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Una final para la historia: la selección femenina de fútbol busca su primera estrella

El choque decisivo se disputa este domingo a las 12.00 hora española

Una final para la historia: la selección femenina de fútbol busca su primera estrella

El conjunto español celebrando una victoria durante el Mundial. | Selección Española Femenina de Fútbol

La Selección Española Femenina de Fútbol afronta su primera final mundialista en estado de gracia con un juego atractivo y eficaz. El combinado dirigido por Jorge Vilda tendrá enfrente a las actuales campeonas de Europa, las cuales llegan al choque habiendo derrotado a la anfitriona, la selección australiana de Sam Kerr, de manera solvente, por 3-1. Un viaje que, tras muchas escalas, parece llegar a su destino: Sidney.

Hasta emprender este viaje, el grupo ha superado diversas adversidades, tanto individuales, como es la lesión de Alexia Putellas, como grupal, como la famosa lista de 15 jugadoras apartadas del grupo. Nada de eso importaba, las maletas estaban listas y era la hora de volar.

La Roja empezó su viaje en este Mundial de Australia-Nueva Zelanda arrollando a sus rivales. Costa Rica y Zambia sufrieron el poderío español encajando tres y cinco goles respectivamente. Todo iba sobre ruedas y España se postulaba como una de las grandes favoritas hasta el último partido de fase de grupos, donde una abultada derrota por cuatro a cero frente a Japón, sembraba la duda y hacía tambalear el castillo de naipes español, perfecta y milimétricamente construido. Pese a ello, la selección se clasificó segunda de grupo y tras los batacazos de algunas favoritas como Brasil o Estados Unidos, el viento parecía soplar a favor.

Recital de goles para sellar la victoria ante Suiza en octavos de final y la selección embarcaba rumbo a cuartos de final con un billete en clase business contra Países Bajos. Al mando de la nave, las ‘comandantes’ Bonmatí y Hermoso se encargaban de dirigir el juego. El fútbol es un deporte en el que juegan 11 contra 11 y estas dos chicas siempre hacen lo que quieren en el centro del campo. Ya terminando el vuelo, y por si se presentaban dificultades, estaban las ‘auxiliares’ Caldentey y Paralluelo para explicarnos cómo colocar la pelotita abrazada al poste. Gracias a ellas, aterrizamos sin problemas y el viaje continuaba su marcha hacia semifinales.

Suelen decir que para llegar a Sidney hay que atravesar turbulencias, y desde luego que se atravesaron. Esta vez, la reina Putellas tenía asiento reservado para tratar de conservar la pelota y dar control a la nave. Con un poco de overbooking en el centro del campo, el equipo español apenas dejó a las suecas tejer alguna que otra jugada, repeliendo todo ataque rival suecos y concediendo tan sólo un disparo al término de los primeros 45 minutos. La segunda parte fue otro cantar. La presión alta de las suecas hizo mucho daño a una España que se vio sin balón y sin ideas. Pero otra vez la salvadora ‘auxiliar Paralluelo’ echaba la ‘gasolina’ que faltaba para poder continuar. Olga Carmona cerraba la tapa del depósito con el tanto de la victoria y la nave ponía rumbo por fin, a su último y definitivo destino, Sidney.

Ahora, este avión no vuela solo. Tiene a 46 millones de españoles soplando con todas sus fuerzas para poder aterrizar con una estrella. Cientos de pabellones y recintos repartidos por España tienen el aforo completo para ver a esta selección. A compañeras que no han podido embarcar pero que seguro están siguiendo el radar con la misma ilusión. A millones de niñas que sueñan con ser como Putellas, Hermoso, Carmona, Paralluelo y cualquiera de las 19 restantes que conforman el grupo. Es el momento de demostrar que no necesitamos que nadie confíe en nosotros, que si nos caemos nos volvemos a levantar. Ahora es el momento de dar el mejor beso que hemos dado nunca. Tenemos una copa dorada por besar.

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