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«Mis jugadores no llevarán barba ni tatuajes»: adiós a Berlusconi, histórico del fútbol italiano

Su figura como político sólo se vio superada por su papel al frente del AC Milán y del AC Monza, dos clubes en los que deja un legado imborrable

«Mis jugadores no llevarán barba ni tatuajes»: adiós a Berlusconi, histórico del fútbol italiano

Imagen de Silvio Berlusconi, durante su fructífera etapa al frente del AC Milan. | Michael Regan (Reuters)

Ha muerto Silvio Berlusconi a los 86 años de edad en Milán. El histórico presidente del Milán, y propietario del Monza, deja un legado de triunfos imborrables para los tifosi, además de numerosos escándalos que lo mantuvieron siempre en el foco de la polémica.

El tres veces primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ha muerto en el Hospital San Rafael de Milán, donde permanecía ingresado por agravantes de salud en la leucemia que padecía. Además de ostentar dicho cargo en tres etapas distintas (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011), la celebridad italiana por excelencia del último siglo, fundó el grupo Mediaset; y dentro del mundo del fútbol presidió el AC Milán, de su ciudad natal, y se convirtió en el propietario del AC Monza en 2017, consiguiendo severos triunfos deportivos, entrando en la historia de ambos clubes.

Video del Milán en memoria de Silvio Berlusconi

Presidente del mejor Milán de la historia

Nacido en la ciudad italiana, allá por el año 1936, lo de Berlusconi con el club de sus amores fue un idilio deportivo y sentimental imborrable. Abanderado rossoneri desde su llegada al mundo, cogió las riendas del club en febrero de 1986, en una temporada en la que se consiguió un pobre séptimo lugar en la tabla de clasificación de la Serie A. Nadie podía imaginarse que, después de un comienzo con muchas trabas, el polémico político y empresario italiano llevaría al AC Milán hasta lo más alto del fútbol europeo y mundial.

Con grandes jugadores en las filas del club, tales como el mítico Franco Baresi o un jovencísimo Paolo Maldini, dos de los mejores defensas de la historia del fútbol; solo faltaba dar con la tecla en el banquillo, para que todo funcionase como se esperaba. Esto se produjo tras la contratación de Arrigo Sacchi, exfutbolista italiano, que por aquel entonces generaba muchas dudas entre los tifosi de la antigua Arena di Milano.

Pero nada más lejos de la realidad: con Arrigo al frente del proyecto de Berlusconi, se formó el gran «Milán de Sacchi», que ya ha pasado a la historia como uno de los mejores equipos de la historia del fútbol mundial. Contratado en 1987, Sacchi conformó una plantilla en la que, a los sumados históricos defensas, se le sumaron fichajes de la talla de los neerlandeses Ruud Gullit y Marco van Basten, que catapultarían a los rossoneri hasta lo más alto del fútbol italiano, consiguiendo el scudetto en la Serie A 87/88.

El resto es historia: primera Champions en el 1989, seguida de las de 1990, 1994, 2003 y 2007; siendo las únicas conseguidas hasta el día de hoy por el AC Milán, todas bajo el mandato de Berlusconi. Pero no solo eso: ocho ligas italianas, dos Campeonatos del Mundo de clubes de la FIFA, una Copa Intercontinental, una Copa Italia y siete supercopas lo auparon como club histórico en Europa; sumando en su historial un total de 14 títulos europeos.

El empresario y político italiano, Silvio Berlusconi, posando junto a los trofeos conseguidos durante su mandato al frente del AC
El empresario y político italiano, Silvio Berlusconi, posando junto a los trofeos conseguidos durante su mandato al frente del AC Milan. / AC Milan

Sin embargo, como toda historia de amor, la de Berlusconi con el equipo de su vida llegó a su fin en 2017, cuando tras 13 años de su dimisión como presidente, se vio obligado a vender, como propietario, el club a un conglomerado chino tras sumar una deuda económica de 220 millones de euros. Además, la planificación deportiva en esa temporada tampoco fue la más acertada: grandes fichajes, sí, pero todos en la decadencia de su carrera, con las contrataciones de Robinho, Ronaldo y Ronaldinho.

También victorioso en Monza

Después de hacer al Milán un club de oro, continuó acudiendo como tifosi habitual a los partidos de los rossoneri, pero apartado de los despachos de fútbol. Este parón duró apenas un año, cuando el «gusanillo» del mundo del calcio llamó a sus puertas de nuevo, y compró el AC Monza de la tercera división italiana a través de una de sus empresas.

Cogiendo las riendas del equipo cuando éste competía en la Serie C, quiso darla un lavado de imagen radical, con el objetivo claro de convertirlo en un grande italiano, buscando el respeto del resto de clubes con una apariencia señorial. Así, en su llegada a la ciudad de Lombardía, declaró: «Mis jugadores siempre irán vestidos con sobriedad y a la moda. No llevarán ni barba ni tatuajes».

Gustos estilísticos aparte, lo cierto es que el club logró ascender matemáticamente en marzo de 2020 a la Serie B, estando así más cerca del objetivo fijado: alcanzar la Serie A y competir en ella. Dicho y hecho: el pasado año 2022, en mayo, el equipo logró el ascenso a la cúspide del fútbol italiano, con declaraciones de Berlusconi: «Sueño con que ganemos el scudetto y la Champions».

No olvidemos que la figura de Berlusconi siempre ha estado ligada a la polémica, por lo tanto en el mundo del fútbol no iba a ser menos. En diciembre de 2022, con serias aspiraciones de ascenso a la Serie A, el propietario del club prometió a sus jugadores «un volquete de putas» si lograban la gesta.

El primer año del club en la competición top italiana ha sido duro, pero también prolífico, y es que han logrado mantener al equipo en la liga; con una plantilla humilde que ha logrado, por ejemplo, derrotar al que ha terminado siendo el campeón del scudetto, el Nápoles. Ahora, con el fallecimiento de su principal propietario, el hermano de Berlusconi, Paolo, continuará su andadura como presidente del club.

 

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