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Así ha sido funeral del papa Benedicto XVI, oficiado por el papa Francisco

Tras tres días de capilla ardiente en los que casi 200.000 personas se han acercado hasta la basílica de San Pedro para despedirlo, se producirá su entierro.

El funeral del papa emérito Benedicto XVI se ha celebrado este jueves tras casi una semana de actos en memoria y como homenaje de quien fuera la cabeza de la Iglesia Católica. El sucesor de san Juan Pablo II ha sido enterrado en las Grutas Vaticanas tras una misa solemne en la Plaza de San Pedro que ha sido oficiada por su sucesor, Francisco I, y a la que han acudido la reina Sofía, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, y la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá.

El Papa ha reivindicado la «búsqueda apasionada» de Benedicto XVI por comunicar el Evangelio y ha instado a la Iglesia a «seguir sus huellas» en el funeral solemne que ha presidido en la plaza de San Pedro del Vaticano, ante decenas de miles de fieles, y con el que se cierra una etapa de convivencia atípica de dos pontífices en el Vaticano.

«También nosotros, aferrados a las últimas palabras del Señor y al testimonio que marcó su vida, queremos, como comunidad eclesial, seguir sus huellas y confiar a nuestro hermano en las manos del Padre: que estas manos de misericordia encuentren su lámpara encendida con el aceite del Evangelio, que él esparció y testimonió durante su vida», ha señalado el Pontífice en la homilía de la misa que ha concelebrado junto a 120 cardenales, cerca de 400 obispos y casi 4.000 sacerdotes.

Ante el altar, estaba situado el féretro de ciprés que contiene los restos mortales del Papa alemán, con algunos objetos personales de su pontificado, y las primeras filas estaban ocupadas la que fue su familia durante los últimos años- su secretario, Georg Gänswein y las consagradas de la Memores Domini que se han dedicado a su servicio.

Señal en directo desde el Vaticano. EFE.

Así ha sido el funeral del papa emérito

Comienza el traslado del féretro a las Grutas Vaticanas

Finaliza la misa en memoria del papa emérito Benedicto XVI. Tras el acto, los restos mortales del ex sumo pontífice serán trasladados a las Grutas Vaticanas, donde reposará.

Francisco I reivindica la «búsqueda apasionada» de Benedicto XVI

El Papa ha reivindicado la «búsqueda apasionada» de Benedicto XVI por comunicar el Evangelio y ha instado a la Iglesia a «seguir sus huellas» en el funeral solemne que ha presidido en la plaza de San Pedro del Vaticano, ante decenas de miles de fieles, y con el que se cierra una etapa de convivencia atípica de dos pontífices en el Vaticano.

«También nosotros, aferrados a las últimas palabras del Señor y al testimonio que marcó su vida, queremos, como comunidad eclesial, seguir sus huellas y confiar a nuestro hermano en las manos del Padre: que estas manos de misericordia encuentren su lámpara encendida con el aceite del Evangelio, que él esparció y testimonió durante su vida», ha señalado el Pontífice en la homilía de la misa que ha concelebrado junto a 120 cardenales, cerca de 400 obispos y casi 4.000 sacerdotes.

Ante el altar, estaba situado el féretro de ciprés que contiene los restos mortales del Papa alemán, con algunos objetos personales de su pontificado, y las primeras filas estaban ocupadas la que fue su familia durante los últimos años- su secretario, Georg Gänswein y las consagradas de la Memores Domini que se han dedicado a su servicio.

El Papa ha citado a San Gregorio Magno, uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia latina o de Occidente, y ha dicho que se mantuvo a «flote en la tabla de las oraciones». De este modo, ha ensalzado «la conciencia del Pastor» que se abandona a la oración: «No puede llevar solo lo que, en realidad, nunca podría soportar solo y, por eso, es capaz de abandonarse a la oración y al cuidado del pueblo que le fue confiado».

Imágenes de la misa por el papa emérito Benedicto XVI.

