Caixabank anuncia a los sindicatos el despido de más de 2.000 trabajadores
La dirección de Caixabank ha comunicado a los sindicatos que prevé despedir a un total de 2.157 personas en España, lo que supone una reducción del 7,3% de la plantilla de esta empresa.
La dirección de Caixabank ha comunicado a los sindicatos que prevé despedir a un total de 2.157 personas en España, lo que supone una reducción del 7,3% de la plantilla de esta empresa.
La dirección del banco ha dado a conocer la afectación del recorte de plantilla durante una reunión celebrada en Madrid, han informado a Efe fuentes sindicales. Es la primera vez que la entidad ofrece una cifra, aunque fuentes financieras ya hablaban de 2.000 despidos.
Aunque CaixaBank da trabajo a un total de 37.511 empleados, incluyendo al portugués BPI y a sus filiales, el personal del banco español es de 29.508 personas, por lo que el ajuste anunciado supone ese 7,3 % de la nómina. De las 2.157 personas que serán despedidas, 1.913 serán de la red de oficinas de España y otras 244 de la red de apoyo a estas oficinas.
Fuera del ajuste se quedan las provincias de Barcelona y Teruel, así como los servicios centrales del banco.
Caixabank ya había comunicado a los sindicatos su intención de presentar un ERE para reducir la plantilla en línea con las necesidades del banco. Los despidos se deben a que la entidad quiere potenciar el nuevo modelo de oficinas urbanas, fortalecer la red rural y reforzar los servicios digitales para reducir el número de sucursales.
El 27 de noviembre de 2018, Caixabank anunció en Londres que preveía reducir en los próximos tres años el número de oficinas urbanas en 821, un 18% de la red actual, pero en la reunión de este jueves se ha puesto sobre la mesa el cierre de 793 oficinas, según han informado fuentes sindicales a Efe.
El banco ha trasladado a los sindicatos que quiere extender el modelo de oficina store en las áreas urbanas y ampliarla hasta las 700, así como consolidar el modelo AgroBank en el ámbito rural, que ya suma más de 1.000 oficinas. En esta línea, el banco apuesta por mantener sus oficinas en las poblaciones con menos de 10.000 habitantes, aunque con menos costes, según los sindicatos.
Al mismo tiempo, quiere aumentar la atención remota al cliente, el llamado servicio inTouch, para pasar de los 900 gestores actuales a 2.000.