El peor momento del Real Madrid femenino desde que nació: ¿qué pasa con el club blanco?
Tras caer en Champions, Supercopa y Copa de la Reina, al equipo de Alberto Toril solo le queda ser segundas en la Liga F
La portera del Real Madrid, Mylene Chavas, abatida tras el partido contra el Chelsea en Stamford Bridge, es consolada por Claudia Zornoza y Kathellen Sousa. | Europa Press
Estamos solo en febrero y el Real Madrid femenino ya no tiene aspiraciones a ganar un título. Tras haber caído en Champions, Supercopa y Copa de la Reina, las futbolistas entrenadas por Alberto Toril solo siguen vivas en la Liga F. Y en la competición liguera, a lo máximo a lo que aspiran es a quedar segundas, ya que el FC Barcelona sigue siendo un equipo intratable. El Real Madrid es segundo, actualmente, con 36 puntos. Las culés, por su parte, siguen invictas en liga, primeras con 45 puntos. Todo es posible, pero el título liguero es prácticamente una quimera. En Valdebebas son más que conscientes de ello, todo a lo que puede aspirar el Real Madrid es un subcampeonato de liga. Muchos consideran que el equipo está en el peor momento desde que nació.
La sección femenina del Real Madrid no tiene ni cuatro años de vida. Creada tras la absorción del CD Tacón, la idea del club blanco era no dejar pasar el tren del fútbol femenino, uno en constante crecimiento. Se trata de un mercado por explorar, y el Real Madrid no quería perder la oportunidad de hacerlo. Sin embargo, en estos tres años y medio de vida, el Madrid sigue muy lejos de representar la excelencia que se le exige a su escudo y, sobre todo, muy lejos de su principal rival, el Barça.
¿Falta ambición?
Cada vez más aficionados del Real Madrid lo tienen claro: lo que a este equipo le falta es ambición. A sus jugadoras, por un lado, y a su técnico –especialmente–, por el otro. Las declaraciones de Alberto Toril a la prensa suelen dejar un poso de pretensiones bajas para los estándares para un club tan exigente. En la última y significativa derrota contra el Atlético de Madrid en los cuartos de final de Copa, Toril minimizó el golpe. «Evidentemente queríamos pasar, pero nos va a venir bien porque tendremos semanas completas para trabajar», dijo el jueves ante la prensa. «Estamos tristes por el resultado porque queríamos estar en semifinales, pero así podremos preparar mejor una única competición. Si conseguimos la segunda plaza será muy positivo para nosotras», concluyó. El resultado: gran parte de la afición, cansada tras meses y meses muy irregulares, saltó contra el entrenador en las redes sociales.
Toril, que llegó en noviembre de 2021 para sustituir a David Aznar, lleva bastante tiempo cuestionado por sus decisiones dentro y fuera del campo. Sin embargo, la paciencia empieza a agotarse para algunos, aunque él parece determinado a continuar en el cargo. En sus intervenciones, la autocrítica brilla por su ausencia, y la sensación es, efectivamente, de una falta de ambición total. No solo del técnico, sobre el que se suele tener más exigencias puestas, sino también de la plantilla, que parece apagarse por momentos. Solo algunas jugadoras se salvan, como Olga Carmona o Misa Rodríguez, que nunca bajan los brazos. También Caroline Moller está haciendo una temporada salvable.
La enfermería se ceba con el Real Madrid
Más allá de enfoques, de mayor o menor ambición, el Real Madrid está teniendo muy mala suerte con las lesiones esta temporada. El gran mazazo fue el de Caroline Weir, quien es de lejos la mejor jugadora de la casa blanca. De hecho, fue la mejor futbolista de la pasada Liga F, por encima incluso de las barcelonistas. En liga en la temporada pasada, la centrocampista marcó 19 goles y dio 12 asistencias, unos números de récord para una futbolista en su posición. Sin embargo, en octubre y con la temporada apenas estrenada, Weir se rompió el ligamento cruzado anterior, la lesión funesta del fútbol femenino. Desde entonces, parece que el equipo no levanta cabeza. Y todavía faltan meses para que podamos volver a verla sobre el césped.
Caroline Weir es la jugadora más determinante del Real Madrid, pero no la única que ha pasado por la enfermería. Carla Camacho, una joya por pulir recién ascendida del filial, también se rompió el cruzado, y otras tantas han sufrido lesiones de menor gravedad pero que las han apartado durante un tiempo considerable del campo de juego. Ante esta avalancha de lesiones, todos esperaban que el Real Madrid moviera ficha en el mercado de invierno. Sin embargo, el único fichaje que ha hecho el club blanco este invierno es el de María Valle, defensa de 19 años procedente del Betis. La defensa es la línea que más sufre del conjunto madridista, qué duda cabe, pero otra promesa más de futuro no es lo que necesita este equipo.
Lo que necesita realmente este equipo es ambición, una política de fichajes inteligente, y ganas de invertir. Dinero no faltará, y es que en la campaña de HP, último patrocinador madridista, la sección femenina tiene un papel central. Imaginen qué pasaría si el Real Madrid decidiera invertir, de una vez por todas y con un proyecto claro, en su equipo de mujeres. Apostar realmente por él. La juventud empieza a no ser una excusa. Tal vez el primer paso sea reorganizar la dirección de la sección, que de momento no ha dado los resultados deseados, al menos por la afición.
