Movistar, Orange y Vodafone pierden 1,5 millones de líneas asfixiados por el ‘low cost’
Las compañías de bajo coste vuelven a ser las que arrebatan más clientes a su competencia pese a no invertir en redes de telecomunicaciones
Las tres grandes operadoras de telecomunicaciones españolas han vuelto a sufrir un duro varapalo comercial este 2021. Los datos de las propias compañías a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, y que deben ser confirmados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), indican que Movistar, Orange y Vodafone han perdido este año casi 1,5 millones de líneas fijas y móviles mediante el procedimiento de portabilidad.
Este es exactamente el número de líneas que han ganado empresas como MásMóvil -que recientemente ha comprado Euskaltel- Digi, Finetwork o Avatel, junto a la serie de operadores móviles virtuales que se han hecho fuertes al calor de ofertas a precios muy por debajo del coste real de los servicios de líneas móviles, fijas y de productos convergentes.
La portabilidad indica la cantidad de líneas que cada operadora arrebata o pierde frente a su competencia y, pese a que no es el único parámetro, es el que refleja con mayor fidelidad el comportamiento comercial de las compañías. A la portabilidad neta hay que sumar las altas de nuevas líneas que se realizan en el sector, aunque éstas generalmente van unidas a líneas adicionales que se contratan junto con ofertas convergentes, por lo que muchas de ellas no tienen un uso real.
De esta manera, el más perjudicado ha sido Movistar que se ha dejado 879.700 líneas entre fijas y móviles, la mitad de lo que han perdido las tres grandes. La marca del grupo Telefónica que incluye además O2 y Tuenti, es la que más ha acusado en los últimos tres años la arremetida de las compañías de bajo coste. Se ha dejado 487.500 líneas móviles entre enero y diciembre de este año.
Un periodo en el que ha reforzado su apuesta por ofrecer productos convergentes de alto valor con el fútbol y series y películas premium, además de alianzas con Netflix, Dazn o Disney+. Este año además ha vuelto a regalar móviles y dispositivos como consolas, televisiones o tablets. Sin embargo, tampoco ha podido frenar la caída de líneas fijas -asociadas a internet en el hogar y fibra óptica- dejándose 392.200 en doce meses.
El segundo que más pierde es Vodafone con un total de 414.000 líneas. En el detalle de esta cifra la operadora británica se dejó 251.100 líneas móviles, perdiendo buena parte de lo ganando en 2019 y 2020. En términos de líneas fijas se dejó 162.000, pese a su apuesta por convertirse en el mayor agregado de contenidos televisivos de España.
Orange es la que mejor resiste de las tres grandes. Se deja 128.000 líneas tras perder 230.000 líneas móviles y ganar otras 102.000 en fijo. Unas cifras que se explican por la venta de productos convergentes de móvil y fibra óptica en sus marcas de menor valor como Simyo o Jazztel. Es decir, compitiendo con las mismas armas que las compañías de bajo coste.
En el apartado de los ganan se ha producido un cambio de ciclo, como ya adelantó este diario. Digi se ha convertido en la compañía que más clientes gana en 202 lo que supone arrebatar el primer lugar a MásMóvil, líder indiscutible durante los últimos cuatro ejercicios.
Digi suma un acumulado de 356.800 nuevas altas de líneas móviles y 87.400 de líneas fijas, en total, 444.200 nuevas líneas en un año. Este 2021 por primera vez la operadora se ha lanzado a ofrecer productos convergentes y con un éxito que le ha permitido auparse al primer lugar de la captación de clientes.
Por su parte, MásMóvil ha sumado 186.300 líneas móviles y otras 195.100 fijas. Suma un total de 380.200 altas, casi 65.000 menos que su rival. La salvedad es que la operadora compró Euskaltel a mediados de este año, una compañía que ganó 185.000 altas en este periodo (156.900 en móvil y 29.400 en fijo).
Si se suman las altas -algo que no se registra todavía en los datos a los que acceden todas las compañías-, grupo MásMóvil volvería a estar por delante, aunque con una tendencia descendente y solo en el mercado fijo. En el de móviles Digi sigue ganando incluso sumando Euskaltel y MásMóvil.
Lo llamativo de este cambio de cliclo es que Digi ha superado a MásMóvil en su propio terreno, es decir, con ofertas de bajo coste y con precios muy por debajo del mercado. La compañía presidida por Meinrad Spenger se hizo fuerte cuando en 2017 lanzó una serie de ofertas que 'reventaron' el sector, unos productos que cuatro años después ha replicado Digi con igual éxito.
Con todo, los datos a los que ha tenido acceso este diario reflejan el gran problema del sector de las telecomunicaciones en España: la guerra comercial y el triunfo del low cost. Un mal endémico que enfrenta a operadoras que invierten en redes de telecomunicaciones con otras que las alquilan, lo que les permite destinar todos sus recursos a potenciar su fuerza comercial y bajar los precios por debajo de lo que las tres grandes pagan por poner en funcionamiento esta infraestructura.
Un sistema tolerado por la CNMC que fomenta que las redes se alquilen a precios muy bajos y con una serie de penalizaciones a los operadores industriales. En su afán por mejorar la competitividad ha creado un mercado deflacionario en el que sale notablemente más barato -y comercialmente rentable- alquilar las infraestructuras que construirlas.
Una situación que asfixia al sector en su conjunto, como reflejan los datos de la propia CNMC. Esto ha llevado a que haya perdido el 28,5% de ingresos minoristas en diez años con 23.347 millones en 2020. En 2010 los ingresos eran de 32.614 millones, con lo que es fácil comprobar que el negocio se ha deteriorado de manera notable.
Un sector que además ha tenido que afrontar en este mismo periodo unas inversiones de 55.000 millones de euros en infraestructuras. Si tomamos como referencia el último informe de la CNMC, en este periodo Telefónica ha invertido 28.675 millones, Vodafone 12.578 millones, Orange 11.896 millones de euros y MásMóvil 1.956 millones.
La guerra comercial llega cuando el sector debe afrontar el mayor esfuerzo inversor de toda su historia con la tecnología 5G. Los informes de expertos estiman que cada compañía necesitará no menos de 1.500 millones de euros para montar sus nuevas infraestructuras digitales, una pieza clave de la agenda 2030 del actual Gobierno. Y los precedentes inmediatos no son buenos: en 2020 la inversión del sector cayó un 12,8%.
Esto les ha llevado a pedir ayudas al Gobierno y a plantearse integraciones, la única manera de reducir costes y poder afrontar las grandes inversiones que deberán realizar en los próximos cinco años. Vodafone y Orange han tomado la delantera con declaraciones realizadas en el último mes en el que abiertamente piden al Ejecutivo y a la CNMC un marco regulatorio más flexible con las consolidaciones.
Durante este año se consolidó la compra de Euskaltel por MásMóvil por 3.000 millones de euros, meses después de que la operadora amarilla fuese adquirida por Lorca Capital, el vehículo inversor de los fondos KKR, Cinven y Providence. Se espera que en este 2022 las integraciones se aceleren aunque por el momento no hay ninguna operación formal en marcha.