Hacienda recibirá un 'Gordo' de 780 millones en el sorteo de Navidad
Loterías ingresará unos 2.750 millones con las ventas de los décimos del sorteo navideño, y destinará el 70% de esta cifra a premios, quedándose con el otro 30%
Aunque usted y su peña sean los felices poseedores del número premiado con el Gordo en la Lotería Extraordinaria de Navidad, María Jesús Montero, la titular del Ministerio de Hacienda, tendrá millonarias razones para sentirse más afortunada que cualquier otro ganador. Y es que este sorteo, que supone aproximadamente un tercio de la facturación anual de SELAE (Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado), engordará las arcas de Hacienda con unos 779 millones, según cálculos de THE OBJECTIVE a partir de estadísticas oficiales.
Si las previsiones de SELAE se cumplen, ingresará unos 2.750 millones de euros con las ventas de los décimos del sorteo navideño, y destinará el 70% de esta cifra a premios, quedándose con el otro 30%. Pero la contribución de ese 92% de la población adulta española que cada año prueba suerte en este sorteo no acaba aquí, ya que los décimos con premios mayores de 40.000 euros están gravados con un impuesto del 20%. Cabe destacar, pues, que cada décimo ganador del primer premio, 400.000 euros brutos, se quedarán en 328.000 euros cuando llegue a los bolsillos del ganador.
Hacienda tiene dos vías de ingresos por este sorteo. El más directo, a través de este impuesto a los premios mayores, implantado de manera «provisional» en 2013 por el en aquel entonces titular de este Ministerio, Cristóbal Montoro, y por el que este año ingresará 156,5 millones de euros. El otro camino es a través de la aportación de SELAE, que lo hace a su vez de dos formas. A través del Impuesto de Sociedades y del dividendo que aporta a su socio único, que es el 90% del beneficio anual. Según el peso del sorteo navideño y las previsiones de SELAE, las ventas de décimos navideños aportarán 161,5 millones en el Impuesto de Sociedades y otros 461 millones por el dividendo. Un total de 779 millones que podrían ser muchos más si las series de los tres mayores premios no llegan a venderse en su totalidad.
Pero la contribución al Fisco puede ser aún mayor si no se toman precauciones a la hora de repartir los premios entre familiares y amigos. Hay que tener en cuenta que con el 20% que retiene Hacienda cuando se cobra el premio, el jugador ya cubre sus deberes fiscales. Ahora bien, si después de cobrar el premio decide dar parte del dinero a su familia o sus amigos, lo tendrá que pensar dos veces, ya que puede ser un regalo envenenado.
El donatario, el que recibe el dinero, deberá declararlo en el Impuesto de Donaciones y Sucesiones. Y la cantidad que deberá dedicar a los tributos depende de su patrimonio previo, de su grado de parentesco y, al ser un impuesto cedido a las comunidades autónomas, de su lugar de residencia. Este último factor es clave si la donación se realiza entre padres, hijos o pareja, ya que en Madrid, por ejemplo, el impuesto está exento en un 99%, mientras en otras, como Asturias, tal exención no existe, y se reduce a los primeros 300.000 euros recibidos.
Si la donación es entre hermanos, el bocado de las agencias tributarias autonómicas es mayor y ya no varía tantos entre autonomías. En Madrid, tras entrar recientemente en vigor una bonificación del 15%, un regalo de 160.000 euros a un hermano supone el pago de cerca de 20.000 euros siempre y cuando su patrimonio previo sea inferior a los 400.000 euros. Si el regalo es de 800.000 euros, hay que destinar unos 170.000 euros a liquidar este tributo y si asciende a dos millones, tendrá que apartar unos 578.000 euros.
Mucho más gravoso sería que esa generosidad se desplegara con un amigo, ya que la factura fiscal para él, en el caso más favorable por su patrimonio previo, ascendería a 1,21 millones de euros si el regalo recibido es de dos millones. Y este caso, que parece remoto, puede ser más común incluso que entre parientes, ya que podría suceder que un integrante de una peña cobre el premio con la intención de repartirlo posteriormente entre todos los miembros del grupo.
Evitar estos malos tragos con la Administración es muy sencillo: cuando se acuda a cobrar el premio de la lotería se debe acreditar qué personas lo juegan. Basta con acudir juntos a la oficina bancaria y explicar que ese décimo se juega entre dos, tres o las personas que sea. Así, no se deberá pagar más impuestos que ese 20% con que se gravan los premios más importantes. Por supuesto, los rendimientos que en el futuro dé el dinero de la lotería, deberá pasar otra vez por ventanilla.
Los meses de confinamiento duro, causados por la pandemia de la covid-19, y durante los cuales permanecieron cerrados los establecimientos de loterías, causaron una fuerte bajada de la cifra de negocio de la SELAE (Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas de Estado) del 17% respecto al año anterior y, con ello, una menor contribución a las arcas del Estado. Así, mientras en 2019 la SELAE abonó al departamento que dirige María Jesús Montero en impuestos 658,9 millones de euros, el año pasado esta cifra disminuyó hasta 484,6 millones, según la última cuenta de resultados de esta sociedad. El dividendo correspondiente al ejercicio 2020, por su parte, alcanzó 1.316 millones de euros, una aportación al Estado nada despreciable pero un 25% menor que los recibidos por la actividad de la SELAE del año anterior, de 1.755 millones. Si la suma de las dos partidas rondó los 2.414 millones el año anterior a la pandemia, en 2020 el Estado recibió 1.800,6 millones, unos 613 millones menos o, lo que es lo mismo, un recorte del 25,4%.