París está harto de Airbnb
París ha amenazado con llevar a la compañía de vivienda compartida Airbnb a los tribunales si no retira de sus lista los apartamentos parisinos sin licencia.
La ciudad del amor ha perdido todo el amor por Airbnb.
París ha amenazado con llevar a la compañía de vivienda compartida Airbnb a los tribunales si no retira de sus lista de alquileres turísticos los apartamentos parisinos sin licencia municipal.
Desde el 1 de diciembre, los apartamentos turísticos en París deben tener un número de registro para que el ayuntamiento pueda comprobar que sus propietarios no superan el máximo legal de alquiler de 120 días al año. Ya en enero, el consistorio culpó a Aibnb de la disminución de la población en el corazón de la ciudad. Airbnb «ha sido una catástrofe para el centro de París», dijo Jean-François Legaret, alcalde del primer distrito de París en ese momento. También están advertidas otras compañías de vivienda compartida como Homeaway, Paris Attitude, Sejourning y Windu.
Hasta ahora se han otorgado unos 11.000 números de registros en París, una quinta parte del total de apartamentos turísticos existentes, según Ian Brossat, responsable de Vivienda en la alcaldía de la socialista Anne Hidalgo. Igual que otras grandes ciudades, la capital francesa, uno de los principales mercados para Airbnb en el mundo, intenta luchar contra los apartamentos turísticos ilegales que perjudican al sector hotelero y favorecen la especulación inmobiliaria. Desde julio, París cuenta con unos 65.000 hogares en esta plataforma.
Los propietarios que no registren sus apartamentos o excedan el límite legal pueden recibir una multa de hasta 50.000 euros.