Endesa engorda un 3% su cartera de clientes en el mercado libre por la crisis de la luz

Endesa terminó en 2021 con una cartera de clientes en el mercado liberalizado de 5,9 millones entre España y Portugal, lo que supone un incremento del 3% en comparación con el ejercicio precedente, motivado por la crisis de precios de la electricidad.

En este sentido, según se desprende del informe de resultados remitido a la CNMV, el número de clientes de la empresa acogidos a la tarifa regulada (PVPC) bajó un 8% frente a 2020, hasta 4,4 millones. En total, Endesa cerró 2021 con 9,8 millones eléctricos en España y perdió el ‘trono’ ante Iberdrola, que terminó con 9,99 millones.

Hay que recordar que en las tarifas del mercado libre se pueden aplicar descuentos, combinar suministros (luz y gas) y suelen ser mucho más estables de cara al consumidor, aunque también se corre el riesgo de que la empresa infle el precio. Bajo esta última tarifa se sabe de antemano cuánto se va a pagar, pero también presenta la parte negativa de que exige al consumidor una mayor atención a la hora de contratar su tarifa (ya que cada una se adapta a un determinado tipo de consumo) y que puede ser revisada a lo largo del tiempo.

La tarifa regulada cambia cada día

Por su parte, la PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) cambia cada día y cada hora en función de lo que dicta el mercado mayorista (pool en la jerga). Por ejemplo, la electricidad es más cara en invierno y en verano, ya que hay más demanda energética por el uso de calefacción y aires acondicionados.

En resumen, las oscilaciones en el precio diario de la electricidad solo afectan a los consumidores acogidos a la PVPC, unos 10,5 millones, mientras que están exentos los que están en el mercado libre, unos 17 millones, ya que cuentan con un precio pactado con su compañía.

El encarecimiento de la electricidad en los últimos meses se explica, principalmente, por los altos precios del gas en los mercados internacionales y de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), ambos también en máximos históricos.

Así, el precio medio de la electricidad en España cerró el año pasado en 111,9 euros el megavatio hora (MWh), su mayor dato. S&P estima que este año crecerá un 44%, hasta 161,6 euros, y que no será hasta 2023 cuando el MWh baje de los 100 euros y hasta 2027 cuando ronde los 50 euros. Hay que señalar que en 2020, con la demanda eléctrica mermada por la covid-19, el precio medio del MWh fue de 34 euros.

‘Guerra’ entre las eléctricas

Bajo esta coyuntura, las eléctricas iniciaron una especie de lucha por captar clientes para el mercado liberalizado. Endesa lanzó en septiembre una tarifa que se calcula sobre un precio base de 58 €/MWh y que se mantendrá sin variaciones durante dos años para los consumidores que se encuentran bajo la tarifa regulada.

Por su parte, Naturgy se comprometió a ofrecer a sus clientes residenciales, comerciales e industriales una tarifa fija durante tres años con un precio de 65 €/MWh. No obstante, al igual que la compañía que dirige José Bogas, en septiembre, ya lanzó una tarifa liberalizada que aseguraba un precio de pool de 60 €/MWh durante dos años, que podían contratar tantos sus clientes actuales como nuevos, y que estén acogidos a la tarifa regulada o al mercado libre. 

Iberdrola tiene en cartera planes personalizados para evitar la volatilidad de precios. También van dirigidos a clientes con PVPC y en el mercado libre (menos de 10 kW de potencia) y garantizan una estabilidad de precios durante cinco años.

Medidas del Gobierno

Con el fin de mitigar el impacto de la subida de la electricidad en la factura de la luz, el Gobierno aprobó a mediados del año pasado una rebaja fiscal —que se aplicará hasta finales de abril—. En la actualidad, está vigente un IVA reducido a la electricidad del 10% para todos los consumidores con potencia contratada de hasta 10 kW, ya sean particulares o empresas y siempre que el precio en el mercado mayorista se mantenga por encima de los 45 €/MWh.

Asimismo, está suspendido el impuesto a la generación del 7% y está reducido al mínimo que permite Europa el impuesto especial sobre la electricidad (del 5,11% al 0,5%). También se adoptó en el último trimestre del año pasado la eliminación del 96% de los cargos de la factura de la luz, pero, desde el 1 de enero de este año, el ‘descuento’ que se aplica es del 32,8%. Hay que sumar al tema de los cargos una reducción del 4,6% de los peajes de transporte y la distribución de la electricidad.

El Ministerio para la Transición Ecológica también trabaja para adelantar la regularización de la retribución de las centrales del régimen retributivo específico de las renovables, cogeneración y residuos (Recore) prevista para 2023 e ingresar unos 3.000 millones de euros este año al sistema eléctrico.

Choque con el sector

En paralelo, Ribera ha retomado el mecanismo que obligará a las grandes eléctricas a vender energía entre los grandes consumidores industriales y las comercializadoras independientes. El Gobierno no ha hablado de fechas, pero ya cuenta con el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el que se fija el precio mínimo al que las compañías pueden sacar a puja la electricidad. Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP, que son las compañías afectadas, ya se están preparando para recurrir.

Por otro lado, la que se señaló como la medida estrella de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para abaratar la factura de la luz continúa encallada en el Congreso de los Diputados y eso que se creó como proyecto de ley con tramitación urgente. De hecho, el Ejecutivo no prevé que el denominado Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) se comience a aplicar hasta el segundo semestre del año.