Lorenzo Amor: «Nos encantaría que llegase un Gobierno fiscalmente amable, como el de Madrid o Andalucía»
«El Gobierno debería suprimir el IVA de carburantes y electricidad mientras dure la pandemia»
Colgado del teléfono y recién llegado desde Valladolid, Lorenzo Amor nos recibe en su despacho de la cuarta planta del edificio de la CEOE, en Madrid. Como vicepresidente de la patronal española, sigue de cerca el aparente atasco de la Mesa de Diálogo y augura que, de llegar un acuerdo a tres bandas, se producirá casi al límite del tiempo establecido, como ha ocurrido en tantas otras ocasiones.
Pero el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) saca a relucir su vis combativa desde el momento en que se menciona la palabra autónomos. Repite que «ser autónomo es una profesión de riesgo en España». Lo dice con orgullo: el mismo que siente al hablar de los 3.400.000 autónomos españoles cuyos intereses representa. Aunque reconoce que ha habido ayudas públicas para tratar de que este colectivo saliese adelante durante la pandemia, las considera insuficientes, máxime si se comparan con las que pusieron en marcha otros países de nuestro entorno comunitario.
Lorenzo Amor denuncia zancadillas a la recuperación económica, procedentes de las últimas decisiones tomadas por el Gobierno que lidera Pedro Sánchez, pero también de otras Administraciones y pronuncia en voz alta su deseo de que a La Moncloa llegue un Gobierno «fiscalmente amable» para los autónomos. Pone como muestra de dicha amabilidad a los Gobiernos de Andalucía y de Madrid, sin mencionar expresamente ni a Isabel Díaz Ayuso ni a Juan Manuel Moreno Bonilla, y se cuida de decir que ambos militan en el PP. No rehúye mencionar al Gobierno lo que entiende por amabilidad fiscal y, entre algunas de sus sugerencias, pide al Ejecutivo que ponga el IVA cero tanto en los carburantes como en el recibo de la luz para ayudar a recuperarse a los autónomos y empresas del país.
Lorenzo Amor no escatima en elogios hacia la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. No ocurre lo mismo con el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá: sus anuncios de reformas y determinadas actuaciones le quitan el sueño, porque, en su opinión, son claramente injustas para los autónomos. En todo caso, el presidente de ATA tiene claro que si un Gobierno toma medidas injustas a sabiendas, «vendrá otro que las cambiará».
PREGUNTA. Parece que el acuerdo sobre la reforma laboral se va retrasando. Ahora se han emplazado a reunirse diariamente por ver si acercan posiciones que siguen distantes. ¿Cree que habrá acuerdo a tres bandas -Gobierno, patronal y sindicatos-?
RESPUESTA. Nosotros no tenemos premeditación por el sí o por el no. Nuestra voluntad es llegar a acuerdos, como ha hecho siempre la CEOE: agotar toda la negociación hasta alcanzar un acuerdo. En los ERTE se alcanzaron consensos en el último minuto y donde no se ha llegado a acuerdos es porque no ha habido voluntad de negociación, como con el mecanismo de equidad intergeneracional. Nosotros dijimos que era malo y la OCDE ha ratificado que el acuerdo es malo y no sirve.
La normativa laboral que tenemos en este momento ha servido para generar empleo, para aguantar los empleos en los momentos de pandemia y sirve ahora para que el Gobierno saque pecho. Es indudable que España tiene un problema con la temporalidad y la UE pone de manifiesto los problemas que tenemos. Y es un problema mayor en el sector público que en el privado, donde hemos reducido la temporalidad del 32% al 23%. Tenemos que trabajar para que haya menos temporalidad, pero eso no significa acabar con los contratos temporales. Hay muchos trabajos temporales que no son precarios, tienen que ver con una actividad puntual y se remuneran de acuerdo con lo establecido en el convenio. No podemos eliminar la temporalidad.
P. ¿Cree que el colectivo de autónomos se siente el ‘paganini’, tanto en crisis como en etapas de bonanza y es en el que menos se piensa en las reformas y acuerdos que se alcanzan en la mesa del diálogo social, entre Gobierno, patronal y sindicatos?
R. Para ser sinceros, ser autónomo en 1987, que es cuando yo empecé, no tiene nada que ver con ser autónomo en 2021. Entonces, el autónomo no cobraba la baja hasta el decimosexto día, no había accidente de trabajo ni la enfermedad profesional, ni permisos de maternidad, DE paternidad, por riesgo en el embarazo, etc. Tampoco había paro para autónomos y ahora, entre 2020 y 2021, más de un millón y medio de autónomos han accedido a una prestación por cese de actividad extraordinario. Las cosas han cambiado mucho. Es verdad que, entre 2002 y 2018, mejoró mucho la legislación en materia de autónomos, pero llevamos tres o cuatro años en los que echamos de menos una reacción importante en favor de este colectivo, porque ser autónomo es una profesión de riesgo en España: si fracasas, lo pierdes todo y si tienes éxito, el 50% lo compartes con Hacienda y la Seguridad Social. El autónomo asume las cotizaciones sociales, el agua, la luz, los salarios de los empleados si los tiene, los impuestos, el IVA, etc. Y aun así somos 3.400.000 autónomos en España. Lo digo con orgullo.
