Cómo convertir tu bici en eléctrica
Desde poco más de 200 euros puedes dejar de dar pedales en las cuestas
Las bicicletas eléctricas no son baratas, lo cual no ha impedido que se pongan de moda, como casi todo lo eléctrico. Existen e-bikes desde 400 euros y hasta más de 40.000 -sí, 40.000 euros- dependiendo del tipo de tecnología empleada en su fabricación, entre otras cosas el material del chasis, los componentes, el motor y la batería. Las bicis eléctricas más baratas no suelen cumplir las expectativas y las caras son inalcanzables para la gran mayoría, y además poco prácticas para tanto desembolso, al menos para los no habituados a esos aparatos de transporte. Una bici por 40.000 euros, lo que cuesta un coche ya caro, es un despropósito para casi todo el mundo. También las de 20.0000, las de 10.000 y otras más económicas pero igualmente caras, aunque lo cierto es que se venden. En este sector hemos pasado del planteamiento de un desembolso de unos 1.000 euros por una e-bike, que ya parecía mucho para una bici, a aceptar con normalidad que una eléctrica media salga no salga por menos de 4.000 o 5.000 euros. La bici ha perdido con la tecnología el componente de módica que siempre se le presupuso.
En todo caso, hay miles de apasionados de la bicicleta que no pueden gastarse esas cantidades desorbitadas para la mayoría, y su afición les lleva a plantearse transformar en una eléctrica su bici normal, que solo va a pedales, lo que es una bici. Pueden convertirse gracias a numerosos kits que hay en el mercado, no todas, con precios desde 200 euros a más de 1.000. Se podría decir, más o menos, que los precios de los kits llegan hasta donde empiezan los de las bicis eléctricas. Lo primero que habrá que plantearse es si la bici es compatible y después si el gasto merece la pena. Si tu bici es una tartana, obviamente no, pero si se trata de una buena bici, está en condiciones y admite los kits, puede ser una buena solución para dejar de dar pedales en las cuestas.
Qué se necesita
Existen distintos kits de bici eléctrica en el mercado y si optamos por instalarlo nosotros mismos tendremos que contar de antemano con las herramientas adecuadas y cierta destreza. Para elegir el kit adecuado debemos fijarnos en sus especificaciones técnicas, con especial atención a la potencia, velocidad máxima y autonomía, porque la bici debe poder adaptarse a las características que requiere la homologación o será una bici eléctrica ilegal. Los kits incluyen todas las piezas necesarias para el montaje, aunque si se trata de un producto chino es posible que la batería no esté homologada y sea necesario comprar una aparte, teniendo en cuenta que el voltaje del motor eléctrico tiene que ser necesariamente el mismo de la batería, generalmente de 24, 36 y 48V. La batería se basa en amperios/hora; a mayor capacidad, más autonomía, pero igualmente más peso, un factor importante que ha de valorarse.
En cuanto a la potencia del motor, hay modelos básicos de 250 watios y de ahí hasta más de 3.000W. A mayor potencia, más velocidad, y también más peso y mayor consumo eléctrico. Los motores pequeños implican baterías igualmente reducidas y suelen ser suficiente para desplazarse en ciudad y sortear los desniveles, pero si se quiere dar a la bici un uso más recreativo y utilizarla en recorridos por el campo, será imprescindible más potencia. En cualquier caso, las bicicletas eléctricas deben estar homologadas por el Ministerio de Industria en base a la norma UNE-EN 15194 de 2009, que expone las limitaciones. También si a la bici se le incluyen demasiados componentes puede dejar de serlo y requerirá matricularla como un ciclomotor. Así que ojo con los motores demasiado potentes, con el acelerador, con la velocidad máxima y con la asistencia al pedaleo, que debe actuar si la bici alcanza los 25 km/hora.
