LaLiga necesitará duplicar los abonados al fútbol en TV para ingresar los 1.000 millones que espera sacar en la subasta

LaLiga de fútbol se enfrenta estas semanas a una subasta clave que puede marcar el futuro de sus cuentas en los próximos cinco años. En estos momentos está abierto el proceso de presentación de ofertas para quedarse con los derechos de televisión de la competición, aunque hasta la apertura de los sobres el próximo mes de diciembre no estará claro cuál sería el próximo modelo de explotación.

Javier Tebas, presidente de la patronal de los clubes, ha dicho en varias ocasiones que persigue un modelo descentralizado, con muchos actores y con diversidad de plataformas que ‘democraticen’ el fútbol. Esto supone incluir a muchos actores con pequeños paquetes que le permita recaudar más ingresos por la subasta y generar un ecosistema multipantalla.

En este sentido, el propio Tebas persigue la entrada de nuevos actores como Amazon, DAZN o Disney+ (ESPN) para que participen de esta subasta. Incluso ha llegado a plantear la posibilidad de crear una nueva plataforma neutra en la que estos actores puedan compartir sus derechos y facilitar la visualización a los futuros abonados, reduciendo su factura.

Para ello ha ampliado a cinco años el máximo de adjudicación de temporadas, pese a que Telefónica -en su condición de operadora incumbente- solo puede pujar por tres años. Una operación que en el mercado se ha interpretado como un bloqueo a la teleco que en varias ocaciones ha manifestado que no está dispuesta a pujar a cualquier precio y que solo participarán por los derechos con una oferta a la baja.

La reflexión que hace Tebas es que con Telefónica teniendo los derechos en exclusiva -tras comprarlos por 3.040 millones hace tres años- es imposible bajar los precios y, por tanto, menos gente puede tener acceso a los partidos de LaLiga. La operadora es el gran cliente de LaLiga con una factura que oscila los 1.000 millones de euros cada año.

4,2 millones de abonados

Los cálculos del mercado, y a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, son muy distintos e indican que cualquier plataforma o plataformas que tengan el fútbol, tendrían que tener el doble de abonados a LaLiga que los que tiene actualmente, si es que Tebas quiere recaudar al menos los 1.000 millones de euros que paga la operadora por temporada.

En estos momentos, Telefónica tiene dos millones de abonados que tienen contratada LaLiga y Orange -que es el único con quien comparte los derechos- tiene otros 400.000 clientes. En total, 2,4 millones de abonados que las plataformas de televisión de las operadoras solo pueden rentabilizar incluyendo el fútbol en sus ofertas convergentes.

Sin embargo, si es que el fútbol se viese a partir de la próxima temporada en una plataforma como Amazon o DAZN, tendría que tener al menos 4,2 millones de abonados para ser mínimamente rentable y justificar el pago anual de 1.000 millones de euros al año, que es lo mínimo que quiere recaudar Tebas en la próxima subasta.

En el sector se considera que el precio máximo que se podría cobrar a un abonado por LaLiga está en torno a los 20 euros. Esto supone que cada cuenta pague 240 euros al año. Para ingresar los 1.000 millones referidos anteriormente se deberían tener al menos 4,2 millones de usuarios que paguen este montante, sin promociones.

Hay que agregar además que a este coste hay que sumarle el pago de una conexión de internet con, al menos, 100 megas de velocidad. Esto significa elevar la factura en otros 20 a 30 euros como mínimo al mes, lo que elevaría la factura final en torno a los 40 y 50 euros, un precio que una no parece tan accesible por ver fútbol.

La experiencia de Mediaset

Este cálculo demuestra la escasa rentabilidad de pagar elevados montantes por el fútbol básicamente por el bajo nivel de penetración de los clientes que pagan por el fútbol en España. La apuesta de Tebas es que c0n un precio más atractivo, se disparen los contratos, pero es una apuesta arriesgada que no se ha demostrado exitosa en nuestro país.

El ejemplo más reciente lo tuvimos en la compra de LaLiga y la Champions League por parte de Mediaset. La operadora en abierto utilizó la adquisición de estos derechos para revitalizar su plataforma de pago Mitele y lanzó un paquete con Champions y Liga por 35 euros y 20 euros por cada una de las competiciones por separado.

A mitad de temporada la televisión declaró poco menos de 135.000 usuarios totales para su plataforma de pago, un 60% con Champions y Liga, apenas 81.000 suscriptores. Después de un año dejaron el fútbol, tras constatar que las cifras no subían como esperaban.

En enero de 2019 Dazn arrebató los derechos del Campeonato Mundial de Motociclismo a Telefónica con el mismo argumento: aumentar los abonados y dinamizar un campeonato que, indicaron, no subía en audiencia por estar incluido en los paquetes convergentes de la operadora. Sin embargo, dos años después y sin generar esa avalancha de nuevos abonados, firmaron un acuerdo para tener una ventana de emisión en Movistar.

En definitiva, una plataforma de streaming con contenidos deportivos no es, a priori, un éxito garantizado, ni de un aumento exponencial de abonados, ni de rentabilidad. Un elemento que están considerando los nuevos actores que están estudiando su entrada en el mercado español de los derechos del fútbol.