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Economía

España sufre la mayor inflación de las potencias europeas aunque la energía sube para todas igual

A espera del dato definitivo de febrero, que se conoce este viernes, los precios españoles avanzan al 7,5%, frente al 6,2% de Italia, el 5,5% de Alemania, y el 4,1% de Francia

España sufre la mayor inflación de las potencias europeas aunque la energía sube para todas igual

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta Nadia Calviño. | Europa Press

Los datos de inflación europeos refutan el argumento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que la crisis alcista de los precios es culpa de Vladimir Putin y deriva únicamente de la invasión rusa de Ucrania. Ello por dos motivos. Uno, en España el índice de precios (IPC) comenzó a subir con fuerza a comienzos del verano pasado, no desde el reciente 24 de febrero en que comienza el conflicto bélico. Y dos, la escalada de energía y alimentos acelerada por la guerra es la misma para todos los países, pero no se refleja con la misma intensidad en sus índices de precios.

España es la potencia del euro en la que más ha crecido el coste de la vida, pese a que vive el mismo escenario de alza de materias primas y energía que el resto de socios de la eurozona. Así, en el último índice de precios de consumo armonizado (IPCA) de la oficina de Estadística europea, Eurostat, correspondiente a febrero, España anota una inflación del 7,5%. El IPCA es el índice de precios que permite comparaciones homogéneas entre los países que comparten la moneda única. El dato está una décima por encima del IPC de febrero, registrado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), del 7,4%.

Así, mientras la economía española sufre un alza de precios del 7,5%, según los datos de Eurostat, las otras tres grandes potencias del euro se sitúan por debajo. Alemania anota un 5,5%; Italia, un 6,2%, y Francia, un 4,1%. Otras economías más pequeñas rebasan el dato español, como Bélgica o los Países Bálticos, pero entre las asimilables por tamaño de PIB, España lidera el amargo dato de inflación y consiguiente pérdida de renta disponible de las familias.

Distintos patrones de consumo

Como trasladan a THE OBJECTIVE los economistas consultados, las causas de este fenómeno que castiga más el bolsillo de los españoles que el de los alemanes, italianos o franceses se resumen en tres. Una, los patrones de consumo; dos, la política energética del Ejecutivo; y tres, la acumulación de inflación durante más de un semestre.

El economista Javier Santacruz resalta la primera causa. El patrón de consumo de los españoles se basa más en bienes primarios, como alimentos o energía, que el de las otras tres grandes economías del euro. Pero no se trata solo de meros hábitos de consumo, sino de que la menor renta disponible de las familias conduce a una mayor demanda de productos básicos.

Fijación de la tarifa regulada

Sobre la segunda razón -la política energética del Gobierno-, se pronuncia el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle: «España es el único país de la UE donde el precio de electricidad mayorista diario dicta el componente de energía de la tarifa regulada. En otros países, la tarifa regulada está ligada al mercado de futuros, y por eso es más baja», explica.

En este sentido otros expertos consultados reflejan que la subida de la energía impacta más en España porque nos penaliza el mix energético. En este momento, el 24% de la energía viene de la nuclear, utilizándose el 99% de la capacidad instalada; el 22%, del gas; un 18%, de la eólica; y un 24%, de la solar. Las renovables no permiten almacenamiento y, si no hay sol ni viento, nuestra energía de respaldo viene de la nuclear (muy limitada) y gas mayoritariamente.

Un fenómeno ya conocido

Y argumentan que la conformación de precios del pool, donde se paga el precio de la energía al precio más alto, que suele ser el gas, hace que se estire el precio hacia arriba, explican. Y este fenómeno no es reciente, ni tiene que ver con el conflicto bélico, añaden, lo que pasa es que ahora se ve potenciado por la dependencia del gas ruso. En España, el 11% del petróleo y el 6% del gas procede de Rusia, con fuentes alternativas más caras, como el gas licuado procedente de Estados Unidos.

En cuanto a la inflación que ya se venía soportando y que afea el argumento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que apuntan a Putin para justificar el deterioro económico, se pronuncia el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF), Juan Fernando Robles.

Aduce Robles que «España padecía tensiones de inflación previas al conflicto bélico que se manifiestan acumulativamente, lo que hace que la cesta de la compra suba en su conjunto y no sólo los alimentos, como se observa en la tasa subyacente de febrero, tres décimas superior a la media europea».

Lacalle abunda en el argumento de Robles y destaca que España ya atravesaba por una fase de inflación encadenada que ha exacerbado el conflicto, sin ser éste el origen.

Rigidez del mercado y baja productividad

En el mismo sentido, el profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) Miguel Cuerdo Mir, refleja que el crecimiento de los precios en España siempre ha tenido un diferencial con la eurozona. «No es un fenómeno nuevo», remacha.

Añade que ahora existen factores temporales que agravan la crisis alcista de los precios, conectando con el segundo argumento, el de las políticas públicas que favorecen ese mayor aumento. Cuerdo Mir destaca las rigideces del mercado español, la falta de competencia y la menor productividad que caracterizan a nuestra economía frente a las del resto de Europa.

Cuerdo Mir resalta otros dos factores clave: la política tributaria y el perfil productivo de nuestra economía. Los impuestos más altos elevan el precio de productos y factores y nuestro tejido empresarial esa menos tercerizado que el de nuestro socios europeos. Es decir, España depende en alto grado de sectores intensivos en energía, como la agricultura, transporte, siderurgia, metalurgia, construcción, entre otros.

El récord de la eurozona, inferior al dato español

La tendencia alcista de los precios, que ha repercutido en menor medida en otras economías europeas que en España, han llevado la inflación del conjunto de la eurozona al 5,8%, el máximo desde que se creó la moneda única, pero aún 1,7 puntos inferior a la española.

Este viernes, el INE dará a conocer la cota definitiva del IPC de febrero, ya que el 7,4% conocido es un dato adelantado, al igual que el del IPCA del 7,5% que ofrece Eurostat. En cualquier caso, estos máximos se producen antes de desatarse el ataque de Putin a Ucrania, al que echa la culpa el Gobierno.

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