El Real Madrid sale al paso: ni Florentino se va, ni la ciudad deportiva cambia de nombre
En los últimos días surgió una potente (y falsa) rumorología en redes que situaba al dirigente fuera del Santiago Bernabéu
Faltan cinco días para que la pelota ruede en San Mamés y el Real Madrid comience la temporada 2023-24. Como en años anteriores el club de Concha Espina solicitó a La Liga disputar sus tres primeros encuentros lejos del Bernabéu para así poder proyectar un empujón decisivo a las obras del renovado templo madridista. Tres jornadas que lo llevaran de viaje hasta Bilbao (12 de agosto), Almería (19 de agosto) y Vigo (25 de agosto) antes de recibir al Getafe el fin de semana del 2 y 3 de septiembre en Chamartín.
Por entonces (y después de cuatro años) los socios y seguidores merengues podrán disfrutar de la capacidad del estadio en su totalidad tras casi un lustro contando con aforos que oscilaron entre los 60.000 y los 70.000 aficionados. A estas horas los operarios del Nuevo Bernabéu se afanan, entre muchos otros menesteres, en terminar de sustituir cada una de las antiguas butacas por otras «más elegantes» color azul navy. Este será, de momento, el cambio más sustancial en la Casa Blanca porque, como se ha apresurado a desmentir la institución: «Ni Florentino se va, ni la ciudad Real Madrid va a cambiar su nombre».
Desmentidos varios
Y es que en los últimos días surgió una potente rumorología en redes que aseguraba que Florentino Pérez estaría valorando abandonar la presidencia del conjunto blanco al tiempo que pensaba en plantear un cambio de nombre para la ciudad deportiva. Ante tales informaciones el Real Madrid ha sacado un contundente comunicado negando la mayor. Con respecto a la continuidad de FP el club asegura que «esos rumores son rotundamente falsos y obedecen a algunos intereses que nada tienen que ver con la realidad«.
En relación al cambio de denominación de la Ciudad Real Madrid, si bien es cierto que en una entrevista concedida a Tuttosport en noviembre del 22 el presidente reconocía refiriéndose a los socios que «si quieren, podrán dar mi nombre a la ciudad deportiva, pero el estadio será para siempre el Santiago Bernabéu», no lo es menos que la notificación emitida por el Real Madrid aparca esta posibilidad de manera inmediata: «En la próxima Asamblea General de Socios Representantes no habrá ningún punto del orden del día en el que se delibere sobre el nombre de la Ciudad Real Madrid».
Confirmados varios
Aclarados los desmentidos institucionales vayamos a las realidades puramente deportivas. La pretemporada del Real Madrid ha confirmado el avisado cambio de dibujo al 4-4-2, la fragilidad defensiva del equipo, la posición de Bellingham como media punta y el desempeño de Vinicius por dentro. Las sensaciones comenzaron siendo muy buenas tras la remontada contra el A.C. Milán y la victoria frente al Manchester United y las dudas se dispararon después de las goleadas encajadas ante el Barça y la Juventus de Turín.
El sentir general invita a mantener la calma, pero también a atacar los problemas de forma inmediata. El principal, los 8 goles encajados en el Soccer Champions Tour que inquietan en el verde y en los despachos. Ancelotti reconoce que deben «tener más atención defensiva porque el 4-4-2 es un sistema que te impone jugar mucho con los laterales».
En lo positivo se valoran dos nombres. El de Bellingham, con el que existe una «notable satisfacción» por su rápida adaptación y el de Vinicius Júnior. El rol del brasileño ha cambiado totalmente con su nueva ubicación en la cancha. Vini ha pasado de jugar pegado a la cal a buscar posiciones interiores por exigencias del guion. Esta circunstancia parece atribular a gran parte del madridismo, pero no a Carlo Ancelotti: «A Vini le gusta mucho jugar un poco más por dentro porque por fuera marca la diferencia, pero por dentro puede marcar más goles. Jugando por dentro ha tenido muchas oportunidades que no sé si tendría haciéndolo por fuera».
Ni comparto los miedos de una parte del madridismo que subestima (erróneamente) la capacidad de adaptación de Vini, ni termino de creerme a pies juntillas la afirmación de Carletto («le gusta más jugar por dentro») sobre el canarinho. Simplemente creo en el talento y el amor propio de un chaval que no se cansa de confirmarle a todo el mundo que, con respecto a su fútbol, casi siempre están errados.