Otro varapalo judicial para el «adivino» Rubiales
La judicialización de la RFEF desde su llegada a la presidencia no tiene precedentes ni por el número de juicios, ni por las causas perdidas
En un auto al que ha accedido THE OBJECTIVE, la magistrada María Isabel Durántez del Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid ha resuelto el sobreseimiento provisional de la querella presentada por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales contra su tío y exjefe de Gabinete de Presidencia de la RFEF, Juan Rubiales, por los delitos de apoderamiento ilícito de secreto empresarial y descubrimiento y revelación de secretos que presuntamente habría filtrado a diversos medios de comunicación.
La judicialización de la RFEF desde la llegada de Luis Rubiales a la presidencia el pasado 17 de mayo de 2018 no tiene precedentes ni por el número de juicios, ni por las causas perdidas. El último gran varapalo para el máximo mandatario federativo lo ha recibido al caer en la primera batalla en los juzgados ante quien fuera su persona de máxima confianza, el hermano de su padre, el tío Juan.
La lucha de sangre comenzó tras varias discrepancias que llevaron al sobrino Luis a destituir al tío como jefe de Gabinete de Presidencia y convertirle, con el mismo salario, en el director de un museo sin prácticamente actividad, un puesto hueco e irrelevante, pero que permitía al tío Juan mantener su estatus económico sin poder, en un modus operandi habitual de la RFEF que muchos han aceptado en estos cuatro años.
Pero la herida supuraba demasiado y cuando El Confidencial desveló los Supercopa files, desde la cúpula de Las Rozas pusieron el dedo acusador, con detectives incluidos, en el tío Juan y en otro trabajador de la casa, Abel Martín, contra los que Luis Rubiales dio la orden de presentar una querella que fue admitida a trámite el 1 de junio de 2022 y ha sido archivada este lunes, 250 días después.
El relato de la RFEF de Rubiales y la sorna de la juez
Según el relato de la Real Federación Española de Fútbol como querellante, el tío del presidente se apoderó ilícitamente del contenido de la tarjeta de memoria SD en la que la empresa High Strategies Intelligence S.L., contratada para depurar los archivos del teléfono móvil utilizado por Luis Rubiales y para detectar la presencia de cualquier programa o malware instalado de forma maliciosa, volcó los citados archivos del terminal del presidente.
Supuestamente la tarjeta de memoria habría quedado depositada bajo llave en el despacho que tenía el jefe de Gabinete del presidente de la RFEF en la sede de Las Rozas, siendo ahí donde la habría sustraído al tener la citada llave. Según la querella archivada, el tío Juan habría utilizado toda esa información para trasladársela a periodistas de El Confidencial y de El Mundo, en este último caso a su jefe de Investigación, Esteban Urreiztieta, quien aparece incluso en imágenes de una agencia de detectives contratada por la RFEF para intentar probar los hechos.
Es en este punto del auto donde la jueza utiliza la sorna al afirmar que: «Salvo que el Sr. Rubiales este dotado de facultades adivinatorias no podía conocer todas esas circunstancias de haber sucedido después de su cese. Y de ser así, se desconoce por qué sabe la RFEF –a la que tampoco se le conocen dotes de predicción- que el Sr. Rubiales López -el tío Juan- se apoderó de la tarjeta después de haber sido cesado, porque nada le impidió hacerlo antes, sobre todo si se tiene en cuenta el devenir de deterioro de sus relaciones con el presidente».
En relación al otro querellado, Abel Martín, la jueza apunta con dureza que «se considera imprescindible aprovechar la ocasión para hacer mención a la absoluta carencia de argumentos y la plena orfandad probatoria de las afirmaciones contenidas en la querella con relación a este querellado». La jueza llega a calificar parte del relato de la RFEF como «absolutamente inverosímil».
La RFEF podrá presentar recurso en un plazo de tres días, una práctica habitual que hace que, aunque la pérdida de las causas sea una tendencia general, siempre gane el despacho GC Legal, del abogado del Estado Tomás González Cueto, quien tiene casi el monopolio de las decenas de juicios de la federación de Rubiales. Trabajo no le va a faltar, en especial en el Juzgado número 4 de Majadahonda, donde sigue abierta la instrucción para aclarar todo lo ocurrido con la Supercopa que Gerard Piqué y Luis Rubiales transportaron a Arabia por 40 millones al año.