Disney prepara su salida de la TDT y revoluciona su estrategia en España
El gigante audiovisual se centrará casi exclusivamente en Disney+, lo que implicaría abandonar sus actuales ventanas de emisión en nuestro país
Disney revoluciona su estrategia en España. Según ha confirmado THE OBJECTIVE, la operadora audiovisual prepara el terreno para abandonar la televisión en abierto en nuestro país y así centrar todos sus esfuerzos en Disney+, su gran plataforma en streaming que lanzó en marzo del año pasado.
Esta estrategia además pasa por replantear todo su portfolio audiovisual, lo que además incluiría sus canales en plataformas de pago. Siempre con el objetivo de concentrar sus contenidos más atractivos en su nueva operadora y cumplir la hoja de ruta dibujada desde su matriz en Estados Unidos.
Disney España ha declinado hacer comentarios a estas informaciones indicando que no se refieren a «cuestiones internas». Sin embargo, en los últimos meses y tras la consolidación de Disney+ su CEO mundial, Bob Chapek, ha repetido que durante los próximos cursos desaparecerán buena parte de sus canales temáticos.
Actualmente, Disney emite en España a través de Disney Channel y Disney Junior, la primera en abierto y la segunda en plataformas de pago. Anteriormente se han cerrado Disney XD y Disney Cinemagic, que emitían en pago. En el caso de la primera además dejó de emitir coincidiendo con el desembarco de Disney+.
Las fuentes consultadas por este diario indican que el objetivo inicial de Disney era que Disney Channel dejara de emitir en la Televisión Digital Terrestre (TDT) en España en diciembre de 2025 cuando expirasen las licencias de Net TV, sociedad que participa y a través de la cual emite en abierto.
Negociaciones con Squirrel
No obstante, esta salida se podría producir antes ya que todo se ha precipitado tras la compra de Squirrel Capital del 55% de Vocento en esta sociedad. Una operación que se cerró en 18 millones de euros, pero sujeta a que Disney venda su 20% en la compañía.
Squirrel ofreció 4,36 millones por este porcentaje con lo que tendría la totalidad de la sociedad. El otro 25% es propiedad de Intereconomía, pero a través de una sociedad que están concurso de acreedores, lo que le impide negociar.
En este sentido, lo primero que Disney quiere cerrar es la venta de su participación, pero no a cualquier precio. En la cadena creen que el dinero no es suficiente y por ello han abierto negociaciones con Squirrel. Todo ello con la ayuda de Vocento, que teme que la operación no se cierre por la negativa del gigante internacional a vender.
Una vez que Disney cierre la venta -algo que se podría lograr en las próximas semanas- la operadora intentará establecer un calendario ordenado de salida de la TDT. Disney no quiere ser un mero arrendatario de licencias y asume que el coste de operar es muy alto si es que quiere seguir siendo parte de la televisión en abierto en España.
Así, podrían dejar de emitir incluso mucho antes de 2025 y todo podría precipitarse hasta 2023, una fecha asumible que les permitirá cerrar todos los contratos que tienen en vigor. Un horizonte que también encaja en los planes de Squirrel Capital , ya que les permitiría tener tiempo para buscar a otro arrendatario o poner en marcha un canal con producción propia.
Tirón de Disney+
Disney considera que la facturación de publicidad de la televisión en abierto ya no compensa el coste de estar en la TDT, por lo que prefieren volcar todos sus esfuerzos publicitarios y comerciales en Disney+. Una frecuencia en abierto tiene un coste de fijo de entre cuatro y seis millones de euros al año, solo en concepto de alquiler del espectro a Cellnex., a lo que hay que sumar coste de operación, parrilla y la producción propia que realizan.
En 2015, el último año que se hicieron públicos datos oficiales de facturación de Disney Channel en abierto, la cadena ingresó 26,3 millones de euros, convirtiéndose en la cadena de TDT que más facturaba fuera del paraguas de Mediaset y Atresmedia por ese entonces. El problema es que estos ingresos han caído considerablemente en el último lustro lo que le ha obligado a hacer recortes de plantilla para intentar compensar esta caída de su facturación.
Por el contrario, el desembarco de Disney+ ha sido fulgurante. Llegaron en marzo del año pasado, en pleno confinamiento en España, y ya tiene más de dos millones de abonados.
Esto supone que si la cuota mensual está en torno a los nueve euros, ya están facturando al año más de 15 millones, muy por encima de los ingresos por publicidad de su cadena en abierto. Y sin ningún coste añadido, ni de producción en España, ni de emisión de su señal.
La cadena además ha firmado importantes acuerdos de distribución con Movisar+, que le aporta 1,3 millones de abonados, y recientemente con Vodafone. Con ello tiene un potencial de suscriptores de casi seis millones, superando largamente el 0,5% de share de media que obtiene en la TDT.