Francisco I recuerda a Benedicto XVI como un «fiel amigo del Señor»

El papa Francisco I ha querido honrar la memoria del papa emérito Benedicto XVI y ha alabado su voluntad a la hora de ofrecerse a Dios y cargar durante los años de su papado con el peso de la cruz y los problemas que arrastró la Iglesia. El sumo pontífice ha agradecido el ofrecimiento de su predecesor para encabezar la institución.

El papa ha rogado que el gozo de Benedicto XVI sea inmenso cuando por fin se reúna con Dios y ha elevado su figura a la de «un fiel amigo del Señor».

Comienza la misa por el papa emérito, Benedicto XVI

Puntual, el papa Francisco I comienza la misa en memoria del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre de 2022 a los 95 años de edad.

La lectura es del Evangelio según San Lucas, donde se narra la crucifixión de Jesucristo, la conversación con los dos ladrones (Dimas y Gestas) y la muerte del hijo de Dios tras suspirar: «Padre, en tus manos encomiendo tu espíritu».

Francisco I llega a la Plaza de San Pedro

El papa Francisco I, que será el encargado de oficiar la misa en memoria de su predecesor, ha llegado a la Plaza de San Pedro. Lo ha hecho en silla de ruedas debido a las lesiones de rodilla que padece y que le han obligado a aparecer públicamente en este medio en varias ocasiones.

Llegada del papa Francisco a la misa por Benedicto XVI. Guglielmo Mangiapane (Reuters).
Llegada del papa Francisco a la misa por Benedicto XVI. Guglielmo Mangiapane (Reuters).

Josep Solé, el organista español al frente de la música de la ceremonia

Los cantos de la misa correrán a cargo del coro de la Capilla Sixtina, dirigido por Marcos Paván, el dirigido por el Jafet Ramón Ortega Trillo, y el organista será Josep Solé Coll.

Tal y como ha compartido el diario Hola, Solé es el organista titular de la basílica de San Pedro, el único organista de los Papas, un cargo que ostenta desde 2018 y que ahora deberá llevar la música de la ceremonia en el mayor acto desde que ostenta el cargo: el recorrido del féretro hasta las Grutas Vaticanas.

Trasladan a hombros el ataúd de Benedicto XVI hasta la plaza de San Pedro

Un grupo de doce sediarios, los antiguos portadores de la Silla Gestatoria de los Papas, han trasladado a hombros a las 08.50 horas el féretro de Benedicto XVI hasta el altar predispuesto en la plaza de San Pedro, desde el que el Papa Francisco, acompañado por el cardenal decano, Giovanni Battista Re, celebrará su funeral este jueves 5 de enero. El secretario personal del papa emérito, Georg Ganswein y el maestro de ceremonias Litúrgicas Pontificias, Diego Giovanni Ravelli, han coloca el evangelio encima del féretro mientras los fieles rezaban el rosario.

Las puertas de la basílica de San Pedro, que este miércoles se cerraron a las 19:00 horas para la preparación del cuerpo para el sepelio y su introducción en el ataúd de ciprés, se han vuelto a abrir poco antes de las 9.00 horas.

Llegada del féretro de Benedicto XVI a la Plaza de San Pedro. Foto: Guglielmo Mangiapane (Reuters)
Llegada del féretro de Benedicto XVI a la Plaza de San Pedro. Foto: Guglielmo Mangiapane (Reuters)

Los sediarios del Vaticano, que en el pasado se encargaban de transporta ral Romano Pontífice en Silla Gestatoria, utilizada por última vez por el Papa Juan Pablo I, serán también los encargados de llevar en procesión el féretro a través de la puerta de Santa Marta hacia las Grutas Vaticanas, en compañía de algunos cardenales, para su inhumación en la capilla donde estuvo enterrado el Papa Juan XXIII.

Está previsto que el Pontífice oficie las exequias del papa alemán siguiendo paso a paso lo que marca el rito ‘Ordo exequiarum Romani Pontificis’, el mismo que se usaría si fuera un pontífice reinante, como ya se hizo en el funeral de san Juan Pablo II en 2005, aunque con algunos cambios. «La base es la misma, pero hay algunos elementos que dan originalidad al rito» y «otros elementos que faltan referidos a los más específicos de un Papa reinante», según explicó el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.

