El comité antimonopolio del Congreso estadounidense publicó hace unos días un informe sobre la actividad de grandes empresas tecnológicas, como Apple, Google, Facebook o Amazon, y la investigación concluye con una conclusión nítida: es necesario endurecer la legislación para controlar el tamaño de estas gigantescas corporaciones y prevenir futuras fusiones que las hagan incluso más grandes. La respuesta de Amazon ha sido igualmente clara: si el Congreso interviene, cerrará su marketplace.
Amazon ha remitido a sus vendedores asociados un correo electrónico informativo en el que advierte de que sopesa bajar la persiana de su plataforma de comercio electrónico en el caso de que la cámara de representantes trate de controlar su actividad. Para tratar de evitarlo, Amazon ha creado una página web (https://supportsmallsellers.us/) a la que ha invitado a los vendedores para que se suscriban y estén al tanto de un plan legislativo que «perjudicaría» a todas esas pequeñas y medianas empresas que actualmente venden en el marketplace.
Este portal solicita los correos electrónicos y direcciones fiscales de los vendedores para «brindarles la oportunidad de comunicarse directamente con sus congresistas electos». Así, Amazon podrá dirigir mensajes de miles de votantes directamente a los miembros del Congreso, aprovechando el miedo a que el marketplace eche la persiana para que sean los propios vendedores -y no la compañía en sí- quienes hagan la campaña en contra.
De este modo, Amazon está trasladando a los vendedores la presión de los políticos, con lo que la compañía ya «está trabajando para garantizar que se escuchen las preocupaciones sobre cómo estos proyectos de ley afectarían». En otras palabras, el gigante estadounidense está ejerciendo como ‘lobby’, apunta el experto en Amazon y otros marketplaces, Jordi Ordóñez, que señala a THE OBJECTIVE que este debate no es exclusivo de EEUU: «A Amazon le está pasando lo mismo que a Alibaba en China: les están desmembrando porque están en una posición de monopolio demasiado fuertes, y les pararán por lo civil o por lo militar».
El farol de Amazon
Sin embargo, Ordóñez duda de que Amazon vaya a cumplir finalmente con sus amenazas. «Obviamente es un farol, porque si cierran el marketplace, cierran 100 centros logísticos de FBA, centenares de miles de trabajadores y muchísimos vendedores», apunta, y recuerda que Amazon ha sumado más de 100.000 vendedores solo en EEUU en el último año. «Seguramente, todo esto acabe con una regulación del Congreso, pero serán las típicas medidas de cara a la galería».
Preguntado por este diario, Amazon se ha limitado a apuntar que su negocio «ha permitido que alrededor de 185.000 empresas europeas vendan a través de nuestra tienda, lo que les ha permitido generar decenas de miles de millones de euros en ingresos anuales y crear más de medio millón de puestos de trabajo». «Estamos trabajando para seguir creciendo y expandiendo la cantidad de vendedores externos, con todo el beneficio que pone a disposición de nuestros clientes y asegurarnos de que el éxito que han disfrutado durante las últimas dos décadas continúe en la siguiente», afirman fuentes de la compañía.