«Nos estamos recuperando, pero la subida de impuestos, cuotas y cotizaciones son zancadillas que nos ponen»
P. ¿Quiere decir que este Gobierno no está siendo sensible con los autónomos?
R. Durante la pandemia se han hecho muchas cosas y muy buenas , que han supuesto algo tan importante como dar protección a muchos trabajadores y familias. Pero a continuación digo que son insuficientes, porque a un autónomo se le ha pagado por el cese de actividad extraordinario una media de 661 euros, pero se le ha cerrado su negocio y ha habido que seguir pagando gastos. En Alemania y el Reino Unido se han desplegado ayudas que aquí no se han visto, como pagar el 75% de la facturación que declararon en el mismo periodo del año anterior. Existe la percepción de que el autónomo puede con todo y el problema es que hemos llegado a un punto en el que el autónomo no cubre con lo que gana ni sus gastos fijos. Hay autónomos que, a final de mes, ganan menos que sus trabajadores. Se han hecho muchas cosas, pero conviene saber que el tejido empresarial ha dejado de facturar 350.000 millones de euros y todas las ayudas -los ERTE, cese de actividad, etc.- son 70.000 millones de euros, con lo que En España, de cada 100 euros que ha dejado de ingresar el empresario, el Gobierno le ha dado 20 en forma de ayudas, pero los 80 restantes los ha tenido que poner él. Y quien ha decidido los cierres ha sido el Gobierno, no el empresario. Por hacer una comparativa, en Alemania, de cada 100 euros perdidos por el empresario, la Administración le ha ayudado con 70 euros, en Francia, con 58 euros. Claramente se han hecho cosas en España y claramente son insuficientes.
P. ¿Y por qué no vemos grandes movilizaciones de autónomos en las calles?
R. ¿Para qué? Hablar de movilizaciones en el año 2021 supone ocupar diez segundos en un telediario. Hoy las cosas se hacen de otra forma: en las redes sociales hay una gran cantidad de autónomos que denuncian y reivindican. Yo tengo más de un millón de visualizaciones en mis tweets, en los de Lorenzo Amor y en los de ATA. Cada cual se manifiesta como quiere. Yo no comparto eso de que hay que salir a las calles, entre otras cosas porque los autónomos somos un colectivo heterogéneo y disperso. ¿Para qué sirve que yo convoque una manifestación a la que vayan 15.000 autónomos? Entiendo que hay partidos políticos que quieren incendiar las calles, pero yo creo que las cosas se hacen de otra forma.
«Ser autónomo es una profesión de riesgo en España»
P. ¿Incendiando las redes?
R. Los autónomos nos expresamos en las redes sociales muy claramente y el Gobierno sabe cuándo hay descontento. El Gobierno sabe perfectamente nuestras inquietudes; me refiero al Gobierno de España y los autonómicos también. Todos saben perfectamente que si hay algo que nos inquiete ahora son los costes energéticos, no tanto ya la pandemia, el paro, la situación económica, etc. Es que ahora, en diciembre, estamos pagando un 400% más que el año pasado por la factura de la luz.
P. ¿ Y cómo cree que debería el Gobierno actuar ante la escalada del recibo de la luz?
R. En el precio de los carburantes, que ha crecido una barbaridad en unas décadas, el 60% son impuestos, en la factura de la luz, gran parte son impuestos. ¿Qué debería hacer el Gobierno? Suprimir el IVA de carburantes y electricidad mientras dure esta situación: IVA cero y que se pague sólo por el consumo de energía. Es que hay gente que ya no puede más, porque se acumulan la SMI -y nos dicen que solo son 15 euros al mes- y las cotizaciones -que solamente son 6 euros al mes-. Mire usted, al final te pones a sumar y tus ventas no se han recuperado… quizás estás algo mejor que el año pasado en algunos sectores, pero los costes son mayores. El 70% de los autónomos no va a ver la recuperación hasta bien entrado 2023.
“El Gobierno debería suprimir el IVA de carburantes y electricidad mientras dure la pandemia»
En estos momentos, estamos presumiendo de unas cifras de autónomos que no son malas, pero porque está aflorando mucha economía sumergida. Aquellos que estaban en la economía sumergida cuando llegó la pandemia, se quedaron sin ayudas y eso ha llevado a muchos de ellos a darse de alta y aflorar a la economía real. El problema es que tenemos un millón de autónomos que están en la cuerda floja, con 134.000 cobrando el cese de actividad por bajos ingresos, es decir, que cobran menos de la mitad que el año pasado.
