París impone un nuevo límite al precio de los alquileres
El precio de los alquileres en París ha subido exponencialmente debido a los tipos de interés históricamente bajos y al impacto de las compañías de alquiler vacacional como Airbnb
Las autoridades de París han reintroducido controles de los precios de los alquileres. Con esta nueva medida, la capital francesa intenta frenar el encarecimiento de los arrendamientos de la última década.
Esta medida se aplicará únicamente a los contratos firmados a partir del lunes 1 de julio. Los inquilinos con arrendamientos anteriores a esta fecha deberán esperar a que el último contrato venza para exigir la limitación del precio. En concreto, se fijará un precio de alquiler de referencia para cada barrio de París y los apartamentos no podrán alquilarse a más del 20% por encima de este coste.
El precio de los alquileres ha subido exponencialmente en París, al igual que en las principales capitales europeas. Esto ha ocurrido debido a los tipos de interés históricamente bajos y al impacto de las compañías de alquiler vacacional como Airbnb.
«Los precios de los alquileres han aumentado más del 50% en los últimos 15 años en París, y de 1% entre 2015 y 2017″, ha señalado el responsable de vivienda del Ayuntamiento parisino, Ian Brossat.
En 2015 se aplicó una medida similar a esta en París y Lille, pero dos años y medio después ese dispositivo fue derogado tras varios recursos judiciales.
Las capitales europeas han introducido una serie de medidas diseñadas para hacer frente a la inflación de los precios de la vivienda, que está llevando a un número cada vez mayor de familias de clase media y baja a abandonar el centro de las ciudades. Precisamente, la capital gala pierde 12.000 habitantes cada año según cifras oficiales.
Algunas capitales están tomando medidas contra Airbnb. Mientras algunos han limitado el número de días que se pueden alquilar apartamentos, otros, como el Gobierno de Berlín, ha decidido congelar los alquileres durante cinco años a partir de 2020 con el objetivo de detener el aburguesamiento galopante.
En Barcelona, donde los alquileres han aumentado en un 35% desde 2010, se han tomado algunas medidas drásticas contra los alquileres temporales, que incluyen multas contra los arrendamientos considerados «ilegales» y órdenes del cese de actividad.
Algunos profesionales inmobiliarios han cuestionado el sistema introducido en París ya que estiman que establecer un precio de referencia para una zona resultaría problemático porque habría que tener en cuenta la gran variación de propiedades y barrios, informa AFP.
