Las consecuencias del incremento incidirán especialmente en los jóvenes y en los trabajadores con menor cualificación «para los que será más difícil encontrar empleo»
Elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los mil euros (5,3 % más) el próximo año tendría un impacto negativo sobre el empleo, ya que se destruirían o dejarían de crear entre 85.000 y 135.000 puestos de trabajo en los dos próximos años.
Así se desprende de un informe elaborado por la patronal de las pymes Cepyme y Randstad Research, que detalla que la mayor parte de este impacto, hasta un 52 %, se concentraría en los sectores de hostelería y comercio, los más dañados por la crisis del COVID-19.
Además, recuerda que las consecuencias de este incremento incidirán especialmente en los jóvenes y en los trabajadores con menor cualificación, «para los que será más difícil encontrar empleo o conservar el que tienen».
Esta eventual subida para 2021 supondría un incremento acumulado de más del 52,6 % en cinco años, añade el informe.
De hecho, entre 2016 y 2020 el SMI en España ha registrado un incremento acumulado -ajustado por paridad de poder adquisitivo- del 43,1 %, lo que sitúa a España como el tercer país de Europa con mayor alza, tras Rumanía (65,5 %) y Lituania (49,6 %).