Por ejemplo, se han eliminado las súplicas finales de la Iglesia de Roma y de las Iglesias orientales de la liturgia fúnebre. Pero también se han cambiado todas las lecturas de la liturgia de la Palabra respecto a las del funeral papal, además de todas las oraciones.

El Vaticano no declara luto oficial el día del funeral de Benedicto XVI

El Vaticano no ha declarado día de luto oficial este jueves 5 DE ENERO a pesar de ser el día en el que Francisco preside el funeral de su predecesor, Benedicto XVI, que falleció el pasado sábado 31 de enero a los 95 años y cuyos restos mortales serán enterrados en las grutas vaticanas, concretamente, en la tumba que perteneció a san Juan Pablo II hasta 2011, cuando fue trasladado a la capilla de San Sebastián en la superficie de la basílica de San Pedro.

En este sentido, las oficinas del Estado más pequeño del mundo están abiertas regularmente. Si bien se ha dado permiso a los empleados que así lo han querido a asistir a la misa funeral, que preside el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, han tenido que seguir garantizando el funcionamiento de todas las actividades de la Santa Sede, según ha informado el diario italiano Il Fatto Quotidiano.

De la misma manera, los Museos del Vaticano también están operativos y no hay banderas a media asta en señal de luto, cosa que sí ha decretado el gobierno de Italia. Portugal, por su parte, sí ha decretado un día de luto.

De hecho, al no ser considerado un funeral de Estado, ya que no ha fallecido un papa reinante, la Santa Sede solo ha invitado oficialmente a las delegaciones de Italia y Alemania, que estarán representadas respectivamente por el presidente de la República, Sergio Mattarella, y por su homólogo, Frank-Walter Steinmeier. La Secretaría de Estado ha precisado de este modo que todas las demás delegaciones presentes, como la española, encabezada por la Reina Sofía, lo están «a título personal».

Cola de fieles en la capilla ardiente por el papa emérito, Benedicto XVI.

Una ceremonia atípica

Para la veneración pública, Benedicto XVI descansaba sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Entre sus manos entrelazaba un rosario.

A diferencia de sus predecesores, no llevaba el palio papal, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno en una determinada jurisdicción. De hecho, será enterrado sin vestirlo, y, en cambio, será colocado en el ataúd como se hace con los obispos eméritos.

Tampoco luce en el dedo el anillo del pescador que usó durante el pontificado. En el pasado, para evitar que alguien pudiera falsificarlo, se procedía a su destrucción inmediata justo después de confirmar su muerte. Pero en el caso de Benedicto XVI, su anillo papal fue destruido en 2013, cuando anunció su renuncia. Lo mismo sucede con la cruz pastoral, el bastón rematado con una cruz que tiene un significado paralelo al del palio.

El Papa Francisco preside hoy el funeral de Benedicto XVI y cierra la era de los dos pontífices en la Iglesia

El Papa Francisco preside este jueves 5 de enero el funeral por Benedicto XVI, al que se espera que asistan más de 65.000 personas, en una ceremonia solemne que cierra la era de la convivencia de dos pontífices en la Iglesia.

La ceremonia será «solemne, pero sobria», tal y como ha confirmado el Vaticano en respeto de la voluntad del difunto papa emérito y solo asistirán de forma oficial las delegaciones de gobierno y presidencia de Italia y Alemania. El resto lo hacen a título personal.

En representación de Alemania, patria natal de Ratzinger, estará el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente de ese país, Frank-Walter Steinmeier, y por parte de Italia, el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni.

Además de la Reina Sofía de España, asistirán los reyes Felipe de Bélgica y su esposa, la Reina Matilde, nueve jefes de Estado y cuatro primeros ministros.

También está previsto que al menos media docena de obispos españoles asistan al funeral entre ellos, el presidente, vicepresidente y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el obispo auxiliar de Toledo, César García Magán, respectivamente, que acudirán en representación de la Conferencia Episcopal Española.

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