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La RFEF podría descender a cinco clubes de tercera mientras el Barça mantiene sus deudas

Los problemas de liquidez de los clubes de fútbol representan la mayoría de las dificultades económicas

La RFEF podría descender a cinco clubes de tercera mientras el Barça mantiene sus deudas

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol | Europa Press

Los problemas económicos en los clubes de fútbol de menor categoría son un algo habitual. La Tercera Federación -equivalente a la quinta división española- se compone de equipos pequeños, relativamente humildes, cuyo músculo económico nada tiene que ver con los de categorías más avanzadas.

Esos problemas a nivel de economía dibujan un retrato habitual de dificultades para el pago de sueldos, mantenimiento de clubes, estadios, equipos técnicos, etc. Sin embargo, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) parece discriminar en los objetivos de viabilidad de los clubes, minusvalorando aquellos problemas económicos -por graves que sean- de grandes equipos, como el Barça y sus 3.000 millones de euros de deuda. En el otro extremo, el máximo órgano del fútbol español se ha puesto duro con los impagos de cinco equipos de Tercera Federación, y hasta estudia su descenso, al no haber cumplido con el plazo de pago a sus jugadores.

Esos equipos son el CF Gandía, el CD Genera, CD La Cuadra-Unión Puerto, CD Llosetense y CD Miajadas.

La AFE, el caso del CD Badajoz y la RFEF

Por su parte, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha confirmado al organismo, presidido por Luis Rubiales, que los cinco equipos «no han satisfecho con sus futbolistas el total de los pagos establecidos», por lo que «ahora procederá a aplicar las medidas recogidas en su Reglamento General para determinar el futuro de los diferentes equipos».

Así lo comunicó públicamente en su portal, en una nota recogida por THE OBJECTIVE.

Actualmente, el CD Llosetense ha saldado las cantidades pendientes de pago aprobadas por la Comisión Mixta. Por tanto, dicho club podrá tramitar licencias al haber satisfecho los pagos que tenía pendientes con los futbolistas.

El caso del CD Badajoz, club que se encuentra en Primera Federación, es distinto, pues sus impagos a futbolistas son previos a la presentación del concurso de acreedores en agosto de 2022.

Actualmente, el club extremeño está al corriente de las obligaciones fiscales, por lo que podrán inscribir a sus jugadores a pesar de la deuda que, según la Agencia Tributaria, asciende a casi 880.000 euros. Esto significa que no perdería su categoría.

El problema de las sociedades

Sin embargo, la problemática de las deudas es algo habitual en el mundo del deporte. Estos seis clubes no son los únicos que han tenido dificultades graves durante la temporada.

Según un estudio realizado por la plataforma para la gestión del riesgo de impago Iberinform, el 62% de las sociedades anónimas deportivas (SAD) cuenta con un riesgo máximo -o muy elevado- de impago (el 53% con un riesgo elevado y un 8% máximo).

Por la otra parte, tan solo el 18% de las SAD presentan un riesgo de impagos bajo o mínimo en el cumplimiento de sus obligaciones. Según el informe, «el análisis agregado de las cuentas oficiales presentadas por el sector muestra un empeoramiento de la rentabilidad económica y los márgenes comerciales en 2021».

En marzo se conoció que la FIFA sancionó a 11 clubes por incumplir los requisitos de solvencia y de ausencia de deudas vencidas durante la temporada 2022-2023. Por otro lado, encontramos casos como el Valencia -que no pagó las nóminas de sus jugadores durante el primer semestre de la temporada actual-.

La deuda del Barça

Sin embargo, esta situación de impagos se comprende, en la mayoría de los casos, por los problemas que tienen los equipos en torno a la liquidez del club. Esta liquidez que ya atacó al Barça en 2021, que incurrió en impagos a sus jugadores.

No obstante, la situación del club blaugrana ha seguido empeorando y la RFEF hace oídos sordos, por la importancia que tiene el FC Barcelona para el fútbol español, a pesar de que muestre una clara desprotección para los equipos más humildes.

Para entender cómo un club del tamaño del FC Barcelona ha llegado a esta situación límite, hay que remontarse al verano de 2017. Aquel año se produjo la salida de Neymar al PSG por 222 millones de euros. A raíz de dicha venta, la directiva, presidida por Bartomeu, despilfarró el dinero.  Ficharon a Dembelé y Coutinho por 300 millones de euros, realizaron renovaciones con salarios muy elevados y para colofón, llegó la pandemia. Con la masa salarial disparada, Joan Laporta activó el verano pasado las famosas palancas para moverse en el límite financiero y poder fichar.

A lo largo de los últimos años, la deuda del club ha ido incrementándose a pasos agigantados hasta situarse, según Jaume Llopis, economista y exdirectivo del Barça, por encima de los 3.000 millones de euros.

«En tres años la deuda se ha incrementado en mil millones. Cuando entró Laporta ya era de 1.350 millones de euros y a eso hay que añadirle 1.450 millones más de ahora y todo lo hipotecado porque los intereses a pagar son de 94 millones al año durante 30 años… es imposible devolver esta deuda, habrá que refinanciarla», sostiene.

 

Rectificación Real Federación Española de Fútbol

 

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