El 52% de las pymes de España cree que el número de empleados de su empresa disminuirá en los próximos 12 meses, mientras que un 44% confía en que lo mantendrá y un 4% se plantea aumentarlo, según el tercer barómetro realizado por la patronal Cepyme.
En profundidad: el estudio, con opiniones de cerca de 1.300 empresas, también recoge que el 50,5% de las pymes cree que la supervivencia de su empresa está en riesgo y cerca de un 5% ha cerrado definitivamente o prevé hacerlo como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. El barómetro muestra que el 50% de las empresas consultadas han realizado ya una reestructuración de plantilla y que un tercio de estas ha disminuido su plantilla en más de un 50%.
Sobre las medidas tomadas para hacer frente a la situación, el 43% declara haber pedido un ERTE y el 38% haber implementado el teletrabajo pero también se han producido ya ajustes de empleo. En cuanto a las empresas que han optado por un ERTE, el 53% cree que no podrá mantener el empleo en los próximos seis meses.
El barómetro añade que la crisis está afectando «negativa o muy negativamente» al 86% de las pymes y el 90% afirma su volumen de ingresos ha descendido por la falta de demanda debido a la pandemia de coronavirus[contexto id=»460724″]. En algunos casos, añade el estudio, los efectos de la pandemia han provocado ya cierres: un 4,5% prevé o ya ha realizado el cierre definitivo de su empresa, un 2,6% prevé o ya ha declarado concurso por insolvencia y otro 2,6% ha decidido vender su negocio.
«La prolongada situación provocada por la pandemia y agravada por los rebrotes ha hecho mella en las expectativas de las empresas y en la valoración de la situación que estamos viviendo», apuntan desde Cepyme. Según el estudio, para el 92% de las empresas la situación económica actual es mala o muy mala y para el 64% las expectativas para los próximos 12 meses son negativas.
Sobre las medidas adoptadas por el Gobierno, más del 64% de las empresas las valora de manera negativa o muy negativa. Y urgen a tomar nuevas medidas como la reducción temporal de las cotizaciones a la Seguridad Social y de algunos impuestos, así como ayudas económicas directas «para resistir y asegurar su supervivencia».