La UE no activa el Swift: Alemania, Italia y Francia impiden sacar a Rusia del sistema financiero
Europa se ha reservado “munición” por si el conflicto se recrudece aún más y a la espera de ver si las sanciones comerciales surten efecto
El gran olvidado de las sanciones económicas que este jueves impuso la Unión Europa a Rusia fue el sistema de transferencias electrónicas Swift. Muchos países del continente -especialmente los bálticos- pidieron que se activara una sanción que lleva varias semanas sobre la mesa de la Comisión Europea y que hubiese asestado un golpe en la línea de flotación de la economía rusa.
Sin embargo, Alemania, Italia y Francia -con fuertes lazos económicos con empresas rusas, en especial los germanos- frenaron cualquier intento por pulsar este “botón nuclear” que en la práctica hubiese expulsado a Moscú y a todas sus empresas del sistema financiero internacional.
La versión oficial es que Europa se ha reservado “munición” por si el conflicto se recrudece aún más y a la espera de ver si las sanciones comerciales surten efecto. No obstante, parece difícil pensar que la situación pueda ir peor para Ucrania con las tropas rusas en su capital, Kiev, y con serias amenazas de derrocar su actual gobierno pro occidental.
¿Qué es el Swift?
Es, por tanto, una decisión financiera para evitar perjudicar los intercambios de las grandes empresas europeas con las rusas, fundamentalmente energéticas y bancos de inversión. Una munición que no se reservó cuando se le aplicó esta sanción a Irán por enriquecer uranio. El país asiático perdió un tercio de su comercio internacional y la propia Rusia reconoció en el pasado que esta medida podría traducirse en una contracción de su economía del 5%.
Pero, ¿qué es el Swift, este botón nuclear que podría hundir el sistema financiero de un país en solo minutos? Swift (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication o sociedad para las comunicaciones interbancarias y financieras mundiales) es el sistema que utiliza el mundo de las finanzas para comunicarse entre sí.
Se trata de una cooperativa internacional con sede en Bélgica que conecta a miles de instituciones financieras de todo el mundo y facilita las transferencias de dinero en el planeta. Fundada en el año 1973 y con sede en Bélgica, se trata de un sistema de mensajería interbancario que utilizan miles de entidades de cualquier ámbito, tanto financieras como no financieras, para el envío de mensajes sobre pagos realizados de forma segura.
Su usó contra Irán
En la actualidad, el sistema Swift es utilizado por más de 11.000 instituciones financieras para enviar mensajes y órdenes de pago seguros. Al no existir una alternativa aceptada en todo el mundo, es un conducto esencial para las finanzas mundiales. Sin Swift, una empresa, banco o país desaparece totalmente del sistema financiero internacional.
Dada su importancia y potencial daño, este botón nuclear solo se ha utilizado en contadas ocasiones. A los bancos iraníes, se sumó en 2018 el Banco Central de este país, lo que impidió que la República Islámica pudiese liquidar las facturas de importación y exportación.
En 2014, algunos bancos rusos sufrieron una exclusión de Swift tras la ocupación de Crimea, aunque posteriormente volvieron al sistema y pudieron compensar el varapalo financiero. Una ocasión que, sin embargo, sirvió para que Rusia comenzara a preparar su propio sistema Swift rudimentario y de emergencia para enfrentar este tipo de situaciones.
Alternativa al Swift
El director de un gran banco ruso, VTB, dijo recientemente que podría usar otros canales para los pagos, como llamados telefónicos, aplicaciones de mensajería o correos electrónicos. Los bancos rusos también podrían mandar los pagos a través de otros países que no están sancionados, como China, que tiene un sistema de pagos propio que compite con Swift, denominado Cips.
En cualquier caso, sacar en estos momentos a Rusia del Swift podría tener un efecto bumerán. Si se cortan las transferencias de dinero a empresas rusas y a sus bancos, también el país que comanda Vladimir Putin dejará de mandar petróleo, gas y materias primas a Europa.
Sacar a Rusia de Swift sería un duro golpe para su economía, ya que obstaculizaría su capacidad de recuperar las ganancias de las exportaciones de petróleo y gas, que representan más del 40% de sus ingresos. De hecho, en 2020 Rusia representó el 1,5% de las transacciones en la plataforma.