La Guardia Civil ha detenido al propietario de una frutería en el municipio madrileño de Valdeavero, acusado de abusar sexualmente de al menos a 14 niños en el interior del local que regentaba, según ha adelantado adelantó La Sexta y han confirmado fuentes del Instituto Armado a Efe. El presunto pederasta, de 47 años, les ofrecía chucherías para, después, abusar de ellos y amenazarles de muerte si contaban lo sucedido.
Lo más importante: las víctimas tienen entre tres y 13 años de edad, aunque se sospecha que existen más personas afectadas que las 14 denuncias presentadas hasta el momento. No sé sabe cuanto tiempo lleva cometiendo abusos sexuales. «Hay gente que ahora tiene 20 años y lo está contando. Es un poco ‘heavy’. Eso es que se lo hizo hace años», ha relatado a La Sexta un vecino.
El suceso ha conmocionado a los habitantes de Valdeavero. No pueden creer que el frutero del pueblo —que se le conocía como el amigo de los niños— se dedicase presuntamente a abusar de menores de edad. Apodado ‘el Toba’, al acusado se le investiga, de momento, por nueve delitos de abusos sexuales continuados y dos de abusos con acceso por vía bucal. «Era para nosotros algo más que el frutero. Todos los pequeños subían a su frutería y estaban encantados porque les daba chuches y bolsas de gusanitos», ha relatado una madre a El Mundo. Otra ha añadido al mismo diario que «para entrar a la tienda había que subir a unas escaleras y ahora hemos comprendido que él siempre tenía varios segundos para reaccionar por si entraba alguien y le veían».
Los hechos empezaron a destaparse gracias al testimonio de uno de los menores abusados. El niño se negó a jugar con el hijo del presunto abusador. Al preguntar su madre la razón, el pequeño respondió que era por los tocamientos recibidos. La denuncia de esta madre comenzó la investigación de la Guardia Civil el pasado mes de agosto. Después, las denuncias empezaron a multiplicarse.
En palabras de otra vecina de Valdeavero, «los niños no han contado nada porque les amenazaba». Otra ha señalado que todos los pequeños que han sufrido abusos sexuales han suspendido asignaturas en el centro escolar. Además, tanto los pequeños como los familiares han necesitado atención psicológica. El caso no queda cerrado en este municipio. Tras la detención del frutero han aparecido nuevas supuestas víctimas en otras localidades como Alcalá de Henares o Camarma.
La investigación de la Guardia Civil continúa abierta y no se descarta que haya más víctimas de estos presuntos abusos.