Uber Eats estalla y exige a Yolanda Díaz que obligue a Glovo a cumplir la ley 'rider'
La plataforma de reparto de comida a domicilio constata el fracaso de la aplicación de la normativa y la disparidad de criterio en su puesta en marcha
Uber Eats ha estallado. La plataforma de reparto de comida a domicilio ha enviado una dura carta a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la que le exige que aplique la Ley rider a Glovo, el unicornio español que sigue utilizando repartidores autónomos, pese a que la normativa lo prohíbe desde que entrase en vigor el pasado mes de agosto.
«¿Debemos seguir el ejemplo de Glovo y trabajar con autónomos para poder competir en igualdad de condiciones?», indican tras constatar que tienen serios problemas para hacer sombra al gigante español si ellos y el resto de plataformas siguen la norma y Glovo no.
Una misiva a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE y que abre un verdadero cisma en las plataformas de reparto y refleja que la normativa ha sido un fracaso en sus casi seis meses de aplicación. Recordemos además que Deliveroo abandonó España a finales del año pasado porque no estaba dispuesta a asumir los costes de contar a toda su plantilla.
Fracaso de la ‘Ley rider’
Este diario ya advirtió de este fracaso en enero de este año. Y es que el proyecto estrella de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no solo no ha logrado que los casi 30.000 repartidores del sector tuviesen un contrato por cuenta ajena con sus respectivas plataformas, sino que además ha sido la causante de que 10.000 riders se quedasen sin empleo durante 2021, según confirmaron a este diario diversas asociaciones del sector.
Las compañías han adoptado diversas fórmulas para esquivar la normativa, lo que ha generado que solo una mínima parte de ellas realmente haya mejorado las condiciones de sus repartidores. Los que han logrado mantener su trabajo siguen siendo mayoritariamente autónomos, el resto reparten a través de subcontratas y un porcentaje pequeño está contratado por la propia plataforma.
Una Ley de Plataformas Digitales (su nombre oficial) que además ha tenido una serie de efectos colaterales para el sector como la proliferación de los dark markets (supermercados fantasma) o que los pequeños restaurantes se queden sin servicio de reparto en horas punta, generando una pérdida de ingresos importante cuando más crece el sector del delivery o entrega de comida a domicilio.
El modelo de Glovo
En el caso de Glovo, el principal actor del sector y que da trabajo a unos cerca de 8.000 repartidores, se optó por seguir con el modelo de autónomos, tumbado por todas las instancias judiciales y que fue el responsable de la puesta en vigor de la Ley rider. La plataforma, que vendió hace dos meses un porcentaje de control del 40% a Delivery Hero, ha creado un nuevo modelo en el que lejos de mejorar las condiciones de sus riders se ha centrado en intentar borrar toda presunción de laboralidad.
Este nuevo modelo permite que los repartidores entren a la plataforma a trabajar en los precios que ellos determinen y se elimina el sistema mediante el cual estaban conectados más tiempo del disponible. En Glovo indican que este sistema se ajusta perfectamente a la ley actual ya que además respeta las sentencias judiciales que se han pronunciado en su contra.
Fuentes del sector indican que este sistema está bajo la sospecha de los sindicatos y que éstos ya se están planteando denunciarlo. En el caso del Ministerio de Trabajo todavía no mueve ficha de manera oficial, pero en privado reconocen que este tipo de contratación no es lo que se quería conseguir, ni está en el espíritu de la nueva Ley rider.
Escasean repartidores
En el caso de la carta enviada a Yolanda Díaz y firmada por Courtney Tims, directora general de Uber Eats en España, se recuerda el esfuerzo que han hecho contratando a todos sus trabajadores por cuenta ajena -al igual que Stuart o Just Eat- mediante flotas de mensajería y logística. Sin embargo, indican que cada vez es más difícil conseguir repartidores, porque la mayoría sigue prefiriendo trabajar por cuenta propia en Glovo, la única empresa que mantiene el modelo de trabajo con colaboradores.
«Cada día cuesta más encontrar repartidores para atender la creciente demanda de comida a domicilio. Un problema que, además de las flotas, sufren clientes y restaurantes por igual. Unos ven cómo su pedido tarda mucho más en llegar, y los otros acumulan pedidos que nadie recoge», indican. Una situación que, explican, se produce porque los trabajadores quieren seguir teniendo la flexibilidad que le da trabajar por cuenta propia y que solo Glovo permite esta modalidad en estos momentos.
«Los repartidores no se manifestaban porque quisieran renunciar a mayores derechos o protecciones. Sencillamente querían mantener la flexibilidad del modelo autónomo que les permitía escoger cuándo trabajar, priorizando los momentos de alta demanda, y así obtener mayores ingresos. Todo ello mientras negociaban importantes mejoras en sus condiciones de trabajo. Mejoras que debían incluir desde el ingreso mínimo por hora, a los seguros médicos, pasando por la representación colectiva», indican.
El Gobierno no mueve ficha
En este punto denuncian que Glovo, la mayor empresa, líder del delivery en España, decidió seguir operando con trabajadores autónomos. «Hoy, más de seis meses después de su entrada en vigor, las empresas que cumplimos la ley nos encontramos con una situación paradójica. Nuestras flotas colaboradoras no encuentran repartidores porque éstos prefieren ser autónomos, de manera que trabajan con Glovo, la única empresa que se lo permite, el mayor unicornio español, en contra de la Ley rider«, agregan.
«Mientras, vemos con impotencia cómo el Gobierno no ha conseguido hacer cumplir la Ley rider. Y cómo la situación de desventaja de todas las empresas que sí la cumplimos empeora cada día. Ante esta situación, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Debemos seguir el ejemplo de Glovo y trabajar con autónomos para poder competir en igualdad de condiciones?», concluyen.