Telefónica prevé ingresar 1.000 millones con la entrada de un inversor en su red de fibra rural
El mercado valora en torno a los 2.000 millones su nueva FiberCo con la que quiere llevar fibra a cinco millones de hogares de la ‘España vaciada’
Telefónica prevé dar entrada a un socio con hasta el 49% de la propiedad de su sociedad para desplegar fibra óptica en zonas rurales de España, con el objetivo de ingresar al menos 1.000 millones de euros. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, en el mercado y en la operadora manejan una valoración de la nueva compañía en torno a los 2.000 millones y la única línea roja para dar entrada a un inversor es no perder una participación mayoritaria de la misma.
Una operación que está abierta mayoritariamente a fondos de inversión ya que Telefónica necesita recursos, pero no un socio industrial que pueda discutirle el control de la nueva compañía. Por ello, todas las miradas apuntan a KKR -con quien ya ha creado una joint venture de fibra óptica en Chile y Colombia-; a Allianz, con el que Telefónica ya tiene un sociedad en Alemania; e incluso al fondo canadiense CDPQ , con el que colabora en Brasil.
También están en el foco otros fondos con gran apetito inversor en el sector de infraestructuras de telecomunicaciones, y en especial de fibra óptica, como Brookfield, Ardian, Macquarie, Aberdeen o Antin. Telefónica es consciente de que su red de fibra tiene un gran interés para inversores externos y su objetivo es poder sacar el máximo precio posible a una participación minoritaria de su red rural.
Telefónica busca un inversor
La operadora anunció hace dos semanas la creación de una compañía de fibra para desplegar redes en zonas rurales de España. El proyecto que, por el momento, sustituye la escisión de toda su red de fibra óptica en nuestro país, busca la entrada de un grupo inversor que pueda aportar liquidez al proyecto que tiene por objetivo llevar la fibra a cinco millones de unidades inmobiliarias en la ‘España vaciada‘.
En estos momentos la operadora cierra los últimos flecos para escindir societariamente esta compañía y el segundo paso será la búsqueda activa de un socio financiero. La premisa básica es poder obtener el máximo de recursos para estos despliegues que en zonas rurales son hasta cinco veces más costosos que en zonas urbanas, debido a la orografía del terreno y la lejanía de los grandes centros de distribución de las redes.
En este contexto, para obtener la mayor inversión posible se valora la entrada del máximo permitido sin perder el control accionarial de la nueva FiberCo. Esto supone abrir la puerta a una venta de hasta el 49% de la propiedad, siempre que el precio sea atractivo y compense dar este paso.
Red de fibra de Telefónica
Hay algunas dudas en la compañía respecto de la cercanía que este 49% tendría de una posición de control, aunque en este caso depende de la oferta que llegue y de las opciones que se barajen cuando se pongan en marcha las conversaciones. En todo caso, este porcentaje de venta nunca debería estar por debajo del 40%.
La valoración que hace el mercado de esta nueva sociedad está en torno a 2.000 millones de euros, un valor con el que también trabajan en Telefónica. Esto supone que la entrada con el 49% reportaría entre los 900 y los 1.000 millones de euros. Si se logra reducir la participación externa con la misma inversión o superior, se podrían evaluar alternativas.
En noviembre del año pasado los bancos de inversión establecieron un valor de 12.000 millones de euros para toda la red de fibra de la operadora en España con 27 millones de unidades inmobiliarias. En ese momento, la idea era poder dar entrada de un socio con hasta el 20% por no menos de 2.400 millones, aunque finalmente el proyecto fue descartado por su complejidad técnica y por la imposibilidad de encontrar un inversor claro para este vehículo de fibra.
Fondos europeos
En el caso de la red de fibra óptica rural, el CEO de Telefónica, Ángel Vila, explicó durante la presentación de resultados anuales que la nueva sociedad incluiría 2,5 millones de hogares en zonas rurales que ya tienen fibra óptica y que su plan era desplegar otros 2,5 millones nuevos, hasta llegar al objetivo de cinco millones.
Esto supone que la compañía empezará su andadura con el 8% de la actual red de fibra de la compañía. La particularidad es que los nuevos despliegues de la operadora solo se focalizarán en esta nueva filial, ya que es resto del territorio en España ya está completamente cubierto con fibra óptica.
La nueva FiberCo podrá rentabilizar mejor las inversiones de terceros, pero además podrá canalizar de mejor manera las ayudas de los fondos europeos destinadas a este fin. Hasta ahora España tiene una cobertura de fibra óptica del 83% y después de la actuación de los actuales planes Único del Gobierno podría superar el 90%. Este 10% restante corresponde explícitamente a estas zonas de la España vaciada.
‘Joint venture’ en Latinoamérica
De hecho, en octubre Telefónica se adjudicó proyectos por un importe total de 200 millones de euros del programa de extensión de banda ancha Único, en torno a un 80% del total. La operadora se impuso en 39 de las 52 provincias españolas. Según la adjudicación provisional, los proyectos de Telefónica contemplan un presupuesto superior a 400 millones de euros, para cubrir más de 980.000 unidades inmobiliarias.
Llevar redes de alta velocidad a las zonas rurales es uno de los objetivos del Plan de Recuperación y Resiliencia y del Plan España Digital 2025. La idea del Gobierno es que en 2025 todo el territorio tenga internet con una velocidad mínima de 100 Mbps, un objetivo que solo puede ser alcanzado con despliegue de fibra óptica.
Por otro lado, Telefónica no es ajena a la creación de FiberCo aprovechando el modelo para monetizar sus activos en Latinoamérica y Europa. En Brasil constituyó una compañía con CDPQ, donde el fondo canadiense invirtió 268 millones de euros por el 50% de la empresa.
En Alemania se creó otra sociedad con Allianz que invirtió 1.000 millones de euros en diferentes instrumentos en la nueva compañía, mientras que en Chile se vendió el 60% de la sociedad Infraco a KKR por 400 millones de euros, lo mismo que en Colombia donde recibieron 180 millones de euros por el mismo porcentaje.