Urkullu confirma que medió entre el Gobierno y la Generalitat a petición de Puigdemont

El lehendakari Iñigo Urkullu ha empezado este jueves la segunda jornada de la fase testifical del juicio del procés en el Tribunal Supremo, donde ha sido citado para explicar sus intentos de mediar entre el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, que declaró como testigo el miércoles, y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Al comenzar su declaración, Urkullu ha confirmado su papel de mediador entre los los mandatarios tras una llamada de Puigdemont en la que le pedía que «interviniera para encauzar la situación». Tras Urkullu han declarado Gabriel Rufián y Albano Dante-Fachín. La última en declarar por la mañana ha sido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Tras esta llamada, Urkullu trasladó a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la preocupación de Puigdemont y, más tarde, el 19 de julio de 2017, mantuvo una reunión de dos horas con Rajoy, ha explicado.

El 21 de septiembre volvió a hablar con Rajoy, esta vez por teléfono, y a partir del 4 de octubre afirma que «muchas personas» le solicitaron que interviniera, por lo que hasta finales de octubre mantuvo una relación «prolija con todo tipo de responsables políticos, institucionales y sociales».

«De las conversaciones que mantenía con Rajoy o Puigdemont daba cuenta a la otra parte, esa era también mi función de interceder en la comunicación para superar una situación de bloqueo, reconocida por uno y por otro», ha explicado sobre su papel en la crisis en Cataluña.

Durante este periodo, Urkullu planteó «cuatro o cinco propuestas» tanto a la Generalitat como al Gobierno. Por parte de Puigdemont, asegura que siempre encontró «disposición al diálogo» y «absoluta receptividad» a sus planteamientos y que ambos estuvieron en contacto los días previos al 27 de octubre de 2017 y hablaron sobre la declaración unilateral de independencia.

Las propuestas que planteó al Gobierno y a la Generalitat no pasaban «en absoluto» por celebrar un referéndum ilegal o declarar la independencia de Cataluña de forma unilateral, ha asegurado Urkullu.

Además, asegura que planteó a Puigdemont la imposibilidad de celebrar un referéndum ilegal y de la vía unilateral. «Siempre abogué por la bilateralidad, es una vía que sigue siendo la pertinente que desemboque en el deseo de una mayoría social constataba de una consulta legal y pactada».

Sobre Rajoy, Urkullu ha dicho que «la respuesta en todo momento fue una actitud de escucha, de atención, aun cuando la respuesta no fuera satisfactoria los días 25 al 27 de octubre». Sin embargo, ha dicho que estaba en contra de «cualquier paso que pudiera interpretarse como una negociación que traspasara los límites de la Constitución».

Rufián: «La única violencia que vi fue la de la policía el 1 de octubre»

El segundo en declarar este jueves ha sido el diputado de ERC Gabriel Rufián, que ha hablado sobre el 20S. «Me chirría que se dijera que aquello fuera una rebelión o un tumulto porque yo fui a merendar, y en una revolución la gente no va a merendar», ha dicho, antes de explicar que intentó entrar, sin éxito, en el Departamento de Economía.

Sobre el 1-O, Rufián ha dicho que vio «a gente con un anhelo brutal de votar» y que «a partir de la mañana siguiente vi imágenes que nos perseguirán a todos los demócratas de policías apaleando a señoras«. «Jamás pensamos que nos enfrentaríamos a una salvajada».

Durante el interrogatorio, Rufián ha criticado la presencia de Vox como acusación popular en el juicio. «Es una vergüenza que ustedes estén aquí como partido xenófobo, racista…», ha dicho antes de ser cortado por el juez Marchena.

Dante-Fachín llamó a participar en el referéndum a pesar que de su partido no tiene como objetivo la independencia

El exdiputado de Podem en el Parlament Albano Dante-Fachín ha reconocido que, aunque el partido no tiene como objetivo la independencia de Cataluña, sí decidió llamar a participar en el referéndum del 1 de octubre, aunque no recuerda si su partido ocupó a ocupar las escuelas el día de antes del referéndum para garantizar que se pudiera votar.

Sobre la concentración del 20 de septiembre de 2017, Dante-Fachín ha dicho que «se veía que no era una concentración independentista al uso, sino bastante plural». Ha afirmado que estuvo «muy cerca de la puerta del Departamento de Economía y que la gente «se iba moviendo» sin dificultad. «La única preocupación que percibí y que podía ser motivo de molestia para los agentes era que le molestara el humo de mi cigarro».

Colau denuncia que los registros judiciales provocaron una «sensación de excepcionalidad»

La alcaldesa de Barcelona ha sido la última en declarar antes del receso de mediodía de este jueves, y ha denunciado que hubo «cargas policiales brutales» durante el 1-O, en el que participó «como ciudadana y alcaldesa». «Tuve que hacer llamadas porque la situación se volvió complicada», ha declarado.

Sobre las protestas del 20 de septiembre, Colau ha dicho que, aunque no estuvo presente, recibía información de lo que ocurría en aquella jornada. «Sí tengo constancia de que hay servicios municipales que intervinieron», ha dicho la alcaldesa, que asegura que la Guardia Urbana se puso «a disposición» para «tareas de apoyo» a los Mossos d’Esquadra.

Ha afirmado además que las protestas del 20S se produjeron en un contexto de «anomalía» que generó una «alarma social», en referencia a los registros judiciales. Además, ha afirmado que el hecho de que «la Policía Nacional intentó entrar en la sede de la CUP sin tener un requerimiento judicial» hizo que creciera «la sensación de excepcionalidad».

También ha defendido la actitud pacifista de la movilización del 1 de octubre. «Creo que es muy relevante destacar, porque a algunos nos maravilló y aún nos sorprende, el tipo de movilización del 1 de octubre», ha dicho la alcaldesa, que asegura que el 1-O «no fue de ninguna institución ni partido, sino de la gente, fueron millones de personas auto organizados». Ha afirmado además que fue una movilización «pacífica» pero «determinada» para la «defensa de los derechos fundamentales».

Igual que ha hecho Rufián, Colau ha mostrado su «incomodidad por responder a un grupo de extrema derecha«, en referencia a la posición de Vox de acusación popular.