Max Verstappen vence en Japón y consigue el título de constructores para Red Bull
El asturiano termina octavo tras sobreponerse a los problemas de su Aston Martin
Mano de hierro en guante con alas. Así es como puede definirse el concurso de un excelso Max Verstappen en el Gran Premio de Japón, que logra su decimotercera victoria —de 16 pruebas disputadas—. El neerlandés avanza a toda máquina hacia su tercer título consecutivo y no necesita guantes de terciopelo, porque el resto ni lo toca.
En el caso de Max, se daría una paradoja procedente de la actual reglamentación. Podría no necesitar ni siquiera participar en la siguiente carrera, el Gran Premio de Qatar, sino lograr seis puntos de diferencia con el segundo, en la clasificación al sprint que allí se disputa. De lograrlo, tras los 25 puntos por su victoria japonesa y el recaudado por su vuelta rápida en Suzuka, su más cercano perseguidor, no le alcanzaría ni aunque ganase todas las carreras que restan.
Ese perseguidor no es otro que el mexicano Checo Pérez, que en principio está renovado para 2024, pero lleva varias carreras muy fuera de ritmo. Alejado de su jefe de filas tanto sábados como domingos, el azteca protagonizó en Suzuka una extraña escena: retiró su coche, pero con una sanción de cinco segundos. Ya bajado de él, tuvo que subirse de nuevo y salir a pista para abonar el tributo, y evitar acumularlo para la siguiente cita.
Domingo nipón
La prueba se mostraba favorable para el a la postre ganador, con tiempos aturrullantes el sábado; saltaba a la vista que sería inalcanzable. Menos obvio resultaba que los llamados a darle caza fueran los muy mejorados McLaren. Los coches naranja fueron rapidísimos en manos de Lando Norris, que acabó segundo, y el novato del año, Oscar Piastri, tercero. Este último logró colocar su monoplaza en primera línea de parrilla en la clasificatoria, pero su compañero de filas, Norris, le arrebató ese puesto.
Para el neozelandés era su primer pódium, y hubo alguien particularmente feliz: Nicole Piastri, su madre. Cuando su hijo logró esa segunda plaza en parrilla puso un tuit preguntando por billetes de avión baratos. El director de la escudería, Zak Brown, se prestó a abonar el coste del billete.
En la salida, solo Norris pudo pelear y durante unos metros, la primera plaza de Verstappen. Max se rehizo antes de la segunda curva, y ya nadie más volvió a discutir ese espacio. La arrancada fue tumultuosa, con varios incidentes en la zona trasera, y media docena de implicados en toques de diversa consideración.
Alonso, salida espectacular
Al que le vino de perilla fue a un Fernando Alonso que avanzó cinco puestos, ayudado con neumático blando, antes de llegar a la mitad del recorrido en la primera vuelta. A pesar de ello, la carrera del asturiano fue dolorosa. Su Aston Martin se ha desinflado lo más grande desde aquellas pruebas iniciales, y gravita en una zona de entre en cuarto y sexto coche de parrilla. Se muestra lento en todas las zonas, y en particular en recta, donde es fácil dar buena cuenta de él a sus enemigos que cuenten con la ayuda del DRS.
El asturiano se estuvo quejando a su ingeniero de pista, con una primera parada excesivamente temprana, que descolocó la estrategia. «Me habéis tirado a los leones al parar tan pronto», soltaba por radio, sabedor de que le resultaría difícil avanzar. Para colmo de males, su compañero Lance Stroll abandonó con un problema mecánico en el ala trasera. La escudería verde pidió al de Oviedo que no atacase con dureza los pianos, ya que no confiaban en la resistencia de su bólido, lo que le ralentizó aún más.
El bicampeón se mostró pesimista nada más pisar suelo nipón y ya advirtió, tras los primeros entrenos, que llegar a la zona de puntos en la clasificatoria sería casi imposible. No estaba demasiado lejos de lo que acabó ocurriendo, ya que quedó último en la Q3 de la clasificación. Acabó finalmente octavo, y sumó cuatro puntos, aunque declaró que acabar sextos estuvo dentro de las posibilidades.
Eficiente Sainz
Algo mejor le fue a Carlos Sainz, que partía sexto y sexto acabó. Su carrera fue más que correcta, pero exenta de avances. El brillo observado en los Ferrari durante las dos últimas citas pareció algo apagado. Si Carlos acabó tal y como arrancó, lo mismo fue lo ocurrido a su compañero Charles Leclerc, que pasó por meta cuarto.
Sainz tuvo suerte de no salir damnificado en los toques de la primera vuelta, que acabaron desplegando el coche de seguridad. No fue lo que ocurrió a otros como Zhou, Ocon, Checo Pérez, Hamilton, Bottas y Albon; todo recibieron algún contacto y alguno le pasó muy cerca, por fortuna, sin consecuencias.
Los Ferrari no corrieron como en las dos citas previas, pero parecen haber liquidado un grave problema que les hizo sufrir el año pasado y durante las primeras citas de este. Los monoplazas rojos devoraban sus neumáticos, que quedaban sin la consistencia necesaria antes de lo deseado. Esto es sumamente importante para las aspiraciones de los italianos y el madrileño, el único piloto no Red Bull que ha sido capaz de vencer a Verstappen este año. Las regulaciones de 2024 recibirán cambios mínimos, y es fácil pensar que los inicios de la temporada venidera será una prolongación de esta. Si en 2023 Ferrari empezó con mal pie y lo están acabando mucho mejor, se puede suponer que en 2024 deberían iniciar el curso en mejor forma.
Cambios en el orden establecido
Muy interesante el sólido avance de los McLaren, segundo y tercero en esta carrera, que fueron los mejores coches ‘Mercedes’ en pista.
Peor le va a Aston Martin, que de verse como segundos en la tabla en el primer tercio de temporada, están cuartos y a pique de que los alcancen los McLaren. Este es el cálculo de estos últimos, que creen que mucho se tiene que torcer la cosa para no dejar atrás a los de verde.
Por contra, la Ferrari de Sainz avanza y están a 20 puntos de alcanzar a Mercedes para lograr esa segunda plaza. Es justo lo que tienen entre ceja y ceja; nada que ver con el inicio del año. Menudo cambiazo, bien para algunos, y bastante peor para otros. Si Max Verstappen, está a tiro de piedra de su tercera corona, Red Bull ha logrado en Japón, país de origen de su motorista, su segundo título consecutivo de constructores y sexto de su historial. Enhorabuena.