Yo sólo quería un plan b
«Luis Enrique hizo una notable Eurocopa y una gran Nations League pero en algún momento, en el camino hacia Qatar, el personaje se comió al entrenador»
El entrenador de la selección, Luis de la Fuente. | Europa Press
«No somos rehenes de ningún sistema. Lo que me inquieta es sacar lo mejor de los futbolistas que tenemos. Me gusta tener alternativas». Lleva sólo 90 minutos en el cargo pero, de momento, Luis de la Fuente parece firme en su idea de cumplir con lo que promete. Fútbol más directo, pero sin renunciar al toque, porteros que primero paran y después juegan con los pies y, ante todo, soluciones de ataque en el banquillo para voltear partidos que se enquistan. Hoy, a las 20.45, en el Hampden Park de Glasgow, sus muchachos se ven las caras frente a Escocia. Una oportunidad de oro para seguir asentando su modelo y refrendar un liderato que, ahora mismo, compartimos con los escoceses en la carrera por la clasificación para la Eurocopa de 2024.
‘Habemus’ nueves
Debo reconocer que se me dibujó una sonrisa en la cara al escuchar la primera lista del seleccionador riojano. Fue por algo tan nimio, y tan lógico al mismo tiempo, como que De la Fuente decidiera llevar delanteros puros en su convocatoria: Joselu, Morata, Gerard Moreno, que después sería sustituido por Borja Iglesias… ¡Hasta un defenestrado Iago Aspas!, que, sin ser un 9 al uso, es el futbolista con más gol de la selección. Música para mis oídos y para los de muchos aficionados que nunca entendimos el empecinamiento de su predecesor, Luis Enrique, de renunciar ante tal cantidad de recursos. No sé si ‘Lucho’ no se había enterado o directamente no se quería percatar del asunto, pero en España, ahora, habemus nueves.
Y es que en noviembre viajamos al Mundial de Qatar con Morata como único especialista y, después, un ejército de clones entre sí. Es imposible dudar del buen pie de los Sarabia, Ansu Fati, Dani Olmo, Ferrán Torres o Asensio. De hecho, alguno como Olmo está repitiendo con éxito en este llamada. Lo que sí se podía poner en cuarentena (como así se hizo) era la conveniencia de llevar jugadores de perfiles tan similares, que si el duelo de turno se convertía en un partido de balonmano, la única solución existente era la del sobeteo de la pelota hasta la extenuación. El mismo Aspas lo dijo en la previa del España vs Noruega: «Con Luis Enrique no había un plan b». El gallego, que experimentó en sus carnes lo que tanto solicitaba, al no estar cómodo sobre el verde de La Rosaleda, estuvo a punto de morir de razón: a más delanteros convocados y con diferentes características… más soluciones. Lo que viene siendo un plan b, vamos. No hay que ser Einstein tampoco.
Joselu nos da la razón
Y entonces apareció Joselu Mato para darnos la razón a los críticos con la escasez de variantes de la ‘Luchoneta’. Corría el minuto 81 en Málaga. El resultado era corto (1-0) y Noruega apretaba. Luis de la Fuente da entrada al delantero del RCD Espanyol. En el minuto 83 anota el primero de sus tantos con un bello cabezazo a centro de Fabián Ruiz. Sólo dos después, en el 85, caza un rechace tras el disparo de Oyarzabal para marcar el segundo en su cuenta particular. Un doblete en cuatro minutos para batir el récord de un debutante (lo poseía Morientes desde 1998 al marcar dos goles en cinco minutos ) y para poner a los escépticos del plan b frente al espejo.
No pretendo que este artículo se convierta en una vendetta o en un ‘pim pam pum’ contra Luis Enrique. Pienso que el asturiano hizo una notable Eurocopa y una gran Nations League pero en algún momento, en el camino hacia el Mundial de Qatar, el personaje se comió al entrenador. Era tan fundamentalista con su estilo de juego que nunca sabremos si nos hubiéramos cargado a Marruecos con una alternativa tan válida como lo pudieron ser Joselu Mato o Borja Iglesias. Lo que más me frustraba es que nos secuestraron el discurso. Si levantabas la voz eras «un mal español» o «un madridista anti Luis Enrique». No oiga, no. Yo, como tantos otros, sólo quería un plan b.
