BBVA teme una oleada de demandas por la desaparición del Libor a final de año
El banco tiene una cartera de productos e instrumentos financieros referenciados a este indicador, que será sustituido por otro, por un importe de 22.000 millones
BBVA teme que la desaparición del Libor a final de año y su sustitución por otro índice acarree una oleada de demandas. El banco ya se ha curado en salud ante tal posibilidad y advirtió la semana pasada los inversores en un documento a la CNMV sobre los riesgos existentes de la reforma de este indicador que se utiliza para fijar el coste de productos financieros, especialmente corporativos y en otros países. En España se suele utilizar el euribor para el segmento minorista, aunque es usado para las hipotecas multidivisa.
La entidad sostiene que la exposición de los diferentes instrumentos referenciados (coberturas para préstamos, derivados, deuda, etc) a los distintos Libor que tendrán que ser discontinuados el 31 de diciembre se eleva a 22.008 millones. Una cantidad que fuentes del banco señalan a THE OBJECTIVE que a día de hoy es muy inferior, ya que ha completado toda la transición al nuevo índice, el SFR, y que a principios de 2022 estará rematado el trabajo de adaptación. Sin embargo, a pesar de haber llevado a cabo tal transformación de los productos y servicios, la principal amenaza que tiene consiste en las demandas por si el precio fuera mayor para los clientes afectados, algo para lo que lo despachos de abogados y asociaciones se están preparando.
Desde el banco sostienen, en este sentido, que es «muy residual» el volumen de las operaciones que están o estaban referenciadas a Libor con particulares, por lo que la mayor parte de las mismas están vinculadas a empresas, fondos de inversión o activos emitidos por el propio banco.
BBVA alerta que la transición de este indicador afecta a distintas áreas geográficas y de negocio, así como a «multitud de productos y procesos». Por ello, advierte de que se enfrenta a riesgos de litigios relacionados con la comercialización de instrumentos financieros y por los precios fijados con el cambio al nuevo índice. Algo que ha sucedido con otros casos, como el IRPH hipotecario, aunque finalmente las condenas serán mínimas por la validez que ha dado la Justicia Europea a este indicador, o las cláusulas suelo.
Impacto adverso en resultados
Pero la complejidad de tal transición también conlleva otra serie de riesgos, tal y como enumera BBVA. Algunos son de aspecto legal, por documentación requerida, o de tipo contable, por los modelos de mercado y valoración, u operacional, ya que la reforma requiere modificaciones en los sistemas informáticos y de control. Asimismo y no menos importante, existe otro factor de riesgo para el banco elemental, que es de conducta, ya que puede haber fallos en la comunicación que se transmite a los clientes.
Todo ello, de materializarse todos estos temores, BBVA asegura que podría afectar adversamente a sus resultados de explotación y su situación financiera. Fuentes oficiales del banco, obstante, remarcan que estas advertencias son «remotas» y que se realizan para cubrirse las espaldas ante los inversores.
Escándalos por manipulación
El Libor va a desaparecer por imposición de los organismos reguladores, que tomaron esta decisión a raíz de los escándalos surgidos por la manipulación en la fijación de su precio por parte de los bancos británicos y de todo el mundo, que son los que establecen el mismo. Las autoridades han decidido que se elimine de todas las carteras, salvo pequeñas excepciones por su imposibilidad, y que sea sustituido por otro. Este indicador ha sido utilizado en las denominadas hipotecas multidivisa (en divisas como yenes, francos suizos o libras), que han ofrecido los bancos en nuestro país.
A partir de 2012, Morgan Stanley, Deutsche Bank, Credit Suisse, Lloyds, JPMorgan Chase, Citigroup, Bank of America, Societe Generale, Morgan Stanley, HSBC, UBS, Rabobank y RBS han sido investigados después de que el supervisor británico multara a Barclays por falsear este tipo interbancario entre 2005 y 2009. Algunos de ellos han recibido también sanciones millonarias.
Al igual que BBVA otras entidades españolas afrontan los mismos riesgos. Y sobre todo, aquellos que tienen una mayor exposición al segmento corporativo o están establecidos con una presencia relevante en Reino Unido, como el Santander y el Sabadell. Ambos cuentan con filiales significativas en Inglaterra, que aportan entorno a un 20% a los beneficios totales de ambos. Y en este mercado es el indicador que se utiliza para las hipotecas variables, aunque éstas no son tan habituales como en España.