El proyecto de reducción de jornada propuesto por Más País y apoyado por Compromís en el Congreso se pondrá en marcha a lo largo de este año, con 200 empresas involucradas y entre 3.000 y 6.000 trabajadores que, sin recortes de salario, pondrán a prueba la conversión a las 32 horas de trabajo semanales.
En contexto: el partido liderado por Íñigo Errejón llegó a un acuerdo con el Ejecutivo a finales del pasado enero, en el que se pactaron 50 millones de euros de fondos europeos para promover este plan de futuro y llevar a cabo la transformación laboral a cuatro días de trabajo a la semana. El dinero se distribuirá entre las 200 compañías a las que se aplicarán estas circunstancias y, aunque la duración todavía está pendiente de aprobarse, será de entre uno y tres años.
De este modo, Más País ya presentó el borrador del proyecto ante el Ministerio de Industria en enero y cada empresa recibirá en torno a 250.000 euros del presupuesto para afrontar los gastos derivados de la reducción de jornada. Asimismo, serán ellas mismas quiénes decidan de qué modo emprenderla: eliminando un día completo o reduciendo el horario diario. En cuanto a las ayudas que percibirán, podrán ser utilizadas para emprender las transformaciones que consideren oportunas con motivo de mantener la productividad habitual.
Conforme avance el tiempo y el plan esté más definido, las empresas podrán apuntarse libremente si desean participar. En este sentido, Héctor Tejero, el responsable del programa, ha explicado que lo ideal es que se trate de pequeñas y medianas empresas mayoritariamente. Para regular esta resolución, se prevé establecer un mínimo de seis trabajadores asalariados y un máximo de 200, que representarían más fielmente el verdadero mercado laboral español. Esta intención podría variar de acuerdo al tipo de actividad que realicen y dentro de criterios aún por establecer. De todos modos, ha reconocido que lo cierto es que este tipo de iniciativa casaría mejor con grandes empresas tecnológicas, consultoras, despachos de abogados, arquitectos…
Será a mediados de marzo cuando se vuelva a repasar el proyecto, pero por ahora los sindicatos ya aplauden esta propuesta y Pepe Álvarez, el secretario general de UGT, mantiene que esta propuesta tiene que ver con «el tiempo menos que necesitamos para producir un bien o servicio», algo que «desde hace cien años no ha tenido un cambio sustancial y, en una revolución tecnológica permanente, tiene un punto de inflexión que supera las 35 horas y nos sitúa en las 32 semanales». Álvarez ha señalado, asimismo, ha señalado que es necesaria porque hay que repartir el trabajo, debido a los cambios tecnológicos, que se incrementarán gracias a los fondos europeos, pero también desde un punto de vista medioambiental o de igualdad.
Por su parte, Unai Sordo, secretario general de CCOO, mantuvo en la reunión de enero con Íñigo Errejón, que se trata de una «reivindicación histórica del movimiento sindical», que tiene dos grandes frentes: uno en el ámbito de la negociación colectiva y otro en cómo se distribuye en el futuro el tiempo de trabajo.