Indra ha disparado sus beneficios entre enero y septiembre hasta los 115 millones de euros, un 77% por encima del mismo periodo de 2019 y que contrasta con los ‘números rojos’ de 2020, lo que ha llevado a la compañía a retomar el dividendo.
Por primera vez desde 2014, Indra propondrá a la junta de accionistas el reparto de un dividendo, que será de 0,15 euros en efectivo a abonar en julio de 2022 a cuenta del presente ejercicio, lo que, de mantenerse la cantidad de acciones en circulación, supondrá un desembolso de 26 millones de euros.
La compañía ha ingresado 2.363 millones de euros hasta septiembre, un 9,7% más que en el mismo periodo de 2020 en términos reportados, con un crecimiento del 11,4% en el tercer trimestre, cuando ha facturado 745 millones de euros.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ha sido de 257 millones de euros, tres veces más que en el mismo periodo de 2020, con un margen del 10,9%, siete puntos porcentuales por encima de los registros del año pasado.
Por su parte, el Ebit se ha situado en 188 millones de euros, de los que 17 millones de euros corresponden a una plusvalía de la venta de instalaciones de San Fernando de Henares (Madrid) en una operación.
En cuanto a las ramas de negocio, Minsait ha aumentado sus ventas un 8% en términos reportados hasta los 1.537 millones de euros en los nueve primeros meses, con un Ebitda de 137 millones de euros frente a los 2 millones de euros de 2020.
Por su parte, la rama de Transporte y Defensa ha crecido un 11,5%, hasta los 826 millones de cifra de negocio, con un Ebitda de 120 millones de euros, más de un 50% por encima del registro de septiembre de 2020.
Los consejeros delegados de Indra, Cristina Ruiz e Ignacio Mataix han destacado en el informe de resultados la «significativa aceleración del crecimiento y de la rentabilidad operativa» de ambas ramas de negocio, así como la superación de los niveles prepandemia.
El flujo de caja de los primeros meses del año ha sido positivo en cinco millones de euros, si se excluyen factores extraordinarios como los 15 millones de euros invertidos en el plan de transformación de la plantilla y la entrada de 22 millones de euros por la venta de instalaciones.
Asimismo, la deuda neta se ha reducido un 20%, hasta los 503 millones de euros, lo que supone un ratio de deuda neta respecto al Ebitda medio de los últimos doce meses de 1,7.
La cartera alcanzó los 5.362 millones de euros en los nueve primeros meses de 2021, mostrando un crecimiento del 4,1% en términos reportados (del 5% en moneda local) frente a los nueve primeros meses de 2020.
Nuevos objetivos
Por segunda vez en tres meses, el equipo directivo de Indra ha mejorado sus objetivos financieros y ha apuntado a generar a finales de año más de 3.300 millones de euros en moneda local, un 3,1% más que el objetivo anterior.
Asimismo, ha mejorado su previsión de Ebit en un 4,5%, para llegar a 230 millones de euros, mientras que espera un flujo de caja de 140 millones de euros, un repunte del objetivo del 7,6%.
A la hora de calcular el flujo de caja, no obstante, se resta la entrada de 32 millones de euros a final de año por la venta de las instalaciones de San Fernando de Henares y la salida de 28 millones de euros por el plan de transformación de plantilla.