosidad sobre Alba
«Arbitra con sentido común, sereno y tranquilo, mostrando seguridad y firmeza cuando toma las decisiones», puede leerse. La permisividad es el principal reproche que vierte el excolegiado contra su colega. «Bastante permisivo con forcejeos, deja de señalar las faltas que no son claras, aunque genera credibilidad por estar muy cerca. Tampoco señala si se exageran las caídas. Deja de sancionar faltas de delanteros en presión a defensas», sostiene.
No todo son malas palabras para Munuera. Añade que «tiene buen trato con los jugadores, «a los que suele hablar amablemente y con frecuencia de manera disimulada durante el partido». De todas formas, añade que durante el partido «no permitirá mal comportamiento o protestas de técnicos, a los que ha amonestado en varias ocasiones esta temporada».
Negreira añade más destellos, algunos sobre jugadores en activo que podrían tener minutos esta noche como Jordi Alba. «Se muestra riguroso con ciertos jugadores más que con otros, tras los últimos partidos que habrá visto del Barcelona, se mostrará especialmente riguroso con jugadores como Jordi Alba, Busquets o Suárez. Tampoco tiene un buen historial en su relación con Piqué. No permitirá simulaciones que amonestará sin dudarlo», afirma.
Las relaciones entre el club catalán y Negreira brindó a los catalanes otra ventaja: información sobre las reuniones del CTA, el Comité Técnico de Árbitros, ya que considera que el que este organismo haya mantenido una reunión recientemente provoca que los colegiados tengan muy presente «mostrarse estrictos y rigurosos por miedo a que se les acuse de ser permisivos con el mal comportamiento».
El texto finaliza con un desglose de sus virtudes y vicios sobre el campo. En cuanto a las ventajas, asegura que «solo señalará penaltis o expulsará si la acción es muy clara», que «sus asistentes muestran buen nivel de acierto en Fueras de Juego» y que se encuentra en un «buen estado de forma físico, se mostrará prudente».
Entre sus fallos, considera que «puede mostrarse muy riguroso con ciertos jugadores en concreto», que «evita amarillas, habrá que protestar (bien) para que amoneste» y que «deja de señalar pequeñas faltas en medio campo».
