'Matador': Ilia Topuria y el alma de un deporte incomprendido
El hispano-georgiano, campeón de peso pluma de la UFC, ha presentado su documental en pleno centro de Madrid
El campeón de peso pluma de la UFC, Ilia Topuria, junto a su esposa, Giorgina Uzcategui. | Ricardo Rubio (Europa Press)
El peleador hispano-georgiano Ilia Topuria ha presentado este miércoles Matador, el documental que narra su ascenso hasta su coronación como campeón mundial de peso pluma de la UFC, la mayor liga de artes marciales mixtas (MMA) del planeta. El evento tuvo lugar en los emblemáticos cines de Callao, y la ocasión reunió a figuras destacadas de todos los ámbitos, como los jugadores del Real Madrid Vinícius Jr., Fede Valverde, Carvajal o Courtois.
Tras un breve espectáculo en el que se sortearon varias entradas dobles para algunos de los aficionados que se encontraban presentes, se dio paso a una alfombra roja cargada de pesos pesados del mundo del deporte y el espectáculo, incluidas una serie de entrevistas conducidas por Laura Escanes.
Las artes marciales mixtas son un deporte tan hostil como malentendido. La primera impresión que causa en la mayoría de los espectadores es que se trata de una simple expresión de la violencia más extrema, una suerte de combate de gladiadores moderno en el que se busca dañar al rival delante de una audiencia de la manera más espectacular posible. La realidad, como suele ocurrir, es considerablemente más compleja, y la película que ha producido Topuria junto a Filmax y Movistar+ es una manera excelente de asomarse a lo que el deporte esconde.
Ilia Topuria tomó la decisión de grabar este documental hace dos años, ocho meses antes de convertirse en campeón, cuando su pelea por el título ni siquiera estaba aún en el calendario. La UFC es la mayor liga de artes marciales mixtas del planeta, y el nivel de los peleadores es tremendamente alto.
Teniendo esto en cuenta, tomar la decisión de documentar tu ascenso al título antes si quiera de haber concertado la pelea con el campeón es una apuesta muy, muy arriesgada. Un solo error por el camino, ya sea durante los entrenamientos o durante el propio combate, puede costarte tu carrera por el título, e Ilia tenía que superar dos peleas hasta conseguir este logro.
En realidad, esta decisión refleja algo más profundo: la necesidad de creer en la propia grandeza antes de que los demás lo hagan. En las MMA, lo que desde el exterior puede parecerse a la arrogancia a veces no es tal cosa, sino herramientas esenciales para sobrevivir a la presión implacable del deporte. Para Topuria, esta confianza en su habilidad no es un mero acto autocomplaciente que busque imponer su grandeza a los demás, sino el escudo emocional con el que enfrenta los desafíos más duros. En un entorno donde cualquier paso en falso puede significar el fin, proyectar esa certeza ante el mundo se convierte en una forma de reafirmar su destino.
La emergencia de las MMA en España ha encontrado en Topuria a su mayor estandarte, un peleador cuyo ascenso ha logrado captar la atención de un público que antes veía este deporte como algo ajeno o incomprendido. Lo que muchos aún no entienden es que, más allá de la sangre y la violencia, las MMA son un lienzo en el que se pintan algunas de las historias de superación más poderosas del deporte moderno. Topuria, con su huida de la guerra desde Georgia hasta Alicante en busca de un futuro digno cuando era un adolescente, encarna ese espíritu de lucha, pero no es el único.
Las historias de peleadores como Francis Ngannou, que cruzó el desierto del Sáhara y llegó a saltar las cercas fronterizas de Ceuta y Melilla hasta en siete ocasiones para huir de la miseria y alcanzar el éxito; la metamorfosis de Georges St-Pierre, que pasó de ser víctima de bullying a campeón mundial… Las MMA trascienden la brutalidad física para convertirse en auténticas epopeyas modernas. Incluso las rivalidades más épicas, como la de Alex Pereira e Israel Adesanya, no son simples conflictos, sino batallas entre almas que buscan afirmarse en la historia del deporte.
Ilia quiere ser la punta de lanza capaz de romper esa barrera psicológica que separa a los aficionados de estas grandes épicas deportivas, y Matador es toda una declaración de intenciones a ese respecto. No quiere limitarse a enseñar la pompa y el oropel, sino instruir a los neófitos sobre algunos de los aspectos menos conocidos de su deporte. El primordial e innegociable respeto hacia el rival, la extrema dureza de los cortes de peso, la profesionalidad con la que un equipo de entrenadores como los hermanos Climent y el resto de sus preparadores afronta el rompecabezas que es cada nuevo combate…
Matador se estrena hoy en cines con la promesa de ofrecer una mirada íntima al viaje personal de Ilia Topuria hacia la grandeza. La película, más allá del espectáculo, busca desvelar las facetas ocultas de un deporte tan exigente como incomprendido. Con este documental, Topuria no solo celebra su éxito, sino que invita a todos a mirar más allá de la violencia superficial para descubrir las historias humanas de sacrificio, superación y respeto que laten en el corazón de las artes marciales mixtas.
