Igual al Real Madrid no le merece la pena la Superliga
Dicen que cuando las cosas funcionan, mejor no tocarlas, y la Superliga puede acabar con el idilio merengue
Los jugadores del Real Madrid celebran su victoria en la final de la Champions. | EP
Igual al Real Madrid no le merece la pena la Superliga. Eso debería preguntarse el club blanco después de lo vivido anoche y que supuso la consecución de la decimocuarta Liga de Campeones. Es el quinto título europeo que el Real Madrid levanta en los últimos ocho años, una etapa que recuerda a ese equipo que se paseaba por Europa desde mediados de los cincuenta hasta los años sesenta.
Entonces nadie fue capaz de dar con la fórmula para parar a ese equipo liderado por Alfredo Di Stefano o Paco Gento.
Ahora este ‘atracón’ de títulos ha sido más escalonado, pero cada vez que el Real Madrid ha llegado a una final, ha sido para ganarla.
Así ha sucedido desde la Séptima en el año 1998 como en la Octava, Novena, Décima, Undécima, Duodécima, Decimotercera y hasta el día de ayer. Tres de ellas de manera consecutiva, algo que nunca antes ha conseguido. Ya lo dijo Courtois en la previa de la final: «Ahora estoy en el lado correcto de la historia».
El salto del Madrid a la Superliga puede acabar con este idilio, el matrimonio casi perfecto que mantiene con La Orejona
Clubes de toda Europa lo han sufrido: Italia, Alemania, Inglaterra, Francia. Y todos seguro deben estar preguntándose: ¿qué tiene este Real Madrid que es invencible?
En este baño de madridismo lógico -y puede pensar mucha gente que escaso- después de una temporada donde se ha llevado un nuevo doblete, el cuarto de la historia, igual es momento de preguntarse si de verdad merece la pena la Superliga. Ese proyecto que lidera el presidente del Real Madrid y que pretende bañar de oro a los clubes que participen.
Dar ese salto puede acabar con ese idilio, un matrimonio casi perfecto que mantiene con La Orejona. Tanto en su formato vetusto de la Copa de Europa o la actual de la Liga de Campeones. Dicen que cuando las cosas funcionan, mejor no tocarlas. Y ahora mismo el reinado es incontestable del Real Madrid.
Igual no nos deberíamos quedar en análisis superficiales. Florentino y Agnelli (presidente de la Juventus) llevan tiempo anunciando que en pocos años no se podrá competir con los equipos de los jeques y la Premier (la mayor parte también en manos de jeques, oligarcas rusos e fondos de inversión americanos), y los hechos les están dando la razón:
– Los dos jugadores llamados a ser las próximas estrellas del fútbol europeo, uno se queda con un jeque, y el otro se va con el otro. Con las cifras en la mano, el equipo con la economía más saneada del fútbol europeo (el RM) nunca tuvo opción real de compertir económicamente por ellos.
– El tercer clasificado de la Liga (Sevilla) vende a uno de sus mejores jugadores (Diego Carlos) al 14o clasificado de la Premier (Aston Villa).
Si además se permite que los jeques metan dinero en sus clubs a fondo perdido, sin que nadie haga cumplir las normas, no hay que ser muy listo para saber cómo va a acabar ésto. Y ese era el objetivo de la Superliga, no sólo aumentar los ingresos sino hacer que las normas fueran iguales para todos.
«Football is for the fans» gritaban los aborregados hinchas ingleses en contra de la superliga. Igual tener que ver la final desde el pub porque la UEFA se queda con el doble de entradas para la final que cualquiera de los equipos clasificados, les hace ver las cosas de otra forma.