Desde poco más de 200 euros
En Amazon, hay un kit barato, por 209 euros, de la marca Viribus que se instala en ruedas traseras de 26 pulgadas. Está alimentado por un motor de cubo sin escobillas de 48V 1000W, es silencioso y duradero y permite alcanzar los 48 km/hora. Incluye una rueda trasera, un motor, dos extractores de freno, un controlador eléctrico, cables y acelerador de velocidad. Por 6,99 euros más está el kit Sfeomi, más adecuado a la legalidad porque su velocidad máxima aproximada no supera los 25 km/hora. Incluye un motor de cubo sin escobillas de 36V y 500W, todas las piezas necesarias y una bolsa de transporte de tela con bolsillo principal y cremallera destinada al controlador eléctrico. Por el mismo precio (215,99€) hay un kit Hiram con motor de 1000W. Más caro resulta el producto de The Bike Motor, un kit con potente motor de 3.000W que para esa potencia no resulta caro, entre 510 y 570 euros según las características. De hecho, similar es un kit de la marca Vikye, de 72 V y 3.000W, y sale por 975,59 euros, y eso que lo han rebajado un 10%.
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En Aliexpress, los precios de los kits para convertir una bicicleta en eléctrica no varían mucho. Al menos de primeras, luego entras a la página en cuestión y aumentan, algo habitual en el portal chino. Aparentemente hay más variedad, pero ojo con las especificaciones de los productos, que pueden no ser compatibles, y con los costes de envío. Hay un kit de la marca Someday para ruedas de 20 a 26 pulgadas que se anuncia por 203 euros, aunque luego, según la potencia, puede costar hasta 450,02 euros. Por 233,79 tenemos el kit Yose Power, con varias opciones; y por un precio algo más caro, desde 306,23€, está la opción de Unit Pack Power, con «palanca de freno»; o el kit de KT-Bikes, con una decena de modelos desde 302,15 euros. Muy rebajado, desde 831,51 euros, se anuncia un kit valorado con cinco estrellas sobre cinco por sus compradores, con «palanca de freno», «freno de sensor» y doce modelos donde elegir, alguno más barato. Este kit de Bafang es diferente porque el sistema apuesta más por los pedales que por las ruedas y hará las delicias de los apasionados por las bicis, o al menos eso dicen los que ya lo tienen.
La pinza maravillosa
Al margen de los diferentes kits para transformar una bicicleta estándar en eléctrica, existe un artefacto, una «pinza», que «convierte cualquier bici en eléctrica» al instante, basta con acoplarla para que actúe sobre la rueda delantera. Se llama Clip Bike y sus creadores aseguran que «ofrece una potencia suave bajo demanda». Claro que también afirman que «no todos los paseos en bicicleta tienen que ser un entrenamiento». Pero sin duda la mejor frase que ponen para destacar el producto es esta: «Sabemos que las bicicletas eléctricas son caras y nos las roban mucho. ¿Qué pasaría si pudieras simplemente separar la ‘e’ de tu bicicleta para llevarla contigo?».
Así es esta pinza que cuesta 399 dólares (352 euros). No es necesario instalarla, solo aferrarla a la horquilla delantera, llevar los cables al manillar y que actúe sobre esa rueda de delante. Si tienes varias bicis, te sirve para todas. Se puede poner y quitar en segundos, es portátil y su batería se recarga por completo en cuarenta minutos y luego dura otros cuarenta, o un recorrido de unos veinte kilómetros. La velocidad máxima cumple y es de 24 km/hora. Es todo un invento. Pesa solo tres kilos a pesar de que incluye un motor y su batería, mucho menos que la mayoría de los kits que hay que instalar, y es compatible con ruedas de 26 y 28 pulgadas. «Es tan ligero como una computadora portátil, cabe en tu mochila y se ve muy bien cargando en su escritorio». Se vende desde hace poco más de dos años en Estados Unidos de la mano de una joven empresa asentada en Brooklyn, Nueva York, y hasta ahora ha superado todas las previsiones más optimistas y literalmente y arrasa.