El Gobierno solo recauda un 30% de lo previsto en el primer año de las tasas Google y Tobin
El Presupuesto de 2021 esperaba unos ingresos de 968 millones por el impuesto digital y 850 millones por el de transacciones financieras
Los impuestos estrella que el Ministerio de Hacienda estrenó en 2021 han estado muy por debajo de las expectativas creadas. Los datos recopilados por THE OBJECTIVE indican que la suma del Impuesto sobre determinados servicios digitales y el Impuesto sobre transacciones financieras apenas ingresará unos 560 millones de euros en su primer año de funcionamiento: 240 de la tasa Google y 320 millones de la tasa Tobin.
Esto supone solo un 30,8% de los 1.818 millones incluidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021: se esperaban 968 millones por la tasa digital y 850 millones por el impuesto bancario. El cálculo realizado para este diario por expertos tributarios incluye el dato recogido en la recaudación tributación del año pasado hecho público este jueves, sumado a la previsión de la última liquidación del curso que no se incorporó en estas cifras.
Hacienda indicó este jueves que el Impuesto sobre determinados servicios digitales recaudó 166 millones y el Impuesto sobre transacciones financieras ingresó 296 millones de euros. Sin embargo, fuentes del ministerio han reconocido a este diario que estas cifras no incluyen las últimas liquidaciones, en el caso de la tasa digital falta el cuatro trimestre; y en el de la tasa bancaria falta el mes de diciembre.
De esta manera, los datos presentados el jueves son recaudación en términos de caja, lo que quiere decir que son datos provisionales a falta de cerrar el año con las cifras del último trimestre, que a efectos fiscales se presenta durante los primeros meses de 2022.
Expectativas con la tasa Google
Con todo, los expertos consultados consideran que las cifras al cierre de 2021 no deberían ser muy superiores a lo ya presentado. Como ya había publicado este diario, en el caso de la tasa Google se estima que los ingresos estarán entre los 200 y los 240 millones de euros, esto es una cuarta parte de lo esperado ya que los ingresos el último trimestre no deberían estar muy lejos de los 74 millones que se ingresaron entre julio y septiembre.
Este impuesto grava con un 3% servicios como la publicidad en línea, la intermediación online y la venta de datos generados por el usuario durante su actividad, y afecta a empresas con ingresos globales superiores a 750 millones y facturación en España de más de tres millones de euros.
En cuanto a la tasa Tobin se espera que los ingresos suban levemente por encima de los 320 millones de euros, menos del 40% de lo consignado en los PGE. Sorprende la baja recaudación de noviembre, con apenas ocho millones ya que en el último avance de recaudación con datos de octubre se ingresaron 288 millones y ahora solo 296.
La cifra además estaría por debajo de lo presupuestado por la patronal de las antiguas cajas de ahorros, CECA, que advirtió hace unos meses que la Agencia Tributaria no alcanzará a captar ni 400 millones por esta partida. Esta tasa grava con un 0,2% las adquisiciones de acciones y fondos de inversión de 56 firmas, que son las que contaban a finales de 2020 con una capitalización superior a los 1.000 millones.
Problemas de la tasa Google
El Ejecutivo ya preveía en octubre que los cálculos no iban a salir. De hecho, los Presupuestos Generales del Estado de 2022 presentados en esas fechas ya rebajaron notablemente las previsiones de recaudación de estos impuestos. En el caso de la tasa Google se pasó desde los mencionados 968 millones hasta los 225 millones y en la tasa Tobin desde los 850 a los 372 millones.
En su comparecencia del jueves para presentar los datos de recaudación de 2021, la ministra de Hacienda María Jesús Montero indicó que la diferencia entre las previsiones y la recaudación efectiva de estos dos impuestos se debía principalmente a los cambios normativos que se introdujeron en el debate parlamentario de estas dos leyes, lo que habría reducido su capacidad recaudatoria.
No obstante, una respuesta parlamentaria del Gobierno el pasado 18 de octubre aclaraba la situación. En el caso de la tasa Google, Hacienda se defendió indicando que las estimaciones de recaudación de este impuesto «se hicieron antes de la pandemia, lo que repercute en el número de contribuyentes comprendidos en los umbrales del impuesto». Ello pese a que el impuesto se aprobó en febrero de 2020 y se incluyó en los PGE que se presentaron en octubre.
«En paralelo, con posterioridad a la realización de las estimaciones, se han hecho públicos datos sectoriales sobre 2020 que han mostrado una caída tanto en el negocio de la publicidad como, por ejemplo, también, en materia de alquiler turístico con motivo de la pandemia», indicaron.
Problemas de la tasa Tobin
Hacienda también culpa a la sobreestimación que la Comisión Europea hizo de este tributo, un método de cálculo que el Gobierno utilizó para poner en marcha la tasa. «La estimación de la Comisión Europea sobreestimaba el potencial del impuesto, como se ha puesto de manifiesto en las recaudaciones de tributos similares en otros países».
En cuanto a la tasa Tobin indicaron que las previsiones se hicieron en base al Plan Presupuestario de 2018, realizado en octubre de ese año con datos cerrados de 2017. «Desde el momento de la estimación inicial, el efectivo negociado en Bolsa ha disminuido un 47,6% y el número de empresas con una capitalización superior a 1.000 millones de euros un 17% (datos de Bolsa y Mercados Españoles hasta julio de 2021)».
«Asimismo, hay determinadas operaciones que en la redacción final de la norma no han quedado gravadas, mientras que sí lo estaban cuando se realizó la previsión». Finalmente, es posible que los agentes económicos hayan derivado sus inversiones a productos financieros no afectados con la finalidad de evitar la tributación», apuntaron.
«La Agencia Tributaria está analizando las declaraciones presentadas para una mejor comprensión del estado de situación teniendo en cuenta que se trata de un nuevo impuesto y, en estos casos, no es infrecuente que las primeras declaraciones adolezcan de defectos y omisiones que tienden a subsanarse en las siguientes declaraciones», concluyeron.
Largo trámite
Con todo, el camino de estos dos impuestos no ha sido fácil. En 2019 se comenzaron a consensuar las normativas y aunque a comienzos de 2020 se aprobaron en el Consejo de Ministros, no fue hasta entrado el cuatro trimestre de ese año que finalmente se aprobaron en las Cortes.
Entraron en vigor a mediados de enero, pero el primer pago previsto para abril se tuvo que retrasar hasta el segundo trimestre por no estar listo aún su desarrollo normativo. Un desarrollo normativo que generó más incertidumbres y que se completó en junio, a pocas semanas de que se produjese la segunda liquidación en el caso de la tasa Google.