El año más intenso de Jorge Vilda
Logró ser campeón del mundo del fútbol femenino, fue destituido y ahora dirige la selección femenina de Marruecos
El pasado martes se cumplía un año del hito más importante en la historia del fútbol femenino español. Ivanna Andrés, como capitana de la selección, levantaba al cielo del estadio de Sidney la copa que convertía a España en la campeona del mundo de fútbol femenino. Esa imagen icónica de Iker Casillas en el Estadio Soccer City de Johannesburgo del 11 de julio del 2020 tenía su réplica en el fútbol femenino.
El «marqués» Vicente del Bosque fue el responsable técnico de este éxito en el fútbol masculino, y el madrileño Jorge Vilda el líder de esta generación de futbolistas que sorprendieron al mundo entero en la cita mundialista de Australia y Nueva Zelanda.
Un Mundial femenino que tenía aún más mérito, teniendo en cuenta todo lo acontecido desde septiembre del 2022 cuando quince jugadoras hicieron un escrito de renuncia a acudir a la selección liderada por Jorge Vilda. En el correo remitido por todas ellas argumentaban «que la actual situación generada les afecta ‘de forma importante‘ ‘en su estado emocional‘ y en su ‘salud‘ y que, mientras no se revierta, renuncian a la selección nacional de España».
Desde la RFEF entonces se le transmitió la más absoluta confianza al seleccionador y director deportivo del fútbol femenino. Por delante quedaba casi un año de trabajo donde tuvo que lidiar con esta situación y donde algunas de estas futbolistas acabaron regresando a la selección. Es el caso de Jennifer Hermoso e Irene Paredes, a las que incorporó también Alexia Putellas. Hasta ocho de las quince que lideraron este escrito mostraron su deseo de acudir al Mundial, pero sólo fueron estas tres las elegidas por Jorge Vilda que tuvo que reconstruir un nuevo equipo para afrontar la cita más importante en la historia del fútbol femenino español.
El 20 de agosto del 2023, luces y sombras
El 20 de agosto del 2023 fue un día de luces y sombras. Jorge Vilda, aquel mediodía español y casi noche australiana, alcanzaba la gloria. Conseguía lo que nunca antes nadie había logrado en nuestro fútbol y es llevar a la selección absoluta femenina a la consecución del Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Un triunfo que, como todo lo que venía sucediendo durante el año previo, pudo saborear bien poco desde el momento del impacto mundial del beso no consentido del presidente Luis Rubiales a Jennifer Hermoso en el momento de recoger el trofeo de campeonas.
Eso provocó un estallido mundial que acabó afectando al propio Jorge Vilda. Cinco días después, el 25 de agosto, hubo otra reacción instantánea del técnico madrileño que acabó condenándolo. Fueron sus aplausos en la Asamblea General y durante el último discurso de Luis Rubiales como presidente de la RFEF. Idéntica reacción tuvo el seleccionador absoluto masculino, Luis de la Fuente. Apenas un día después Jorge Vilda emitía un comunicado donde pedía disculpas por su reacción: «Lamento profundamente que la victoria del fútbol femenino español se haya visto perjudicada por el comportamiento impropio que nuestro ahora máximo dirigente, Luis Rubiales, ha realizado y que él mismo ha reconocido».
Quince días después, el 5 de septiembre del 2023, la Federación anunciaba el despido del madrileño en todas sus funciones.: «La RFEF agradece su labor al frente de la Selección y en sus funciones de máximo responsable deportivo de las selecciones femeninas, así como los éxitos cosechados durante su etapa coronados con la reciente consecución del Mundial. Ponemos en valor su intachable conducta personal y deportiva, siendo una pieza clave en el notable crecimiento del fútbol femenino en España. Durante su extensa etapa, Vilda ha sido promotor de los valores del respeto y la deportividad en el fútbol».
Empezaba entonces un nuevo escenario absolutamente incierto para el seleccionador campeón del mundo, que vió cómo, en apenas 15 días, pasó de ser el técnico más importante del fútbol femenino mundial a encontrarse en el «paro». El 15 de octubre de 2023 Jorge Vilda volvía a la actividad. Ese mismo día se hacía oficial su nombramiento como responsable del fútbol femenino y seleccionador absoluto de Marruecos. Acuerdo que había estado trabajando en las semanas anteriores y después de recibir una llamada del país vecino poniendo sobre la mesa esta propuesta. Selección a la que estuvo a punto de llevar a los recientes Juegos de París. Una derrota ante la poderosa Zambia en la eliminatoria previa definitiva lo evitó.
Despido improcedente
Desde su salida de la RFEF empezó un litigio por parte de Jorge Vilda contra la entidad federativa por lo que consideraba que era un despido improcedente. Un litigio que se resolvió en mayo de este año cuando ambas partes acordaron un finiquito en torno a 1,8 millones de euros.
Un acuerdo al que llegaron en el acto de mediación previo a la celebración del juicio entre las partes del pasado 27 de mayo. Juicio fijado en esta fecha al no llegar a un acuerdo en la vista inicial del 16 de septiembre de 2023 por falta entonces de un interlocutor en la RFEF.
Desde entonces el ex seleccionador femenino y director deportivo de España ha mantenido este acuerdo en una absoluta discreción y sin hacerlo público. Así lo acordaron las partes en el acto de conciliación como por respeto a la propia RFEF y dentro de sus actuales funciones en el fútbol femenino marroquí.
La renovación de Luis Rubiales
Un finiquito acordado entre las partes y que responde a dos conceptos. Primero, al despido improcedente en su doble cargo que desempeñaba en la RFEF. Tanto el de seleccionador absoluto como director deportivo de todo el fútbol femenino en el ámbito federativo. Y el segundo, por el reconocimiento a los 17 años que Jorge Vilda estuvo trabajando en las distintas selecciones femeninas desde su incorporación en 2006.
Pero en ningún caso está incluida en la indemnización final la propuesta de renovación que Luis Rubiales le hizo en la citada Asamblea General del 25 de agosto. Ese día, el entonces todavía presidente hizo pública una oferta de cuatro años más para el entonces seleccionador a razón de medio millón de euros al año. Pero este último concepto nunca se llegó a tratar, sólo la indemnización por estos dos primeros conceptos, que ya superan los 1,8 millones que acordaron hace casi cuatro meses.
Muchas cosas han pasado en estos trescientos sesenta y siete días en la vida de Jorge Vilda y en el fútbol español femenino. Ahora, sus vidas caminan por separado y con objetivos bien distintos a los que permitieron soñar a toda la sociedad española aquel 20 de agosto del 2023.