Las mitad de los ingresos de las federaciones deportivas procede de ayudas públicas
Otra buena parte, no recogida en los datos oficiales, procede de patrocinadores de origen público
El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos.
El 42% de las 65 federaciones deportivas españolas obtienen, según datos del Consejo Superior de Deportes (CSD), más del 50% de sus ingresos de subvenciones públicas y otra buena parte, no recogida en estos datos oficiales, de patrocinadores de origen público, por ejemplo de las quinielas, o de los millones procedentes del fútbol profesional por imperativo estatal.
¿Qué entidades privadas de otro sector tiene esos privilegios? Son entidades privadas, pero los miembros de sus órganos de control se eligen según lo dictado por una orden ministerial y sus modificaciones estatutarias tienen que ser aprobadas por el propio CSD. ¿Que entidades privadas se rigen así?
A 24 de septiembre, 39 de las 65 federaciones no tenían publicadas en sus páginas web las cuentas de 2022 (o están tan ocultas que no se encuentran) y 12 ni tan siquiera muestran la composición de sus asambleas. La Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, dice en su Art 8, e) que se deberán hacer públicas, como mínimo, «las cuentas anuales que deban rendirse y los informes de auditoría de cuentas y de fiscalización por parte de los órganos de control externo que sobre ellos se emitan».
¿Qué responsabilidades tienen unos dirigentes que ostentan el control de sus federaciones sin obligación de resultados, con la seguridad de que al año siguiente volverán a tener una subvención pública, sin limitación de mandatos, con permiso para el nepotismo o para proponer sueldos propios que sus asambleas clientelares aprueban sin ningún tope público y en muchos casos con la idea de obtener sus propios beneficios?
Reforma de la ley
¿Gestionarían igual esos dirigentes las federaciones si fuesen sus propias empresas privadas en las que se jugaran su patrimonio Igual es ponerlo demasiado oscuro, pero los que cumplen, que no son pocos, deberían ser los que señalen a los que no lo hacen. Confiemos en que al presidente del CSD Victor Francos le permitan dar un paso necesario con la modificación de la orden ministerial que rige las federaciones que, al menos, sirva para que tengamos unas elecciones limpias federativas en 2024.
El Gobierno debe apoyar al deporte, un elemento tan necesario para el bienestar de la sociedad y para la imagen internacional, pero no debe permitir que haya dirigentes que campen a sus anchas. Cuando entregas en régimen de monopolio un bien tan preciado como la explotación de una Selección nacional, no puedes permitir que haya federaciones convertidas en cortijos de los que las dirigen.
