Mapfre refuerza su alianza con el Santander antes de romper por completo con CaixaBank
La aseguradora y el banco cántabro inyectan 17 millones en la sociedad que comparten
Mapfre acaba de reforzar aún más su alianza con el Santander. La compañía, que se encuentra en la fase final de las negociaciones de ruptura con CaixaBank por su pacto histórico con Bankia, y el banco cántabro han inyectado 16,7 millones de euros en la sociedad que comparten para la venta de seguros de coches y pymes, principalmente.
Con esta nueva ronda de financiación, Santander Mapfre Seguros, cuenta en la actualidad con unos recursos propios de 56,7 millones, con los que potenciar su negocio en los próximos meses. Desde la aseguradora señalan a THE OBJECTIVE, que esta operación forma parte del proyecto suscrito en 2019 y que la ampliación estaba ya en la hoja de ruta, como otras operaciones similares realizadas a lo largo de este año. La firma presidida por Antonio Huertas y el banco liderado por Ana Botín, desembolsaron en la sociedad conjunta 8,5 millones en febrero y otros 9,5 millones en agosto para apuntalar el crecimiento de la actividad e invertir en nuevos productos, como la comercialización de una póliza contra ciberataques para pequeñas empresas y autónomos.
Mapfre y el Santander, desde que sellaron su acuerdo, han ido estrechando sus lazos. Por un lado, ampliaron la joint venture a Portugal y, por otro, la aseguradora puso a disposición del banco su red de 3.000 oficinas para la venta de cualquier producto financiero (desde una hipoteca hasta la apertura de una cuenta corriente).
Indemnización
El grupo capitaneado por Huertas ha encontrado en la entidad cántabra un nuevo socio estratégico, con el que paliar en parte el fin de su alianza con la extinta Bankia, como consecuencia de la fusión con CaixaBank. Desde finales de marzo, ambas compañías están en conversaciones para establecer la indemnización que tendrá que abonar CaixaBank por la ruptura. Algunos analistas consideran que el importe alcanzará los 700 millones, aunque hay otros que elevan la cuantía a los 1.000 millones.
Se espera, de acuerdo con las declaraciones públicas hechas por los directivos de sendas empresas, que antes de final de 2021 se alcance un pacto sobre este término. Las partes tendrán que llegar a un entendimiento si no quieren protagonizar un litigio como el que libraron Bankia y Aviva en el pasado, que le costó a la primera 600 millones. Además, hasta que este situación no se resuelva, CaixaBank no puede comercializar sus productos de seguros (diseñados por su filial VidaCaixa y por Adeslas) en las sucursales de la antigua nacionalizada, uno de los puntos clave para rentabilizar la integración.
Búsqueda de más pactos
Mapfre, con el dinero que reciba, tiene previsto buscar nuevas oportunidades en el mundo de bancaseguros, donde comparte alianzas en esos momentos, con Bankinter y con Liberbank (red de la desaparecida CCM). Esta última joint venture también esta en el aire, debido a la fusión del banco de origen asturiano con Unicaja, que ha empezado ya a conversar con sus socios para resolver el problema. Por un lado, Unicaja cuenta como aliado a Santalucía y Liberbank tiene como partner a Aegon, además de a Mapfre.
Algunos de estos fondos podrían destinarse a un refuerzo aun mayor de los lazos con el banco presidido por Botín, debido a la buena evolución del negocio compartido. Santander Mapfre ha superado antes de lo previsto su objetivo de colocar 100.000 pólizas. Pese a ello, debido a que es una firma de nueva creación en desarrollo, sus resultados son negativos. Es una de las veinticuatro aseguradoras que en 2020 registró pérdidas. Los números rojos sobrepasaron los 5 millones.