Confirmado: el Madrid tiene ‘Bellinghamdependencia’

Pocas veces había experimentado un silencio similar en el Santiago Bernabéu. Transcurría el minuto 8 de encuentro frente al Rayo Vallecano. Bellingham trata de devolver una pelota con el pecho y se escurre sobre el resbaloso césped. El inglés queda tumbado bocarriba, inerte y dolorido. En la grada se palpa el pavor en forma de un mutismo sólo alterado por algún aislado murmullo. Los compañeros de Jude comparten preocupación. Siete de ellos rodean a la estrella merengue durante los más de tres minutos que pasa en el suelo. Únicamente Kepa, bajo los palos, Carvajal guardando su posición y Valverde tomando agua en la banda, observan la situación desde la lejanía.

Mientras, Ancelotti camina como un león enjaulado por el área técnica. Lo cierto es que ya lo intuíamos pero ahora es oficial: el Real Madrid tiene ‘Bellinghamdependencia’. Y puede que tenga que sortearla durante un tiempo. La exploración médica realizada ayer en Valdebebas diagnostica una luxación en el hombro izquierdo. Hoy el jugador, los doctores y el cuerpo técnico decidirán si merece la pena forzar para la Champions. Todo parece indicar que descansará esperando al Valencia el fin de semana. 

¿Qué pasa con Vinicius y Rodrygo? 

Vamos ahora con una realidad que no admite debates: esta supina subordinación al británico no sería tal si los delanteros brasileños estuvieran funcionando. Y es que, en verano, cuando en Chamartín echaban cuentas del número de goles que debía aportar cada delantero (ante la ausencia de Karim Benzema), se contaba con más contundencia de Vinicius y Rodrygo a estas alturas. Vini, que la temporada pasada hizo 23 goles, lleva únicamente tres. Rodrygo, que pegó un salto hasta los 19, anda encallado en los dos tantos. Desde el staff técnico se considera que ambos tienen que superar la veintena para que cuadren las previsiones, pero lo cierto es que los números, en noviembre, no salen.

Y no será por falta de apoyo. El club los ha renovado (merecidamente) la semana pasada por un lustro demostrando que su confianza en ellos es total. Ancelotti los ha reforzado sobre el verde (poniéndolos siempre) y en la sala de prensa afirmando que «ambos van a meter más goles que Bellingham y Joselu». Entonces, ¿qué sucede?

Para mí, dos factores claves: el primero es tan fácil como que a los delanteros, a veces, «se les baja la persiana de cara a gol». Y el segundo tiene que ver con el cambio de sistema. Las nuevas posiciones que ocupan los canarinhos por dentro y alejados de la banda los perjudican claramente. Reconocidas ambas circunstancias a Vinicius y Rodrygo, no les queda otra que aprender el oficio y devolver esa protección a club y entrenador en forma de goles.

Brahim: realidad. Mbappé: quimera

Dada la escasez de cara a puerta muchos madridistas se preguntan que ocurre con Brahim. El menudo delantero no parece convencer a un Carlo Ancelotti que sólo lo ha utilizado en 5 de los 15 partidos disputados. El inédito Güller, el lesionado Militao y el renqueante Ceballos son los tres futbolistas que han jugado menos que el malagueño.

Y eso que la única vez que fue titular contra Las Palmas hizo el gol que abrió el marcador. El dato más preocupante para el atacante es que no ha disfrutado ni un sólo minuto en los tres últimos duelos contra Braga, FC Barcelona y Rayo Vallecano. Una realidad que debería cambiar ya que el equipo lo necesita, lo ha hecho bien cuando ha jugado y está disponible. Brahim es una realidad tangible. 

Al contrario que Mbappé. El deseado delantero francés parece no serlo ya tanto. O por lo menos eso quiere transmitir el Madrid de manera oficial. El sábado, desde Concha Espina, se emitió un comunicado que califica de «rotundamente falsas» las supuestas negociaciones con el delantero parisino. Ya se sabe que, en el mundo del fútbol, en multitud de ocasiones, negar una noticia de manera oficial es el paso previo a la confirmación de la misma, pero, de momento, no nos queda otra que ceñirnos al hoy y al ahora. Y este nos indica que Mbappé , a 7 de noviembre, es una intangible quimera.