El Real Madrid golea rumbo a los octavos de Champions
Los blancos confirman los cruces con un plácido 3-0 ante el Braga, sin Bellingham ni Kepa
El Real Madrid selló este miércoles su billete a los octavos de final de la Liga de Campeones 2023-2024, tras vencer por un plácido 3-0 al Sporting de Braga portugués en la jornada 4 de la fase de grupos del torneo, gracias a los goles de un entonado e influyente Brahim Díaz, y los brasileños Vinícius Júnior y Rodrygo Goes, en un duelo sin minutos para un tocado Jude Bellingham ni el lesionado en el calentamiento Kepa Arrizabalaga.
El conjunto de Carlo Ancelotti recuperó sensaciones a base de goles tras el tropiezo ante el Rayo Vallecano, manteniendo también su pleno continental, para liderar ahora el Grupo C con 12 puntos. Sin embargo, y tras un penalti parado por Lunin, le costó entrar en un partido en el que emergió Brahim Díaz, sustituto de Bellingham, para desatascar a los blancos.
El mediapunta español demostró que ser punta del rombo le viene como anillo al dedo y fue el autor del primer tanto. En la segunda mitad, el Real Madrid abrumó a un Braga sin intensidad y más hundido por el 2-0 de Vinícius, que también asistió a Rodrygo para redondear la goleada con una bonita vaselina para el definitivo 3-0.
No pudo empezar peor el partido para los madridistas. Apenas había pitado el colegiado turco cuando este señaló penalti de Lucas Vázquez al lateral del conjunto portugués Borja, que combinó bien con Bruma dentro del área y el lateral gallego lo derribó con el brazo. Pero, para alegría de los locales, Lunin, que entró por la baja de última hora de Kepa, lo detuvo, después de que el lanzamiento del español Djaló fuera sin demasiada potencia.
El grave aviso activó a los de Ancelotti y a todo el Santiago Bernabéu, algo aletargado al principio por el frío en la capital. Y el peligro pasó de área a área, primero con una buena internada de Vinícius por la izquierda y después con un gol de Brahim Díaz que no subió finalmente, por falta previa dentro del área del extremo carioca.
El Braga, sin protagonismo con balón, se refugiaba en jugadas aisladas, y tuvo una muy clara tras otro error de un desconectado Lucas Vázquez. El lateral derecho peinó un balón hacia atrás dejándolo franco para Bruma, que sentó a Mendy con un gran regate, pero el ’17’ apareció para desequilibrar al delantero, quizá con excesiva fuerza.
Los blancos adelantaron sus líneas, pero la intensidad no era lo suficiente para hacer dudar a un conjunto portugués para nada incómodo con su papel secundario. Y fue tras una de esas largas posesiones cuando el Real Madrid abrió la lata. La defensa blanca sirvió un balón profundo a Rodrygo, que enfiló directo al área, para después dejar el balón atrás para que Brahim, el mejor de los merengues en un inicio algo difuso, hiciera el 1-0 plácidamente en el primer disparo blanco a puerta.
El Real Madrid, amparado en ese tanto inicial, dio un paso atrás y dejó la responsabilidad de la posesión al Braga, que sin embargo no lo aprovechó. Mientras tanto, la velocidad de Vinícius y la calidad de Rodrygo generaban oportunidades para los locales, que apuraron hasta el descanso para hacer un tranquilizador segundo gol que no llegó. De hecho, Antonio Rüdiger tuvo una actuación providencial antes de retirarse a vestuarios, interceptando una internada de Djaló cuando iba a rematar.
Segunda mitad de dominio
La segunda mitad arrancó con dominio absoluto del Real Madrid, pero sin acercamientos de peligro en el área portuguesa. De hecho, la calma para los locales llegó rozando la hora de juego, con dos de los menos acertados, Vinícius y Lucas Vázquez, como protagonistas. El gallego recibió un buen envío de Valverde y, ya en área, vio solo a ‘Vini’ en el punto de penalti, desde donde, tras un buen amago, convirtió el 2-0 con un disparo raso y cruzado.
Esa pequeña renta desató a los pupilos de Ancelotti y solo unos minutos después, también a la contra, llegó el 3-0 en las botas de un necesitado Rodrygo. El brasileño acompañó la vertiginosa carrera del ‘7’ madridista, que le dejó en un mano a mano contra Matheus, al que el ’11’ batió con una preciosa vaselina. El paulista se quitaba así un gran peso de encima, y agradeció la confianza del preparador italiano fundiéndose con este en un abrazo tras celebrar el tanto.
Ya sin la presión de un marcador corto y con el billete a octavos en el bolsillo, los merengues hicieron gala de su juego más vistoso y ofensivo, viendo incluso como Nacho o Rüdiger se animaban al ataque. Esto dio más viveza y ritmo al partido, convirtiéndose en un toma y daca en el que el Braga también quería sacar algo positivo, pero sus esfuerzos, sin mucho empeño, no dieron frutos.