P. ¿Cuántos de ellos cree que se van a quedar por el camino?
R. No me gustaría ser pesimista con este mensaje, porque la verdad es que la inmensa mayoría han logrado salir adelante, pero me preocupa lo que viene ahora, porque en abril se empiezan a devolver los créditos ICO. Estamos recuperándonos, pero cuidado con ponernos zancadillas: subidas de cuotas, tramos, impuestos, aumento de los costes laborales, etc.
P. ¿Está el Gobierno poniendo zancadillas a los autónomos?
R. Con el plan económico del Gobierno, la mitad de las ayudas directas se van a devolver. Sólo uno de cada cinco autónomos va a tener acceso a esas ayudas. Además, suben los costes sociales y en paralelo asumimos los aumentos de la luz, los carburantes, las materias primas, los costes de producción, la subida del SMI en un momento en que no podemos asumirlo, ahora se plantean restar flexibilidad interna, añadir impuestos de diseño, se habla de establecer impuestos en las autovías: es una detrás de otra. Son zancadillas del Gobierno Sánchez, pero también de otros gobiernos de autonomías y ayuntamientos. Zancadilla es pagar a 400 días o obligar a subir el SMI, pero no actualizar durante años las contratas con las empresas a las que has obligado a subir el salario a sus empleados…
P.¿Están esperando un cambio del Gobierno, que aplique otra política económica?
R. Lo que nos encantaría es que llegara un Gobierno, como el de Madrid o Andalucía, que sea amable fiscalmente con los autónomos y los ciudadanos, que elimine trabas y no ponga zancadillas, que genere seguridad jurídica… Los autónomos respondemos a eso. Se están creando nuevos autónomos en Andalucía y en Madrid, que es donde mejor situación tiene el colectivo. Independientemente del signo político, hay políticas que se pueden llevar a cabo y que ayudan al tejido empresarial
P. ¿Cómo son sus relaciones e interlocución con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz?
R. Yo me llevo bien con todo el mundo: con la ministra de Trabajo y con la vicepresidenta Económica del Gobierno, Nadia Calviño. Tenemos que hablar con el Gobierno de Pedro Sánchez, porque es el que han elegido los españoles. Yolanda Díaz es una persona afable, con la que se puede hablar, dialogar e incluso consensuar. Ella pelea y pone todo de su parte por llegar al acuerdo. Pero es cierto que hay determinados aspectos de la política económica que no compartimos, como su decisión de subir cotizaciones e impuestos. Los autónomos no pueden aguantar más.
«Yolanda Díaz pelea y pone todo de su parte para llegar al acuerdo»
P. ¿Es sensible Yolanda Díaz a las cuitas de los autónomos?
R. Es que los autónomos nos hemos quedado en tierra de nadie, porque antes cuando teníamos el Ministerio de Seguridad Social y Trabajo, teníamos un ministerio que centralizaba nuestros asuntos, pero ahora Trabajo va por un lado y Seguridad Social por otro. Aunque la competencia en el ámbito del trabajo autónomo, la tiene el Ministerio de Trabajo, quien impulsa ahora mismo las medidas en pandemia es el Ministerio de Seguridad Social.
P. Parece que su ministro ‘pesadilla’ ahora mismo es el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá…
R. Escrivá es una persona digamos que complicada para el diálogo social. Y él lo reconoce. Está llevando a cabo una política contraria a lo que él pensaba en 2019. Entonces decía que no había que subir las cotizaciones, porque en España estaban seis puntos por encima. Ahora estamos 10 puntos por encima de la media y, sin embargo, el ministro ha decidido subir las cotizaciones. Tenemos ideas muy distintas de las políticas que hay que aplicar. Él ha hablado de poner en marcha un sistema de cotización en función de los ingresos reales de los autónomos, cuando Hacienda ha dicho que no tiene ni idea de cuáles son los ingresos reales de los autónomos, porque el rendimiento neto de un autónomo no es la diferencia entre ingresos y gastos. Aquellos autónomos que tienen una sociedad, por ejemplo, tienen otra consideración a la hora de deducirse gastos. El sistema no es justo. Hemos pedido que nos definan ingresos reales y Hacienda responde que no lo sabe, porque Hacienda desconoce los ingresos reales del autónomo societario, que son un millón de personas. Escrivá pretende basarse en el rendimiento neto, que es la diferencia entre ingresos y gastos deducibles, con la diferencia de que la deducción no es la misma para unos autónomos y para otros.
