Así puedes desgravarte hasta 7.500 euros de fondos europeos en reformar tu casa
Las reformas que mejoren la eficiencia energética del hogar tienen una deducción de hasta 5.000 o 7.500 euros
Cerca de 6.800 millones de euros de los fondos europeos se destinarán a la rehabilitación de viviendas y fachadas para mejorar la sostenibilidad de las ciudades españolas. Una gran oportunidad que desde el sector esperan como agua de mayo. Dentro de esa partida, el Gobierno ha destinado 450 millones a la recuperación de la deducción en IRPF por rehabilitación de vivienda habitual. Con muy pocos trámites, es posible desgravarse hasta 5.000 o 7.500 euros según el coeficiente de ahorro de consumo que se consiga. Actualmente, tal y como reza el propio plan del gobierno, hay 9,7 millones de viviendas en España que necesitan rehabilitación de las que cerca de un millón están en un estado ruinoso.
Vuelve esta figura, que estaba vigente hasta el año 2013, y desapareció junto a la deducción por hipoteca de vivienda habitual. En esta ocasión tiene como objetivo principal incentivar a los contribuyentes a realizar obras en sus domicilios que contribuyan a mejorar su eficiencia energética, es decir, no vale con pintar y cambiar la cocina. Se trata de una medida incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por el Ejecutivo y que está en vigor desde el 5 de octubre. Por el momento, la fecha límite para acogerse a esta degravación se extiende hasta finales de diciembre del año que viene para las viviendas y del 2023 para las comunidades de vecinos.
¿Cómo me desgravo?
Lo principal, antes de comenzar o plantear la reforma, es contar con el certificado de eficiencia energética de la vivienda. Es obligatorio en el momento que se produce una compraventa y dura dos años. Si no lo tiene, ha de hacerlo antes de comenzar las obras. Una vez realizada la reforma, tiene que hacer otro certificado de eficiencia energética en el que quede claro el ahorro energético tras las modificaciones y así poder conseguir la desgravación fiscal. En ese caso, hay varias opciones:
- Deducción del 20% de las cantidades invertidas en la obra en caso de que mejoren la eficiencia energética y reduzcan, al menos, un 7% de demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda.
- Deducción del 40% si la mejora o rehabilitación ha contribuido a reducir un 30% del consumo de energía primaria no renovable, acreditable en ambos casos a través del certificado de eficiencia energética.
- Deducción del 60%, en el caso de las obras que contribuyan a la mejora de la eficiencia energética de edificios de uso predominantemente residencial, que reduzcan el consumo de energía primaria no renovable (referida a la certificación energética) en un 30% como mínimo, o bien, la mejora de la calificación energética del edifico para obtener una clase energética “A” o “B”. La base máxima anual de deducción será de 5.000 euros anuales (hasta un total de 15.000 euros)
En los dos primeros casos, la deducción también es aplicable para cualquier vivienda destinada a alquiler siempre que ésta se alquile antes del 31 de diciembre de 2023.
¿Qué reformas hacer?
En los últimos años cuando se habla de rehabilitación energética de inmuebles, en muchas ocasiones se hacía referencia a la envolvente, es decir, a la fachada exterior. Sin embargo, con esta nueva figura (que podría ser ampliada en los próximos meses), nos centramos en la mejora interior de la vivienda.
Dentro de las medidas que se pueden llevar a cabo para mejorar energéticamente su hogar se encuentran el cambio de ventanas hacia unas más eficientes, el aislamiento interior de paredes o el suelo radiante, entre otros. Uno de los problemas que los expertos consultados encuentran es precisamente este último, el suelo radiante. Como las deducciones están dentro de las ayudas europeas, queda fuera la instalación de calderas de gas «algo inviable en España en estos momentos», aseguran estas fuentes.
«Las comunidades de vecinos no te van a dejar instalar elementos exteriores para poner una aerotecnia, no te va a dejar ni el ayuntamiento. Eso tiene unas unidades interiores terribles y exteriores enormes, es inviable, por eso nosotros pretendemos que sea un modelos sostenible y quede fuera de los fondos europeos», explican estas fuentes.
Futuro proyecto de ley
Todos los grupos parlamentarios han coincidido en señalar que la medida debe ser ampliada y mejorada. También piden este extremo desde el sector. En este momento, se están estudiando las diferentes enmiendas presentadas por los grupos porque se quiere convertir en proyecto de Ley.
Mara Pardo, coordinadora de una agrupación de asociaciones del sector de la rehabilitacion de viviendas, de la industria del diseño, del habitat y de materiales, explica a THE OBJECTIVE que han presentando una serie de propuestas a la Administración estos meses. «Es el inicio, es muy importante que se haya recuperado la figura de la desgravación fiscal porque se hablaba siempre de las envolventes pero no de dentro», asegura. Desde el sector han pedido la ampliación del plazo y su exclusión de los fondos europeos. Pretenden que sea una figura duradera, a largo plazo y que no esté supeditada a ellos para evitar problemas como la exclusión del gas.
«Desligarlo de los fondos, que sea un modelo a largo plazo para darle continuidad al sector, porque el problema real de la mano de obra en el sector de la construcción es que las empresas desconfían de que esto sea una burbuja y no quieren invertir en personal, tienen miedo a la burbuja de 2008», argumenta la experta.
«Nosotros mantenemos que con los empleos que se generan con estos trabajos y lo que se recupera vía fiscal, como hacen en Italia, sale a coste cero para el estado. Además, muy importante, como tienes que presentar las facturas, eliminas la economía sumergida», añade Pardo.
La pretensión del sector pasa por copiar el modelo italiano que consta de diferentes bonus para la reforma y rehabilitación del hogar desde la compra de muebles hasta un bono hídrico para cambiar los grifos y que tengan menor caudal y despilfarro.