Ancelotti 2026. Objetivo: superar a Zinedine Zidane y Miguel Muñoz

El pasado 20 de diciembre os contaba desde esta misma tribuna que «cuanto más investigaba sobre el futuro de Ancelotti, más convencido me sentía de su continuidad». La entrevista que me concedió el 28 de noviembre en el cine contiguo a la sala de juegos de la ciudad deportiva del Real Madrid me hizo intuir que la cosa marchaba bastante bien. Frases como «Mourinho tiene razón, sólo un loco se marcha del Real Madrid» o » estoy muy bien, muy contento y muy focalizado aquí» ante mis cuestiones sobre una posible salida con destino a Brasil hicieron que las sospechas sobre una merecida continuidad fueran cristalizando.

Un par de semanas después tuvo lugar la pista definitiva. Día 14 de diciembre, cóctel de navidad en el palco de honor del Real Madrid, charlas y corrillos con los principales protagonistas de la planta noble del club blanco y una frase repetida por los mismos ante nuestras fiscalizantes cuestiones: «Ancelotti se puede quedar».

El viernes 29 a eso de las 13.26 minutos me saltaba una notificación en el Whatsapp. El grupo se llama «comunicados Real Madrid» y en mayúsculas se podía leer RENOVACIÓN CARLO ANCELOTTI. La rúbrica del técnico italiano era una realidad. Un acierto total del Real Madrid y de Carletto que unen sus caminos hasta junio del 2026.

Entrenador 360º  

Con esta extensión de contrato el conjunto merengue se asegura la dirección de un entrenador que domina todas las facetas existentes tirando por el sumidero numerosos mantras y frases hechas. Si en su día Zinedine Zidane fue acusado de «alineador», Ancelotti ha tenido que cargar estos años con el San Benito de mero «gestor». Algo totalmente alejado de la realidad si analizamos detenidamente su labor al frente de la nave blanca.

El de Reggiolo se ha destapado no sólo como gran maestro para una joven plantilla sino también como un estupendo estratega para la misma. Es el culpable de convencer a Camavinga de que puede ser un gran lateral izquierdo, de redibujar a Bellingham en la punta del rombo, de reconvertir a Tchouameni en la posición de central o de hacer explotar como goleador a un Vinicius que no terminaba de consagrarse tras tres temporadas en el primer equipo. Su mano izquierda para conducir la carrera de Rodrygo sólo es comparable a su sensible proceder con veteranos como Modric haciéndole asimilar su nuevo rol en el equipo.

Si a esto le sumamos su innata cualidad para apagar incendios y su caballerosa actitud frente a la prensa nos encontramos con un entrenador 360º capaz de manejar todos los frentes con los que debe lidiar un director técnico que, además, ejerce cada día en sala de prensa como el portavoz de la institución deportiva más observada del mundo.

Garantía de éxito

Todo lo relatado anteriormente está muy bien, pero en el Real Madrid de nada sirve sino se refrenda con títulos. Y eso Carlo Ancelotti lo sabe. Quizá por ello se trata del tercer entrenador con más trofeos de la historia del Real Madrid con 10, sólo superado por Zinedine Zidane que logró 11 y de Miguel Muñoz que obtuvo 14. Unas estadísticas que concuerdan con el número de días al frente del equipo. Muñoz lo dirigió 5.025 días, Zinedine 1.686 entre sus dos etapas y Carletto 1.638 sumando también sus dos estadías. Sin embargo, hay un dato aplastante a favor de Ancelotti. El italiano cuenta con el mayor porcentaje de victorias de toda la historia madridista (72%), superando de largo a Miguel Muñoz (59%) y por considerable diferencia a ZZ (65%). De hecho, el que más se le acerca es José Mourinho con un gran 71%.

Tras lograr la Décima Copa de Europa y la 14º Carlo ya se encuentra en el imaginario de la casa blanca de por vida. Ahora sólo falta por comprobar si, con su prolongación de contrato hasta el año 2026, puede superar esos retos que tan a tiro se le presentan y convertirse en el entrenador más laureado de toda la historia del Real Madrid.

Florentino Pérez y los aficionados merengues están deseando comprobarlo. Aunque ya intuyen que con Carletto en el banquillo el éxito está garantizado.