P. ¿Cuál es su propuesta, frente al anuncio de Escrivá?
R. Cuando llegue su momento, lo pondremos sobre la mesa, pero la alternativa es más cercana a la realidad de los autónomos, donde aquellos que no lleguen al SMI coticen menos y los autónomos coticen, al menos, en el mínimo que cotizan los trabajadores asalariados. Lo que no tiene sentido es que la base mínima de un autónomo sea 944 euros y la de un asalariado sea 1.126 euros. Habrá que igualar gradualmente la base mínima de cotización, porque si queremos tener la misma pensión mínima, tendremos que cotizar, como mínimo, por el mismo importe. No daremos el visto bueno a una reforma injusta.
P. ¿Le preocupa la posibilidad de que, en caso de no llegar a acuerdo, como pasó con el aumento de las cotizaciones de las pensiones, el Gobierno acabe aprobando una reforma que podría haber sido mejor para los empresarios, de haberse mantenido CEOE en la negociación?
El BOE lo tiene el Gobierno, pero si se aprueban cosas injustas, ya llegará otro Gobierno que lo cambie. No se puede legislar a sabiendas de lo que estás haciendo es injusto para un gran colectivo, como es el de los autónomos. Y legislar el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) con esa fórmula es injusto para muchos autónomos.
«Si el Gobierno aprueba cosas injustas, llegará otro que lo cambie»
P. El superfondo público que va destinado a pymes y autónomos prevé incrementar el ahorro en planes de pensiones, para apuntalar sus jubilaciones en el futuro. ¿Le parece una buena idea para el colectivo al que representa?
R. El 40% de autónomos tienen en estos momentos un plan de pensiones. Son más de un millón de autónomos. Lo que es incomprensible es que, de la noche a la mañana, del año pasado a éste, las deducciones fiscales hayan pasado de los 9.000 euros que teníamos en 2020 a los 1.500 euros actuales. Digo esto porque en 2007 el ministro Solbes nos invitaba a autónomos y ciudadanos en general a tener un plan de pensiones particular y en 2020 llega el ministro Escrivá y nos dice que lo que dijo el señor Solbes en 2007 ya no es tan bueno. Espero que dentro de 13 ó 14 años no tenga que llegar otro ministro a decirnos que el plan que está proponiendo el señor Escrivá ya no es tan bueno. Vuelvo a lo mismo: necesitamos seguridad jurídica y confianza. Si los planes de pensiones eran buenos, no entiendo por qué no lo son ahora.
«Espero que los fondos para digitalización de autónomos no se usen para comprar un móvil nuevo o una ‘tablet’ para el hijo»
P. ¿Cree que a partir del año próximo empezarán a cumplirse las previsiones económicas de crecimiento del Gobierno?
R. Yo pregunto a los que saben. Y en esta casa tenemos a los mejores en nuestro Servicio de Estudios. Ellos prevén que este año no lleguemos al 5%. Y eso supone miles de millones de euros. ¿Qué puede pasar el año que viene? Pues va a depender de la inflación, de los precios energéticos, de cómo estén los componentes y de las diferentes variantes del virus Covid que puedan surgir. Veremos qué efectos tiene todo esto en el turismo, en la industria y en el tejido empresarial. Otra cuestión importante es la confianza que pueda generar el Gobierno. Una de las cosas que más me preocupan es la inseguridad jurídica. Es fundamental generar confianza para que haya inversión. Pero yo no creo que en 2022 vayamos a recuperar el PIB anterior a la pandemia, aunque todo dependerá también de la política económica que aplique el Gobierno. De todos modos, hacer ahora una previsión sobre el 2022 es complejo, porque hay demasiados factores externos que nos están influenciando.
P. ¿Los fondos europeos van a solucionar el problema de nuestro modelo económico y van a ser la inyección económica que se espera?
R. Ahora mismo tenemos 10.000 millones asignados a las CCAA, pero no hay licitaciones. Yo estoy muy preocupado, porque España está acostumbrada a devolver fondos europeos. Ahora, del plan de ayudas directas, dotado con 7.000 millones, sólo se va a ejecutar el 50%, porque hay un mal planteamiento inicial de lo que tenía que ser una ayuda directa, una compensación. Esto lo advertimos desde el primer momento, que no iba a llegar al autónomo y a las pequeñas empresas. Y cuando lo corrigieron ya era tarde. Me temo que llegamos tarde, porque los fondos están asignados, pero no hay convocatorias. Vamos a ver cómo se desarrolla, pero yo prefiero que las ayudas sirvan para digitalizar de forma correcta a 200.000 autónomos, que llegar a un millón de forma incompleta o insuficiente. Y espero que los fondos para digitalización de los autónomos no se usen para estrenar un móvil o comprar un Ipad para el hijo.