Real Madrid: un ojo en la Champions y el otro en la Superliga
Todo en el fútbol está cambiando, y las audiencias que manejan los grandes clubes así lo atestiguan. Pero esto no solo va de público
Florentino Pérez. | Zuma Press
Con el sorteo de la Champions aún de cuerpo presente y las tertulias futboleras analizando las opciones del Real Madrid (nuestro único superviviente) contra el Liverpool en su torneo fetiche, nos damos de bruces con los innegables avances de un proyecto de competición convencido de que «el fútbol puede hacerlo mejor»: la Superliga. Y es que se acerca la fecha clave: el próximo 15 de diciembre el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) emitirá un primer dictamen que dirimirá si la UEFA ejerce un monopolio en el fútbol europeo. Para conocer el fallo definitivo, debemos esperar al primer trimestre del año 2023.
Ahora bien, aquí nadie espera sentado. Como si de una calculada partida de ajedrez se tratase, ambos bandos mueven sus piezas. El 19 de octubre Florentino Pérez daba el pistoletazo de salida fichando en los despachos a Bernd Reichart. Este alemán de 48 años es el CEO de A22 Sports , la sociedad gestora y promotora de la Superliga, que llega con el objetivo de «dar un impulso definitivo al proyecto».
«Estaré en Nyon la próxima semana»
El germano, de primeras, se está encargando de explicar las motivaciones y objetivos del deseado campeonato por diversos medios de comunicación. Hace unos días se pasaba por el pódcast de Toni Kroos y su hermano Felix ‘Einfach Mal Luppen’, donde aseguró: «La próxima semana (refiriéndose a esta) estaré en Nyon para hablar con la UEFA sobre el tema». El avance no es cosa baladí. Hasta hace poco, el máximo organismo del fútbol europeo estaba cerrado en banda y ni siquiera quería oír hablar de la Superliga.
Hoy los impulsores del proyecto celebran que vayan a ser recibidos por Aleksander Ceferin y «hayan aceptado su invitación al diálogo. Es una buena señal para los clubes que temen sanciones si establecen algún tipo de conversación», reflexiona el CEO. Ahora nos toca preguntarnos a los periodistas el porqué de este acercamiento tan repentino. Se lo explico fácil: en la UEFA se huelen una resolución adversa para sus intereses.
Habrá meritocracia
La meritocracia deportiva ha sido el principal tema de fricción y debate desde el lanzamiento de la Superliga. En su idea primigenia se sondeó la posibilidad de que algunos clubs tuvieran una membresía casi permanente, lo que le colgó un cartel de competición cerrada entre el gran público. Esto puso de uñas a muchos aficionados, sobre todo a los ingleses, que se manifestaron en contra de su lanzamiento. En los últimos meses, Florentino Pérez se ha apresurado a desmentirlo, asegurando que se tratará «de un formato abierto».
Ahora Bernd Reichart confirma la máxima: «Todos los clubes deben tener la oportunidad de vivir el sueño europeo. No habrá miembros permanentes y no será una entidad cerrada». De esta forma se desactiva el recelo de parte de las instituciones signatarias que, por cierto, nunca abandonaron el proyecto, ya que, como explicó el mismo Florentino Pérez, «los doce clubes fundadores firmaron un contrato vinculante».
Tiempos de cambio y de cumplir la Ley
La sociedad, la comunicación, el modo de consumir el fútbol entre los jóvenes… Todo está cambiando. Y las audiencias que manejan los grandes clubes así lo atestiguan, pero esto no solo va de público. Como argumenta Reichart, «la salud de los jugadores es increíblemente importante. Jugar más y más partidos (como quiere la UEFA con su nueva idea de Champions) no es una opción en absoluto; la solución es mejores partidos, no más partidos».
Y es que los equipos históricos, encabezados por Real Madrid, FC Barcelona y Juventus, se sientes indefensos. El CEO de la Superliga traslada que «son los únicos que se la juegan e invierten, soportan todos los riesgos, pero luego no tienen nada que decir en su competición europea de clubes». Además, se sienten indignados sobremanera con el recurrente incumplimiento del fair play financiero por parte de los denominados clubs estado (PSG y Manchester City): «Es una distorsión de la competición el hecho de que los clubes con recursos ilimitados puedan pagar esos sueldos y fichajes a diferencia de los que son de sus socios».
Los argumentos están sobre la mesa y los juzgados, a punto de emitir un veredicto. Mientras, la sede suiza de la UEFA en Nyon absorbe todo el interés del balompié continental en lo que empieza el Mundial. Y es que puede que estemos más cerca de lo que algunos piensan de vivir varios Liverpool vs. Real Madrid a la temporada y no sólo a partir de octavos…
