Vinicius no se toca: abstenerse jeques
Vini Junior encontró el camino del gol cuando se dio cuenta de que iba a contar con el respaldo de Ancelotti por muchas veces que fallara, una sensación que rara vez experimentó con Zidane
Vinicius tiene loco al Bernabéu. Hemos llegado a un punto en el que el aficionado merengue acude a su templo a la hora fijada para ver cuál será la última ocurrencia del virguero brasileño. Es un caso de superación el del carioca. Hace no tanto, en el mismo escenario, le marcaba un gol por la escuadra a Osasuna y se echaba al suelo a llorar. Y es que ese día había recibido música de viento. Rigores de Chamartín. «¿Qué quieres? En este estadio han pitado a Zidane, Ronaldo y a Di Stéfano», me exclamó resignado un directivo blanco. No supe que responderle.
La cabeza, su principal fortaleza
El que si hubiera sabido es ‘Vini’. Mediante una masterclass de introspección, el ‘menino’ logró abstraerse de todo. De las críticas propias y ajenas. De los silbidos, de los memes, de las mofas y el cachondeo generalizado. Incluso de su mote de ficticius. Todo eso le daba igual, el sólo quería triunfar. En Valdebebas no han visto un caso similar: «La fortaleza mental de este chico está fuera de lo común». Ahí está la llave de su metamorfosis porque «condiciones tienen muchos pero cabeza tiene pocos». Y de solidez en el coco va sobrado el chaval.
Ancelotti, la clave del cambio
82 partidos y ocho goles en Liga era el pobre bagaje de Vinicius en sus tres primeras temporadas vestido de blanco. Este año, nueve tantos en 14 encuentros en el campeonato nacional liguero. Once contando Champions. ¿Cómo es posible? Yo se lo explico: En verano todo cambió. El primero en poner de su parte fue el extremo: «Se quedaba después de los entrenamientos a mejorar el remate, multiplicó sus horas de rehabilitación y prevención de lesiones e incluso contrató un chef personal para cuidar su alimentación al detalle».
Después llegó el factor diferencial, que no es otro que Ancelotti. ‘Carletto’ le transmitió confianza desde el minuto uno, charlas interminables y consejos basados en la experiencia como el propio técnico italiano reconoció: «Le he dicho a Vinicius que para marcar goles tiene que dar un toque o dos, es difícil marcar con cuatro o cinco toques». Dicho y hecho. Vini Junior encontró el camino del gol a través de los sabios consejos del italiano, pero sobre todo cuando se dio cuenta de que iba a contar con su respaldo por muchas veces que fallara. Una sensación que rara vez experimentó con Zidane.
Vini no se toca
El momentazo del internacional canarinho está a la vista de todo el planeta fútbol y su situación contractual es un secreto a voces. Cobra poco más de tres kilos netos (cuatro con incentivos) y tiene firmado hasta 2024. El protocolo en Chamartín indica que (normalmente) los contratos no se revisan «hasta que falta un año para que venzan», pero en este caso «se hará una excepción». Vinicius lleva tiempo levantando pasiones y ahora todo se ha desbocado. El United sueña con convertirle en red devil y prepara la billetera. 96 millones, nada menos. El PSG lo tiene en el punto de mira, siempre ha intentado incluirlo en la operación Mbappé y ahora, más que nunca, lo contempla como la venganza perfecta. Voy a explicarlo claramente: ¡Que dejen de soñar!
Vinicius ni se toca, ni se mueve, ni se vende. Florentino Pérez lo considera «intransferible». Siempre creyó en él, incluso cuando venían mal dadas, y en lo que el presidente piensa ahora es en una oferta de renovación «acorde a su actual estatus». Algo así como doblarle el sueldo, doblarle los años y colocarle una mareante cláusula que supere de largo la de 700 millones de euros que tiene en la actualidad. Abstenerse jeques. Pueden mirarlo todo lo que quieran pero de acercamientos ni hablemos.
El hombre más buscado
Se ha convertido en el hombre más buscado. También por la prensa. El domingo, después de su golazo, le esperábamos micro en mano en la zona flash interview del Santiago Bernabéu, pero no apareció. Cuando pregunté extrañado por su ausencia, me respondieron lo siguiente: «No va a salir, anda mosqueado, últimamente le pegan mucho». Mira que es complicado contrariar a Vinicius pero lo cierto es que el argentino Montiel le dio el partido. Ojo, porque se está convirtiendo algo recurrente.
Tanto frente al Sevilla como contra el Granada, la realización televisiva nos enseñaba la misma imagen al irnos al descanso. Vinicius desesperado reclamando mayor firmeza al colegiado de turno ante la dureza de los rivales. Parece claro que a ‘Vini’ las faltas le duelen más que las críticas. Así que saque turno para trabajar esa faceta, ‘Carletto’. Porque recuerden, Vinicius no se toca.